5/21/2016

“Modelo médico mercantilista”, factor de violencia obstétrica



   Cesáreas, maltratos físicos y verbales, comunes en Argentina

 La violencia de género también se sufre en la sala de partos. Más de 50 por ciento de las mujeres no están informadas acerca de lo que los médicos harán en su cuerpo y en el de sus hijas e hijos durante y después de dar a luz.
 
Luego de encuestar a casi tres mil mujeres, el argentino Observatorio de Violencia Obstétrica (OVO) aseguró que los resultados son alarmantes. “Si no empezábamos a revelar los números seguíamos siendo anécdotas”, dijo Julieta Saulo, una de las fundadoras.
 
Más de la mitad de las madres se sintió en peligro, padeció el trato deshumanizado y fue criticada por sus actitudes: como por ejemplo llorar o gritar de dolor.
 
El 70 por ciento no pudo elegir una posición para parir que le fuera cómoda. Las acostaron en camillas, las conectaron a sueros y cables, sin siquiera poder moverse. Los bebés apenas tuvieron un primer contacto con sus mamás al nacer, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que no hay que separarlos.
 
Pero ellas desconocían esa información y no preguntaban. Decían “el médico sabe lo que hace” y entregaban toda su confianza a quienes traerían a su descendencia al mundo. “Hay un cortocircuito entre conocer nuestros derechos y hacerlos valer”, explicó Violeta Osorio, integrante de la agrupación Las Casildas durante la presentación de los resultados en el Museo Nacional del Cabildo, en esta capital argentina.
 
Uno de los datos en los que se hizo más hincapié en la charla fue que 46 por ciento de los nacimientos son por cesáreas: la OMS cree conveniente que la cifra no exceda el 15 por ciento de los casos.
 
Según los resultados del OVO, los institutos privados son los que más realizan esa práctica. “Hay una intervención sistemática en el parto fisiológico que es negocio redondo para los profesionales de la salud”, apuntó Ester Azzola, integrante del Observatorio.
 
Las cesáreas tienen consecuencias: condicionan a las mujeres para sus próximos embarazos, e influencian su vida sexual y reproductiva.
 
El sistema médico tiene una manera más perversa de lucrar: el servicio de neonatología. La semana media de gestación es demasiado temprana. Muchas de las encuestadas marcaron el nacimiento en la semana 36.
 
Esos bebés necesitaron asistencia médica porque no estaban listos para enfrentar la vida fuera del útero materno. “Son obligados a nacer antes de tiempo por el modelo médico mercantilista”, dijo Osorio. Pero eso no es todo: algunos son revisados por neonatólogos aunque no lo necesiten.
 
Los altos niveles de medicación con oxitocina sintética o la anestesia, administrados sin pedir consentimiento; los tactos vaginales hechos por más de dos personas; las prácticas prohibidas que ponen en riesgo la vida como la “Maniobra de Kristeller” (en la que se empuja la panza para apurar la salida del bebé) o el uso de fórceps (donde el médico utiliza pinzas para ayudarse); la inducción del parto a través de la rotura de bolsa artificial que puede ocasionar complicaciones; el corte del cordón umbilical antes de tiempo, y el “tratamiento” inmediato que recibe el bebé.
 
Para el OVO, la dignidad, la autonomía y los Derechos Humanos están siendo violentados. “El relato siempre es el mismo, sólo cambian el escenario y los actores”, abundó Julieta Saulo.
 
Según el OVO, Argentina está muy avanzada en las leyes que protegen a las mujeres de la violencia obstétrica, como la 26.485 –de protección integral a las mujeres– que integra también la violencia física, sexual, psicológica, económica y laboral, y la 25.929 de protección del embarazo y del recién nacido.
 
En octubre, a un año de la inauguración del OVO, presentarán un informe más detallado. En la jornada de ayer –que coincidió con la semana del parto respetado– mostraron dos nuevos instrumentos que serán implementados a partir de ahora: una guía para el plan de parto y nacimiento, y otra de mecanismos de denuncia.
 
Además, armaron un protocolo que ampara a las mujeres que denuncian los malos tratos. Saulo acotó: “Si hay algo que pudimos constatar con estos resultados es que todas fueron víctimas, algunas más y otras menos”.
 
*Este artículo fue retomado del portal de noticias Cosecha Roja.



Imagen retomada del portal de noticias Cosecha Roja
Por: Agustina Lanza*
Cimacnoticias | Buenos Aires, Arg.-

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