Barcelona, 17 may. 16. La Independent/AmecoPress.- Cada
vez son más las acciones que se organizan en las ciudades europeas de
rechazo de la política de la Unión respecto a los refugiados.
Los testimonios, estos días, de los activistas que se desplazan sobre
todo en Grecia, ponen en evidencia una política tan injusta como falta
de humanidad y respeto por la dignidad de las personas refugiadas.
Una de estas activistas es Anna Palou, miembro de ‘Stop Mare
Mortum’, que el viernes 8 de mayo ha vuelto a Grecia, donde ya estuvo
semanas atrás.
¿Cuándo fuiste a Grecia por primera vez y porque?
Fuimos
un grupo de siete personas de ’Stop Mare Mortum’ a mediados de enero.
Primero fuimos a la isla de Lesbos. Hace un mes fuimos a Idomeni. Ahora
volvemos.
¿Las cosas han cambiado mucho desde tu primera
estancia en Lesbos e Idomeni? A Lesbos parece que llegan menos
refugiados por mar, aunque hay informaciones contradictorias...
Continúa
llegando gente a pesar de los acuerdos de la Unión Europea. Llega
menos. Les ponen más impedimentos para llegar. Sí que hay algunas barcas
que son rescatadas por entidades u ongs como ’Proactiva Open Arms’,
pero muchas son interceptadas por la OTAN, Frontex o la guardia costera
griega. Si las encuentran en aguas turcas las devuelven hacia Turquía.
Si lo hacen en aguas griegas, trasladan a las personas hasta la costa
griega y al campo de Moria, que antes era un campo de registro y ahora
es un campo de detención.
¿Qué tenéis previsto hacer en Idomeni?
Vamos
para continuar viendo cuáles son las entidades que trabajan sobre el
terreno, qué cambios se han producido estos últimos meses... Estamos en
una situación en la que ni la Unión Europea, ni los estados, ni Grecia
saben cómo manejar. Está cambiando constantemente.
Vemos que la
gente continúa estancada en el campo de Idomeni, que no es un campo sino
un asentamiento espontáneo. Es uno de los muchos lugares donde hay
personas posibles solicitantes de asilo en toda Grecia. En Grecia hay
más de cincuenta mil personas que están esperando para cruzar esta
frontera.
Por lo tanto, vamos a ver cómo está el trabajo en el
terreno, cuáles son las entidades que están trabajando, que varían
mucho, y trasladar esta información aquí para continuar haciendo el
trabajo de sensibilización, movilización e incidencia política que es
nuestra tarea.
¿La problemática de las mujeres refugiadas está invisibilizada en los medios? ¿No se las tiene suficientemente en cuenta?
Es
verdad que las mujeres, no sólo en la situación actual de las
refugiadas en Grecia, son invisibilizadas en los conflictos, a pesar de
que tienen un papel muy importante, que normalmente es el de la
resistencia y mantener la unidad familiar cuando muchas veces el marido
tiene que ir a combatir o es perseguido políticamente. Las mujeres
tienen que seguir con la familia y lo hacen con la poca visibilidad que
les dan la sociedad y los propios medios.
En el asentamiento de
Idomeni pasa esto. Esta crisis humanitaria se caracteriza por el
traslado en unidades familiares y no tanto en el desplazamiento de una
persona y la reunificación familiar posterior, por todos los obstáculos
que se ponen a esta reunificación y acentuado por el conflicto de Siria.
Las
mujeres mantienen la dignidad. No se pueden permitir caer en el
alcoholismo, estar depresivas, dejarse ir... Su forma de lucha es
arreglar la tienda, que esté impecable, peinarse, maquillarse, lavar la
ropa, cuidar de los hijos, hacer la comida como pueden... mantener los
mínimos de dignidad. Pero también resisten de forma activa. Cuando hay
movilizaciones también salen a cortar las calles y hacen resistencia. Y
se quejan cuando les llevan comida en mal estado o les quitan la
asistencia sanitaria.
En asentamientos como Idomeni hay muchos niños y niñas
Las
mujeres tienen el papel de mantener la familia. No se puede
generalizar, como en todas partes, pero los hombres tienden más a
marchar de la tienda, estar por el campo... Nos explicaron casos de
alcoholismo, de depresión, que las mujeres no se pueden permitir. Se
encargan de los niños tan bien como pueden. Hay familias que pueden
tener ocho miembros, con cuatro o cinco hijos. Y ellas están al pie del
cañón, sin desfallecer.
’Stop
Mare Mortum’ convoca cada semana una protesta en la puerta de la
delegación de la Comisión Europea y el Parlamento Europeo en Barcelona
para denunciar su política en la crisis de los refugiados. La última
propuesta que ha hecho la Comisión es que los países paguen 250.000
euros por cada refugiado que se nieguen a acoger. ¿Qué te parecen estas
medidas?
Quien toma las decisiones no es tanto la Unión
Europea o el Parlamento Europeo, como los jefes de Estado. De hecho, el
Parlamento Europeo se ha posicionado varias veces a favor de vías de
acceso seguras al territorio. Los jefes de Estado quieren mantener su
soberanía y no quieren que nadie por encima se la quite. Se demuestra,
una vez más, que la Unión Europea no es una unión política sino
económica o de intereses particulares. Creo que estas sanciones no se
acabarán aplicando porque los estados no las aceptarán. Amenazarán con
no aprobar tratados como el TTIP o poner otras barreras para no pagar
las sanciones. Negociarán para que no se apliquen.
Los estados
preferirían pagar antes que aceptar refugiados. Del mismo modo que
ciertos países prefieren pagar a otros países para poder emitir más
gases contaminantes a la atmósfera.
No son medidas que puedan
hacer presión sobre los estados. En definitiva se trata de voluntad
política. No debemos caer en el error de mercantilizar los derechos
humanos. El derecho al asilo es un derecho reconocido en el artículo 14
de la Carta de los Derechos Humanos. Por tanto, es un derecho que tiene
cada persona, un derecho humano que tenemos que garantizar. La persona
tiene que acceder a solicitar el asilo. Luego está la trampa, que es que
los estados tienen la última palabra para aceptar o no la solicitud de
asilo.
Siempre tenemos que garantizar que la persona pueda acceder
a ese derecho. Ahora se está vulnerando porque la Unión Europea y los
estados han decidido que no puede pedir el asilo hasta que no pisa el
territorio. Esto quiere decir que hasta que no llegue a España no puede
pedir asilo allí. Pero no les ponemos las facilidades para que puedan
acceder al asilo desde otros territorios.
Se les pone todo tipo de obstáculos
Podrían
pedir el asilo en embajadas en los países de origen o tránsito. En
Siria no puede ser ahora porque está cerrada la embajada española pero
se podría hacer en Turquía. Pero se ha suprimido esta posibilidad.
Es necesario, pues, seguir protestando cada lunes ante la delegación de la Comisión Europea
No
hay que desfallecer, claro, con las caceroladas, cada lunes, a las 8 de
la tarde. Sobre todo el lunes 9 de mayo, Día de Europa. Es importante
estar allí y decir que esta Europa no nos representa.
Fotos Sicom.
Internacional – Mujeres del Mundo – Derechos Humanos
– Violencia en conflicto armado – Infancia – Cooperación. 17 may. 16.
AmecoPress.
Grecia: Las refugiadas mantienen la dignidad de los campamentos
Internacional,
Infancia,
Mujeres del mundo,
Derechos humanos,
Cooperacion,
Violencia en conflicto armado,
Barcelona,
Miércoles 18 de mayo de 2016, por Judit Aranda,
Siscu Baiges
Barcelona, 17 may. 16. La Independent/AmecoPress.- Cada
vez son más las acciones que se organizan en las ciudades europeas de
rechazo de la política de la Unión respecto a los refugiados.
Los testimonios, estos días, de los activistas que se desplazan sobre
todo en Grecia, ponen en evidencia una política tan injusta como falta
de humanidad y respeto por la dignidad de las personas refugiadas.
Una de estas activistas es Anna Palou, miembro de ‘Stop Mare
Mortum’, que el viernes 8 de mayo ha vuelto a Grecia, donde ya estuvo
semanas atrás.
¿Cuándo fuiste a Grecia por primera vez y porque?
Fuimos un grupo de siete personas de ’Stop Mare Mortum’ a mediados de
enero. Primero fuimos a la isla de Lesbos. Hace un mes fuimos a
Idomeni. Ahora volvemos.
¿Las cosas han cambiado mucho desde tu primera estancia en
Lesbos e Idomeni? A Lesbos parece que llegan menos refugiados por mar,
aunque hay informaciones contradictorias...
Continúa llegando gente a pesar de los acuerdos de la Unión Europea.
Llega menos. Les ponen más impedimentos para llegar. Sí que hay algunas
barcas que son rescatadas por entidades u ongs como ’Proactiva Open
Arms’, pero muchas son interceptadas por la OTAN, Frontex o la guardia
costera griega. Si las encuentran en aguas turcas las devuelven hacia
Turquía. Si lo hacen en aguas griegas, trasladan a las personas hasta la
costa griega y al campo de Moria, que antes era un campo de registro y
ahora es un campo de detención.
¿Qué tenéis previsto hacer en Idomeni?
Vamos para continuar viendo cuáles son las entidades que trabajan
sobre el terreno, qué cambios se han producido estos últimos meses...
Estamos en una situación en la que ni la Unión Europea, ni los estados,
ni Grecia saben cómo manejar. Está cambiando constantemente.
Vemos que la gente continúa estancada en el campo de Idomeni, que no
es un campo sino un asentamiento espontáneo. Es uno de los muchos
lugares donde hay personas posibles solicitantes de asilo en toda
Grecia. En Grecia hay más de cincuenta mil personas que están esperando
para cruzar esta frontera.
Por lo tanto, vamos a ver cómo está el trabajo en el terreno, cuáles
son las entidades que están trabajando, que varían mucho, y trasladar
esta información aquí para continuar haciendo el trabajo de
sensibilización, movilización e incidencia política que es nuestra
tarea.
¿La problemática de las mujeres refugiadas está invisibilizada en los medios? ¿No se las tiene suficientemente en cuenta?
Es verdad que las mujeres, no sólo en la situación actual de las
refugiadas en Grecia, son invisibilizadas en los conflictos, a pesar de
que tienen un papel muy importante, que normalmente es el de la
resistencia y mantener la unidad familiar cuando muchas veces el marido
tiene que ir a combatir o es perseguido políticamente. Las mujeres
tienen que seguir con la familia y lo hacen con la poca visibilidad que
les dan la sociedad y los propios medios.
En el asentamiento de Idomeni pasa esto. Esta crisis humanitaria se
caracteriza por el traslado en unidades familiares y no tanto en el
desplazamiento de una persona y la reunificación familiar posterior, por
todos los obstáculos que se ponen a esta reunificación y acentuado por
el conflicto de Siria.
Las mujeres mantienen la dignidad. No se pueden permitir caer en el
alcoholismo, estar depresivas, dejarse ir... Su forma de lucha es
arreglar la tienda, que esté impecable, peinarse, maquillarse, lavar la
ropa, cuidar de los hijos, hacer la comida como pueden... mantener los
mínimos de dignidad. Pero también resisten de forma activa. Cuando hay
movilizaciones también salen a cortar las calles y hacen resistencia. Y
se quejan cuando les llevan comida en mal estado o les quitan la
asistencia sanitaria.
En asentamientos como Idomeni hay muchos niños y niñas
Las mujeres tienen el papel de mantener la familia. No se puede
generalizar, como en todas partes, pero los hombres tienden más a
marchar de la tienda, estar por el campo... Nos explicaron casos de
alcoholismo, de depresión, que las mujeres no se pueden permitir. Se
encargan de los niños tan bien como pueden. Hay familias que pueden
tener ocho miembros, con cuatro o cinco hijos. Y ellas están al pie del
cañón, sin desfallecer.
’Stop Mare Mortum’ convoca cada semana una protesta en la
puerta de la delegación de la Comisión Europea y el Parlamento Europeo
en Barcelona para denunciar su política en la crisis de los refugiados.
La última propuesta que ha hecho la Comisión es que los países paguen
250.000 euros por cada refugiado que se nieguen a acoger. ¿Qué te
parecen estas medidas?
Quien toma las decisiones no es tanto la Unión Europea o el
Parlamento Europeo, como los jefes de Estado. De hecho, el Parlamento
Europeo se ha posicionado varias veces a favor de vías de acceso seguras
al territorio. Los jefes de Estado quieren mantener su soberanía y no
quieren que nadie por encima se la quite. Se demuestra, una vez más, que
la Unión Europea no es una unión política sino económica o de intereses
particulares. Creo que estas sanciones no se acabarán aplicando porque
los estados no las aceptarán. Amenazarán con no aprobar tratados como el
TTIP o poner otras barreras para no pagar las sanciones. Negociarán
para que no se apliquen.
Los estados preferirían pagar antes que aceptar refugiados. Del mismo
modo que ciertos países prefieren pagar a otros países para poder
emitir más gases contaminantes a la atmósfera.
No son medidas que puedan hacer presión sobre los estados. En
definitiva se trata de voluntad política. No debemos caer en el error de
mercantilizar los derechos humanos. El derecho al asilo es un derecho
reconocido en el artículo 14 de la Carta de los Derechos Humanos. Por
tanto, es un derecho que tiene cada persona, un derecho humano que
tenemos que garantizar. La persona tiene que acceder a solicitar el
asilo. Luego está la trampa, que es que los estados tienen la última
palabra para aceptar o no la solicitud de asilo.
Siempre tenemos que garantizar que la persona pueda acceder a ese
derecho. Ahora se está vulnerando porque la Unión Europea y los estados
han decidido que no puede pedir el asilo hasta que no pisa el
territorio. Esto quiere decir que hasta que no llegue a España no puede
pedir asilo allí. Pero no les ponemos las facilidades para que puedan
acceder al asilo desde otros territorios.
Se les pone todo tipo de obstáculos
Podrían pedir el asilo en embajadas en los países de origen o
tránsito. En Siria no puede ser ahora porque está cerrada la embajada
española pero se podría hacer en Turquía. Pero se ha suprimido esta
posibilidad.
Es necesario, pues, seguir protestando cada lunes ante la delegación de la Comisión Europea
No hay que desfallecer, claro, con las caceroladas, cada lunes, a las
8 de la tarde. Sobre todo el lunes 9 de mayo, Día de Europa. Es
importante estar allí y decir que esta Europa no nos representa.
Fotos Sicom.
Internacional – Mujeres del Mundo – Derechos Humanos
– Violencia en conflicto armado – Infancia – Cooperación. 17 may. 16.
AmecoPress.
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