Enfrentará un tercer juicio en noviembre
Durante once años, la Fiscalía General de la República de El Salvador se
ha ensañado judicialmente con Sonia Tabora, ya que en 2005 fue acusada
de aborto y encarcelada, luego liberada en 2012 y ahora será sometida a
un tercer juicio, el próximo primero de noviembre, luego de que dicha
autoridad solicitó la revisión de la sentencia porque la considera
culpable, denunció la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del
Aborto en ese país.
Sonia es una de las mujeres acusadas de aborto en El Salvador, país
donde no se permite el procedimiento bajo ninguna causa, lo que llevó a
diversas agrupaciones civiles a lanzar la campaña “Por la Libertad de las 17”
para defender a las mujeres que son criminalizadas por aborto y
homicidio agravado, cuando en realidad tuvieron embarazos precipitados,
emergencias obstétricas o abortos espontáneos.
JUSTICIA DESALENTADORA
La experiencia de Sonia con el sistema de impartición de justicia del
país centroamericano ha sido “desalentadora”, señala un comunicado de la
agrupación civil. Relata que cuando Sonia tenía 18 años, fue en busca
de trabajo a la ciudad de El Salvador, en donde fue víctima de violación
en la estación de autobuses de Sonsonate.
Al denunciar el delito, el agresor fue detenido, pero el juez que llevó
el caso lo puso en libertad, porque Sonia Tabora no pudo acudir al
juicio a declarar, ya que sus jefes no la dejaron faltar a su trabajo.
Después, Sonia conoció a un hombre con quien entabló una relación, que
resultó en embarazo, pero él la abandonó y ella decidió no revelarlo por
temor a perder el trabajo o a represalias de su familia.
“El 19 de febrero de 2005 (…) estando de 7 meses de embarazo, sintió
dolores abdominales, pensó que eran deseos de defecar y fue al cafetal
pues en su casa no tenían letrina. Allí estando ella sola, tuvo un parto
precipitado sin que nadie la atendiera. Su hermana y su padre la
encontraron en el monte sangrando, en estado de shock y sin habla”,
señala la agrupación.
Sus familiares la llevaron a la Unidad de Salud más cercana y ahí, aún
en estado de shock, le explicó al médico Mauricio Ernesto Flores Morales
lo que le había sucedido.
El médico faltó a su secreto profesional, “se jactó de haberle sacado la
verdad e informó a la policía, acusándola de aborto provocado”. Como no
había evidencia de que se hubiera provocado el aborto, la Fiscalía
cambió la acusación a homicidio agravado.
Desde ese 19 de febrero de 2005 Sonia ya no regresó a su casa: pasó de
la cama de la Unidad de Salud a la cárcel, recuerda la asociación civil.
Sonia Tabora pasó 7 años en prisión acusada por homicidio agravado con
una pena de 30 años de cárcel porque, según la sentencia, “incumplió
deberes de cuidado con su hija recién nacida”.
En los años en los que estuvo presa, sufrió depresión y casi no tuvo
contacto con sus familiares, ya que no tenían recursos económicos para
viajar al penal. En junio del 2012, la Agrupación Ciudadana por la
Despenalización del Aborto conoció su situación y asumió su
representación legal. La agrupación presentó un recurso de “revisión de
sentencia condenatoria” ante el Tribunal de Sentencia de Sonsonate.
El 14 de agosto 2012 el Tribunal anuló la anterior sentencia
condenatoria, poniendo en inmediata libertad a Sonia, ya que no se
presentaron pruebas científicas que comprobaran que existió homicidio
agravado.
“A partir de que recuperó su libertad, intentó rehacer su vida,
regresando a vivir a su cantón a la casa de su padre. Actualmente es
madre de un niño de 2 años de edad. Sin embargo, el Sistema Judicial
sigue ensañándose con ella”, indica la agrupación que la representa
legalmente.
Tabora acudió al Tribunal de Sentencia de Sonsonate el pasado 12 de
agosto, para enfrentar el tercer juicio, pero la diligencia no se pudo
realizar, ya que faltaron dos jueces, por lo que fue reprogramada para
noviembre.
Imagen retomada de FB: Las17ElSalvador
Por: Gema Villela Valenzuela
Ciudad de México
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