Chiapas nos da lecciones todo el tiempo. Y es que es una entidad donde
el contraste es la constante. Tiene una naturaleza y una riqueza
cultural maravillosas, pero sus desigualdades sociales son inaceptables.
En fechas recientes mostró sus contrastes en materia democrática. Y lo
que ahí sucedió le dio buenas lecciones a todo el país.
Quiero empezar por el principio, y para ello debo traer a la memoria
aquel Pacto por México. ¿Se acuerda? Ese bonito nombre que, en realidad,
significó que tres hombres (poco más, quizás) se pusieran de acuerdo
sobre asuntos torales para el país.
Uno de los puntos que se puso en la mesa fue centralizar los procesos
electorales de las distintas entidades, para quitar las manos de los
gobernadores en las elecciones locales (poco más o menos, así lo
dijeron).
En el camino de los acuerdos, sacaron un Frankenstein. Y, al parecer, de
todas maneras los gobernadores siguen metiendo las manos y el pie
(literalmente) en órganos y procesos electorales de cada estado.
Como me dijo un joven: los gobernadores siguen haciendo lo mismo, nada más que ahora dan más vueltas y les sale más caro.
Chiapas es hoy emblemático en este sentido. Con las nuevas normas se
eligió a siete personas para integrar el Consejo General del Instituto
de Elecciones y Participación Ciudadana de Chiapas (IEPC). La mayoría
con importantes trayectorias académicas y de servicio público.
Pero, a la hora de aceptar el registro de las candidaturas durante el
proceso electoral del año pasado, pasaron por alto el más elemental
cumplimiento legal con la paridad de género. Las brechas entre mujeres y
hombres postulados eran escandalosas, particularmente en las
candidaturas del partido en el poder (PVEM) y su socio (PRI).
En la sesión pública es notable cómo ese punto se aprueba sin chistar en
menos de un minuto. ¿Qué pasó? Puedo suponer muchas cosas. Parecía que
cumplían órdenes. Por la buena o por la mala, como se suelen cumplir
órdenes en esa entidad y en otras.
En el camino cometieron otras faltas graves, como la alteración del
listado nominal de votantes en el extranjero y otras que se calificaron
de manipulación y fraude.
Y en ese contexto, un grupo de mujeres se organizó en una extraordinaria
red y se movilizó en serio. Me encantan sus siglas: Repare (Red Chiapas
por la Paridad Efectiva). Ellas hicieron alianzas con la Red Mujeres en
Plural, denunciaron, presionaron, interpusieron juicios.
A días de la jornada electoral, en una sentencia histórica, la Sala
Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
(TEPJF), obligó a los partidos a cumplir con la paridad, y le ordenó al
Instituto Nacional Electoral (INE) iniciar una investigación y, en su
caso, sancionar a las personas responsables.
A duras penas los partidos cumplieron la sentencia, valiéndose en varios
casos de subterfugios o triquiñuelas. En general, las elecciones en
Chiapas pasarán a la historia por ser de las más desaseadas, irregulares
e ilegales en muchos años. Y eso, en nuestro país, ¡ya es decir!
En febrero pasado, el INE tuvo una sesión que dejó muy mal sabor de
boca. Pues aunque su consejero presidente, Lorenzo Córdova, señaló que
las ilegalidades tenían “reminiscencias de las perores épocas de nuestro
pasado político autoritario”, y siete de los 11 integrantes del Consejo
General del INE votaron por destituir a todo el Consejo de Chiapas, no
pudieron.
Resulta que por ley se requerían ocho votos. Y Benito Nacif, Marco
Baños, Javier Santiago y Enrique Andrade votaron en contra. En los
hechos dejaron el mensaje de que la ilegalidad no es tan grave. Y sólo
destituyeron a tres, como para no dejar.
Pero el pasado 11 de mayo el caso llegó de nuevo a la Sala Superior del
TEPJF. Y, de nuevo, emitió una sentencia histórica: Ordenó la
destitución de las cuatro personas restantes del Consejo General del
IEPC.
La sentencia envió dos fuertes mensajes a todos los órganos electorales
del país: 1) La paridad de género no es opcional, y 2) La ilegalidad de
un órgano electoral es grave e inaceptable.
Desde luego, las históricas sentencias no resuelven el problema de fondo. Pero eso es otra historia.
Por lo pronto, y toda vez que hay en marcha procesos electorales en
diversos estados del país, recuerdo el dicho: “Si ves las barbas de tu
vecino cortar…”.
Apreciaría sus comentarios: cecilialavalle@hotmail.com
*Periodista de Quintana Roo, feminista e integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.
Foto: Chiapas Paralelo/Viridiana Espinosa
Cimacnoticias | Quintana Roo.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario