CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Comunidades indígenas de la Montaña alta
de Guerrero buscan que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
declare inconstitucional la ley minera, por considerarla violatoria a
los derechos humanos de los pueblos originarios y contraria a tratados
internacionales firmados por México.
En conferencia de prensa autoridades comunitarias de San Miguel del
Progreso, e integrantes del Consejo Regional de Autoridades Agrarias en
Defensa del Territorio (CRAADT), resaltaron que tras haber atraído la
revisión de un juicio de amparo, el miércoles 25 la ministra Norma Lucía
Piña Hernández tiene programado exponer para su análisis una ponencia
sobre este caso ante ministros de la Primera Sala de la SCJN.
Con la defensa del Centro de Derechos Humanos de la Montaña,
Tlachinollan, los indígenas de San Miguel –Júba Wajiín, en lengua
me’phaa– alertaron que el gobierno federal “busca impedir que la Corte
examine el fondo del asunto, al pedir a través de la Secretaría de
Economía (SE) el sobreseimiento del amparo en revisión 393/2015”.
En febrero de 2014, los mep’haas ganaron un amparo por el que un juez
de distrito en Guerrero suspendió en definitiva las concesiones
otorgadas a las empresas mineras Hochschild y Zalamera, tras considerar
que se violaron los derechos de los indígenas al no haberlos consultado
previamente, como lo establece el Convenio 169 de la OIT firmado por
México.
El fallo fue impugnado por la SE, y ante la atracción de la revisión
por parte de la Primera Sala de la SCJN, la dependencia ha promovido el
sobreseimiento, luego de que la empresas concesionarias de las vetas
mineras “Corazón de Tinieblas” y “Reducción Norte de Corazón de
Tinieblas” se desistieron de sus títulos .
Aun cuando el desistimiento benefició a 11 núcleos agrarios de seis
municipios, donde están asentadas 240 comunidades en un territorio de
168 mil 346 hectáreas, en noviembre del año pasado la SE puso nuevamente
en oferta esos lotes mineros, por lo que los comuneros se ampararon
nuevamente para que las llamadas “declaratorias de libertad no surtan
efecto”.
Agapito Cantú Manuel, presidente del comisariado ejidal de San Miguel
del Progreso, sostuvo que la intención de continuar litigando “es en
beneficio no sólo de nosotros, sino de los pueblos que se benefician de
los ríos que bajan de la Montaña, nosotros somos campesinos, vivimos de
lo que nos da nuestra madre tierra y no queremos vivir de otra forma, no
queremos que se contamine la tierra ni el agua, queremos conservar la
Montaña para nuestros hijos y nietos”.
Maribel González, abogada de Tlachinollan, explicó que el objetivo de
llevar el caso hasta la SCJN es que “aunque se ganaron los amparos, el
fondo de la violación a los derechos de los pueblos indígenas es la ley
minera, que no reconoce el derecho de los pueblos, no se está pidiendo
consulta sino que la ley se declare inconstitucional”.
González dijo que durante el litigio, la SE ha argumentado que a los
pueblos indígenas no les asiste la razón, toda vez que la minería es un
tema de utilidad pública, “pero ¿cómo puede ser de utilidad pública si
las riquezas del subsuelo son entregadas a empresas privadas que, según
la ley, tendrían facultades para expropiar la tierra de los campesinos?,
¿cómo pueden ser de utilidad pública ganancias privadas y estar por
encima de los derechos de los pueblos originarios, sobre los que se
funda la nación?”.
De declararse el sobreseimiento del amparo, advirtió, “lo que vendría
es interponer amparos conforme la SE entregue concesiones mineras sobre
el territorio indígena”.
Rogelio Teliz, abogado de Tlachinollan, explicó que en Guerrero la SE
ha otorgado 816 títulos de concesión para la extracción minera, que
implican 24% del territorio guerrerense.
Dijo que hasta ahora sólo operan tres mineras y lo hacen a cielo
abierto: en Carrizalillo, en Zumpango; Campo Morado, en Arcelia, y Media
Luna en Cocula, con secuelas negativas para el medio ambiente y la
salud para los habitantes de las inmediaciones.
Taurino Carrazco y Valerio Amado Solano, miembros de la CRAADT,
resaltaron que el proceso jurídico tiene carácter “preventivo”, porque
las minas no están operando por el momento, sino que únicamente estaban
en fase de exploración.
Aunque tienen información de los efectos nocivos de la minería, los
integrantes de la CRAADT señalaron que no han tenido acercamientos con
las autoridades comunitarias afectadas por la minería, porque “en esos
lugares opera el crimen organizado”.
Carrazco advirtió que uno de los motivos por los que se oponen a la
minería es precisamente de que al menos en Guerrero se ha demostrado
que, “donde hay mineras, está el crimen organizado, son quienes matan a
los líderes que están en contra de las mineras, y los que cobran cuotas,
por eso nuestra lucha es preventiva”.
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