5/05/2014

Las violencias de La Volpe


Lydia Cacho

Dos días antes del encuentro futbolístico entre Chivas y Pumas, el viernes 18 de abril, Ricardo Antonio La Volpe Guarchoni, frente a varios testigos, humilló a un par de jugadores y a la podóloga profesional que desde hace seis años y medio trabaja para el equipo de las Chivas del Guadalajara. La podología es una rama de la medicina que estudia, diagnostica y trata las enfermedades y alteraciones de los pies. En este caso, la médica deportiva con una trayectoria intachable, dijo a su jefe que el entrenador técnico, ex campeón de futbol, Ricardo La Volpe, le hizo comentarios ofensivos y sexuales, que se presentó ante ella desnudo, cubierto con una toalla a exigirle que le diera “un masaje”. Ella se negó. Pidió ayuda a Angélica Fuentes, esposa de Jorge Vergara, propietario del equipo, porque necesitaba que otra mujer la escuchara; además, estaba a punto de levantar una denuncia en la Fiscalía Especial y temía que ésta causara un escándalo que afectara al equipo. Angélica habló con Vergara, quien turnó el caso a Manuel Herrero, presidente deportivo de las Chivas, responsable de la contratación de La Volpe y quien decide todos los asuntos técnicos. 

El reporte de Herrero a Vergara revela que, entre bromas y desprecio, La Volpe admitió haber acosado a la médica, refiriéndose a ella con epítetos sexistas, insinuando que si “daba masajes a los deportistas, por qué no habría de darle uno a él”. El argentino dijo que estaba harto de que los jugadores fueran de “soplones” con la esposa de Vergara, para quejarse de los supuestos malos tratos tanto en entrenamientos como en vestidores. Al final, cuando el argentino se dio cuenta de que su trabajo estaba en riesgo, pidió disculpas al presidente deportivo, argumentó que le había llamado la atención a la podóloga por usar árnica en las rodillas de los jugadores y que eso él no lo iba a permitir (sic). La Volpe pidió perdón a la médica y a Rafael Ortega, responsable de servicios médicos del Club. Sin embargo, Presidencia decidió finiquitar a La Volpe por falta de ética. Él firmó, recibiendo los cheques sin chistar. 

El 30 de abril Jorge Vergara anunció que La Volpe quedaba fuera del equipo “por conducta inapropiada con alguien del equipo”. Entonces comenzaron las especulaciones y La Volpe hizo de las suyas: desobedeció a sus abogados y, en uno de sus ya famosos arranques de ira, soltó acusaciones plagadas de comentarios insidiosos, homofóbicos, sexistas y misóginos contra el equipo, contra Vergara y su esposa y contra la médica que lo señaló ante las autoridades. 

La demanda penal está fincada en la Fiscalía General del Estado (FGEJ), según admitió Luis Carlos Nájera, titular de la instancia en la Procuraduría. Veamos qué dice la Ley en su Artículo 176 Bis del Código Penal de Jalisco: “Comete el delito de acoso sexual el que con fines o móviles lascivos asedie o acose sexualmente a otra persona de cualquier sexo. Al responsable se le impondrá sanción de 1 a 4 años de prisión”. El juez determinará si hay delito. 

Hay dos cosas notables: la primera es que fue el propio La Volpe, con su famoso carácter impulsivo e iracundo, quien provocó que los detalles salieran a la luz pública. La segunda es que esta es una nueva oportunidad para hablar sobre los códigos de ética de las empresas deportivas, y sobre la necesidad de que se creen Consejos que permitan valorar casos de acoso, hostigamiento y violencia laboral. Es la empresa la responsable de decidir si acepta mantener a quienes agreden al personal; es indispensable que ésta se atenga a lo que ordena la ley para fomentar una cultura de igualdad y ética profesional. El mundo deportivo se está modernizando, lo cual es muy importante, porque desde allí se cambian patrones culturales contra las violencias.

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