(18 de agosto, 2016. Revolución TRESPUNTOCERO).- La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) invisibiliza
las violaciones graves a los derechos humanos; por ello determina como
violación a éstos (recomendaciones) menos del 1% de las quejas que
tramita, aseguró la organización Efecto Útil al presentar el Informe Previo Efecto Útil sobre la CNDH.
En el Museo Casa de la Memoria Indómita, la organización no gubernamental desglosó el documento que consta de 64 páginas, en éste afirma que la CNDH tiene prácticas institucionalizadas que revictimizan a las personas que solicitan su apoyo y evitan el conocimiento de situación de los derechos humanos en el país.
El informe señaló que la evaluación del desempeño de la CNDH fue sobre el cumplimiento del mandato constitucional que se otorga a la CNDH, el cual abarca las tres áreas: promover, supervisar y proteger los Derechos Humanos según los Principios de París.
Al respecto Cuauhtémoc Rueda Luna, director de la ONG Efecto Útil, Monitoreo
de Organismos Públicos de Derechos Humanos, precisó que “el problema
central que afecta a esta institución para la atención de quejas es la
negación de las violaciones graves de los derechos humanos,
convirtiéndose la misma CNDH en un ente violador de derechos humanos”.
El especialista señaló que este informe fue turnado al Subcomité de Acreditación del Comité Internacional de Coordinación de las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para su observación.
Al respecto Cuauhtémoc Rueda reflexionó que hasta este momento, la CNDH
es la única institución que puede vigilar la actuación de los restantes
32 organismos públicos locales de derechos humanos. “Sin embargo, es preocupante este criterio ya que también implica que la CNDH no puede ser vigilada en el cumplimiento de sus obligaciones respecto de las víctimas de violaciones de derechos humanos”, señaló.
Opacidad en la CNDH
Por otra parte de acuerdo con información de la misma CNDH
el número de expedientes totales de los que tuvo conocimiento en el
periodo 2004-2015, fueron 83 mil 418 de estos 5 de cada 10 casos son considerados como no violatorios de derechos humanos, y menos de 1 de cada 10 habría sido violación a derechos humanos.
“En reiteradas ocasiones se ha criticado el uso de la conciliación porque genera opacidad respecto de la actuación de las autoridades. Así, Human Rights Watch, en el 2008 señalaba que: aún cuando recurrir en forma sostenida a los acuerdos de conciliación genera beneficios, la CNDH realiza más concesiones de las necesarias —en términos de no divulgación de información— para lograr estos acuerdos”, precisa el documento.
Para Cuauhtémoc Rueda estos números son una alerta amarilla en la actuación de la CNDH, “esto debería preocupar a cualquier observador si se atiende a que la CNDH ha determinado que sólo en 0.8% de sus expedientes se ha comprobado la violación de derechos humanos.
“Los problemas que representan la falta de transparencia de la CNDH,
no sólo respecto de las conciliaciones sino respecto de otros ámbitos
de su trabajo, genera que las víctimas de abusos y el público no
obtengan acceso a información crucial que la CNDH tiene.
“La falta de transparencia no es el mayor problema; estas prácticas y políticas institucionales dan lugar a que los casos de violaciones graves de derechos humanos, sean susceptibles a atenderse como si fueran casos no graves”. De acuerdo a la información del periodo 2004 – 2015 en la CNDH existe una dinámica institucional que no da cuenta adecuadamente de la obligación de investigar y determinar si existieron o no violaciones de derechos humanos.
El universo de la CNDH indica que de 10 mil 087 casos de presuntas violaciones graves en un importante número de casos, la CNDH
no investiga y determina si existieron o no violaciones de derechos
humanos, pues a pesar de ser violaciones graves resuelve en cada 4 de
cada 10 mediante el enfoque de intereses o conciliación.
“Esta situación es grave dado que la
conclusión por estos medios no tienen la publicidad que las
Recomendaciones o los acuerdos de no responsabilidad por lo que se crea
un ámbito de opacidad. No es claro de qué forma se podrían haber
solucionado o conciliado casos de violaciones graves, ya que por
principio no tendrían forma de lograr la restitución de los derechos de
las personas, sino únicamente otras formas de reparación (indemnización,
rehabilitación, medidas de satisfacción y garantías de no repetición) de las cuales no es posible dar cuenta adecuadamente.
“El uso de esta causal es preocupante ya que, además de que su uso por la CNDH no está regulado en su normativa, ni en sus manuales de procedimiento, ni en la jurisprudencia mexicana aplicable, o en alguna otra fuente que dé algún tipo de certeza jurídica respecto de su utilización”, indicó Rueda Luna.
A manera de conclusión el informe señala que la CNDH
tiene acceso a información importante respecto de las violaciones de
derechos humanos en el país, pero ésta información carece de publicidad
como consecuencia de que sólo sus recomendaciones reciben la publicidad
adecuada. Así las inadecuadas prácticas de investigación y de
determinación de los casos en la institución, producen una baja emisión
de recomendaciones, lo cual genera un preocupante ámbito de opacidad.
Finalmente el texto señala que el uso excesivo de la conciliación muestra prácticas institucionalizadas
que inciden en que un número importante e indeterminado de víctimas de
violaciones graves de derechos humanos, se vean sin acceso a sus
derechos a la verdad, justicia y reparación, además existe una preocupante práctica de subcalificación
de los casos de tortura para calificarlos como tratos crueles,
inhumanos o degradantes, estos últimos, que son la inmensa mayoría, son
tratados bajo el enfoque de intereses, por lo que se encuentran sujetos a
un ámbito de opacidad que no es apropiado para las víctimas ni para el
interés público.
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