Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
El desplegado Tutelen la unidad de nuestro partido, garanticen la imparcialidad y cumplan sus obligaciones, dirigido
a la Comisión Permanente y firmado por 18 personajes del Partido Acción
Nacional e insertado en varios periódicos, pone negro sobre blanco las
diferencias entre componentes de la docena de familias que administran
al PAN con la vista puesta en la selección del candidato presidencial,
particularmente entre los partidarios de Margarita Zavala, impulsada en
forma abierta por Felipe Calderón y por ello con un alto costo que
tendrá que pagar la abogada, y el presidente Ricardo Anaya.
Un
dato da idea del disenso entre los calderonistas y Anaya Cortés. Dicen
los primeros: “Sostenemos que es incorrecta la utilización de todos los spots
a los que tiene derecho el partido para el posicionamiento de la imagen
personal de un dirigente. No existe un solo presidente de partido, ni
siquiera el tan criticado presidente de Morena (Andrés Manuel López
Obrador) que haya aparecido en tal cantidad de spots de radio y televisión en un solo año”.
Así,
al odiado AMLO por la cúpula blanquiazul y particularmente por Felipe
Calderón y su grupo, ahora lo ponen de ejemplo de cómo ni el tabasqueño
de Macuspana –defraudado por aquél en la elección presidencial de 2006–,
llega al extremo del queretano de la capital.
Y
sobre la principal acusación respecto a lo disparejo del piso en la puja
por la candidatura, el dirigente de 37 años de edad que resultó más
listo y gandalla que Calderón Hinojosa y sus hombres que apoyan a Zavala
Gómez del Campo, responde: “La normalidad en todo el mundo democrático
es que sean los dirigentes de los partidos los voceros de los mismos”.
El
señalamiento principal de los 18 distinguidos es que Ricardo Anaya es
un “proto-aspirante a la Presidencia de la República” que utiliza su
cargo y los recursos de ese partido para posicionar su imagen, e instan a
la Comisión Permanente del Consejo Nacional a poner freno a la
autopromoción.
Entre los firmantes figura Ernesto
Cordero, el delfín de Felipe del Sagrado Corazón de Jesús para
sustituirlo en Los Pinos y para lo cual ambos usaron y abusaron de los
recursos públicos y el cargo de secretario de Hacienda para apuntalarlo,
con los resultados por conocidos y la amargura que lo acompaña. O el
también senador Roberto Gil Zuarth por la gracia del padrino Calderón.
Con
excepciones, pero estamos ante la típica reacción hipócrita de criticar
y hasta condenar lo que no favorece, pero que ambos practicaron y
también Gustavo Madero. El alumno Anaya superó al maestro Madero, y ya sabemos que en la política a la mexicana es incorrecto que el segundo sea rebasado.
En
lo que coinciden los grupos (o “tribus”) de interés del panismo es en
que “sería un error histórico” que el partido se dividiera en estos
momentos, pues están en una condición “inmejorable” para volver a la
Presidencia.
Ricardo Anaya promete revisar el
documento “con enorme apertura”, incluso reconoce que ha faltado
transparencia y el diálogo entre los miembros del PAN, a fin de ponerse
de acuerdo sobre cuál sería el camino para lograr una candidatura de
unidad, pero deja clarísimo que no abandona la presidencia blanquiazul y
su posible candidatura la definirá hasta mediados de 2017.
Hay
tensiones y desencuentros para largo rato en la cúpula panista. Y los
sueños del matrimonio Calderón-Zavala podrían no materializarse de la
mejor manera posible.
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