Garantizan derecho a maternidad y respeto a labores domésticas
Por Guadalupe Cruz Jaimes
México, DF, 19 jul 12 (CIMAC).- Organizaciones nacionales e internacionales denunciaron las condiciones de desigualdad que existen entre mujeres y hombres en el ámbito laboral, y llamaron al Estado, empleadores y sindicatos a instrumentar políticas públicas y mecanismos para cerrar brechas como la disparidad salarial.
Durante el foro “Ratificación de convenios internacionales para el avance de las trabajadoras”, que se realizó hoy en la Cámara de Diputados, especialistas señalaron la necesidad de que México avale los acuerdos 156, 183 y 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para ampliar la protección de los Derechos Humanos de las mujeres.
Ana Güezmes, directora regional de ONU Mujeres para México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana, indicó que es fundamental que México ratifique estos tres convenios para responder a las demandas de las trabajadoras del país, quienes se encuentran en una situación de desventaja.
Los convenios aludidos son el 156 “Sobre la igualdad de oportunidades y de trato entre las trabajadoras y trabajadores con responsabilidades familiares”; el 183 “Sobre la protección de la maternidad”, y el 189 “Trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores del hogar”.
Güezmes consideró que México deberá armonizar la legislación laboral con esos tratados, y de este modo garantizar en la ley los derechos de las mujeres en el ámbito laboral.
DESVENTAJA EN EL TRABAJO
De 1970 a 2012, la proporción de mexicanas en el mercado laboral se duplicó al pasar de 17 a 43 por ciento de la fuerza de trabajo; sin embargo su acceso a derechos laborales mínimos lejos de aumentar va en declive.
Por ejemplo, de los 18 millones de trabajadoras en el país 10.8 millones no cuenta con servicios de salud; esta situación está ligada a que son contratadas por honorarios, por obra determinada y a destajo, entre otras formas mediante las cuales los empleadores evaden el pago de prestaciones sociales.
En 2010, mientras el 51 por ciento de los hombres tuvo acceso a la jubilación, sólo 10 por ciento de las mexicanas pudo pensionarse.
Otro indicador de la desigualdad en el trabajo es que las mujeres ganan 8.2 por ciento menos que los hombres por realizar la misma actividad, aunque en promedio ellas cuentan con una escolaridad semejante a la de los trabajadores (8.3 años).
La brecha salarial aumenta a 25.6 por ciento cuando se trata de funcionarias públicas y gerentes del sector privado, abundó Ana Güezmes.
La disparidad en remuneración y acceso a derechos no obedece a una menor actividad sino a la discriminación en su contra, ya que las mujeres laboran 27 horas más a la semana que los hombres, sumando el tiempo que destinan al cuidado de la familia y su trabajo fuera del hogar.
En el país las mujeres dedican 41 horas al trabajo doméstico, 18 horas más que los hombres. Cuando ellas se ocupan también en actividades remuneradas depositan el cuidado de su casa en las trabajadoras del hogar o en otras mujeres de su familia.
La directora regional de ONU Mujeres añadió que las empleadas del hogar remuneradas, además de sufrir múltiples violaciones a sus derechos laborales, padecen maltrato y discriminación por realizar estas tareas, las cuales aunque no son reconocidas como un trabajo, aportan 22 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
FALTAN REFORMAS
Angélica de la Peña, quien a partir del próximo 1 de septiembre ocupará un escaño en el Senado, coincidió en que la inserción laboral de la población femenina no fue acompañada de un marco legal que integrara sus necesidades.
La legisladora del Partido de la Revolución Democrática (PRD) detalló que la ratificación del convenio 156 obliga a los Estados a reconocer que el trabajo no remunerado de los hogares tiene un valor económico, y que esta actividad no sólo debe recaer en las mujeres.
El convenio 183 “Sobre la protección de la maternidad” establece que la licencia de maternidad debe aumentar a 14 semanas, como mínimo, por lo que en México debería sumar al menos dos semanas. El convenio 189 establece que las trabajadoras del hogar deben gozar de los mismos derechos que el resto de los sectores productivos.
De la Peña destacó que la ratificación de estos tratados es un reto que asumirá durante su participación en la 62 Legislatura, pues ampliar este marco legal abona a la igualdad entre los sexos.
Martha Heredia Figueroa, vicepresidenta de Equidad y Género de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), dijo a Cimacnoticias que junto con otras organizaciones como la Confederación Sindical de las Américas, la Fundación Friedrich Ebert, el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar, y la Campaña Trabajo Digno, Derecho de las Mujeres, se realizará una campaña nacional por la ratificación de los convenios 156, 183 y 189 de la OIT.
Algunas de las acciones de esta campaña son la realización de foros de discusión en más de 20 estados de la República y “el cabildeo permanente con diferentes actores: el Senado, las secretarías del Trabajo y de Relaciones Exteriores, entre otras”.
México, DF, 19 jul 12 (CIMAC).- Organizaciones nacionales e internacionales denunciaron las condiciones de desigualdad que existen entre mujeres y hombres en el ámbito laboral, y llamaron al Estado, empleadores y sindicatos a instrumentar políticas públicas y mecanismos para cerrar brechas como la disparidad salarial.
Durante el foro “Ratificación de convenios internacionales para el avance de las trabajadoras”, que se realizó hoy en la Cámara de Diputados, especialistas señalaron la necesidad de que México avale los acuerdos 156, 183 y 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para ampliar la protección de los Derechos Humanos de las mujeres.
Ana Güezmes, directora regional de ONU Mujeres para México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana, indicó que es fundamental que México ratifique estos tres convenios para responder a las demandas de las trabajadoras del país, quienes se encuentran en una situación de desventaja.
Los convenios aludidos son el 156 “Sobre la igualdad de oportunidades y de trato entre las trabajadoras y trabajadores con responsabilidades familiares”; el 183 “Sobre la protección de la maternidad”, y el 189 “Trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores del hogar”.
Güezmes consideró que México deberá armonizar la legislación laboral con esos tratados, y de este modo garantizar en la ley los derechos de las mujeres en el ámbito laboral.
DESVENTAJA EN EL TRABAJO
De 1970 a 2012, la proporción de mexicanas en el mercado laboral se duplicó al pasar de 17 a 43 por ciento de la fuerza de trabajo; sin embargo su acceso a derechos laborales mínimos lejos de aumentar va en declive.
Por ejemplo, de los 18 millones de trabajadoras en el país 10.8 millones no cuenta con servicios de salud; esta situación está ligada a que son contratadas por honorarios, por obra determinada y a destajo, entre otras formas mediante las cuales los empleadores evaden el pago de prestaciones sociales.
En 2010, mientras el 51 por ciento de los hombres tuvo acceso a la jubilación, sólo 10 por ciento de las mexicanas pudo pensionarse.
Otro indicador de la desigualdad en el trabajo es que las mujeres ganan 8.2 por ciento menos que los hombres por realizar la misma actividad, aunque en promedio ellas cuentan con una escolaridad semejante a la de los trabajadores (8.3 años).
La brecha salarial aumenta a 25.6 por ciento cuando se trata de funcionarias públicas y gerentes del sector privado, abundó Ana Güezmes.
La disparidad en remuneración y acceso a derechos no obedece a una menor actividad sino a la discriminación en su contra, ya que las mujeres laboran 27 horas más a la semana que los hombres, sumando el tiempo que destinan al cuidado de la familia y su trabajo fuera del hogar.
En el país las mujeres dedican 41 horas al trabajo doméstico, 18 horas más que los hombres. Cuando ellas se ocupan también en actividades remuneradas depositan el cuidado de su casa en las trabajadoras del hogar o en otras mujeres de su familia.
La directora regional de ONU Mujeres añadió que las empleadas del hogar remuneradas, además de sufrir múltiples violaciones a sus derechos laborales, padecen maltrato y discriminación por realizar estas tareas, las cuales aunque no son reconocidas como un trabajo, aportan 22 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
FALTAN REFORMAS
Angélica de la Peña, quien a partir del próximo 1 de septiembre ocupará un escaño en el Senado, coincidió en que la inserción laboral de la población femenina no fue acompañada de un marco legal que integrara sus necesidades.
La legisladora del Partido de la Revolución Democrática (PRD) detalló que la ratificación del convenio 156 obliga a los Estados a reconocer que el trabajo no remunerado de los hogares tiene un valor económico, y que esta actividad no sólo debe recaer en las mujeres.
El convenio 183 “Sobre la protección de la maternidad” establece que la licencia de maternidad debe aumentar a 14 semanas, como mínimo, por lo que en México debería sumar al menos dos semanas. El convenio 189 establece que las trabajadoras del hogar deben gozar de los mismos derechos que el resto de los sectores productivos.
De la Peña destacó que la ratificación de estos tratados es un reto que asumirá durante su participación en la 62 Legislatura, pues ampliar este marco legal abona a la igualdad entre los sexos.
Martha Heredia Figueroa, vicepresidenta de Equidad y Género de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), dijo a Cimacnoticias que junto con otras organizaciones como la Confederación Sindical de las Américas, la Fundación Friedrich Ebert, el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar, y la Campaña Trabajo Digno, Derecho de las Mujeres, se realizará una campaña nacional por la ratificación de los convenios 156, 183 y 189 de la OIT.
Algunas de las acciones de esta campaña son la realización de foros de discusión en más de 20 estados de la República y “el cabildeo permanente con diferentes actores: el Senado, las secretarías del Trabajo y de Relaciones Exteriores, entre otras”.
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