Aunque ya son
hechos anteriores, hace poco se anunció el descubrimiento de seis
yacimientos de crudo ligero en suelo profundo, y de crudo superligero en
aguas someras.
Todos estos yacimientos están en la costa del Golfo de México, frente
a las costas de Tamaulipas y Veracruz. La descripción es optimista,
pero en ese anuncio no se confiesa un dato importante: que se trata de
entregar las obras a trasnacionales, como para ellos ya es costumbre. Ya
ni acordarse quieren de la Nacionalización Petrolera y las décadas
siguientes.
Más bien, los datos recientes refuerzan la imagen de bajada económica
de Pemex. Las previsiones para 2017 se reducen. Las previsiones de la
Secretaría de Hacienda implicaron una rebaja de la producción petrolera
frente a la de este año, de 9.5 por ciento.
La producción de petróleo de Pemex bajaría de 2 millones 130 mil
barriles diarios previstos para este año, a un millón 928 mil barriles
en 2017, lo que significa una caída de 9.5 por ciento.
Se sigue planteando que habría un crecimiento de más de 2 por ciento,
cuando en Estados Unidos los precios han estado abajo de 1.5 por ciento
(los dos primeros trimestres, 0.2 y 1.2 por ciento), y aquí la economía
de 2017 está llena de recortes del gasto.
Esa baja del petróleo es parte de una situación crítica en el sector,
que es parte de la virtual situación de crisis a la que estamos
entrando, por más que la quieran ocultar.
Hace más de un mes, el 14 de septiembre, se publicó un artículo intitulado Descubrió Pemex seis yacimientos de crudo ligero y superligero,
lo cual se anuncia como una fiesta, y se desea ocultar que sólo los
quieren para su entrega a trasnacionales a las cuales los van a
concursar.
Con la tijera gubernamental se sigue reduciendo personal, producción y
operación; ahorcando a Pemex, se estrangula a lo que fue un orgullo
nacional, y ahora, ni para las verduras.
Nos enteramos, hace unas semanas, de que entre las
trasnacionales que concursan para el campo Trión estaban cuatro de las
compañías extranjeras que fueron expropiadas cuando se dio la
Nacionalización del Petróleo. Regresan para ser ex expropiadas. Ya
pueden los funcionarios seguir y ampliar las entregas sin que la cara se
les ponga roja de vergüenza porque ya se acostumbraron a los delitos
permanentes.
Y por la agencia Reuters nos enteramos de que Pemex recibiría una
mínima parte de los recursos obtenidos. Más entrega, difícilmente puede
existir.
Algún día el petróleo mexicano volverá a ser de la nación. Lo mismo
se decía después de las entregas de Miguel Alemán (mucho menores de las
actuales), y después de la salida de éste empezó un proceso de
recuperación, y éste se volvió en 1960, con la prohibición de los
contratos en Pemex y la nacionalización de la industria eléctrica, de la
generación y actividades asociadas, en la recuperación de las
actividades estratégicas de la energía, petróleo e instalaciones
eléctricas de servicio público.
Algunas de las consecuencias: hasta el Banco de México anuncia que
van a aumentar los precios de alimentos básicos. Ya están
incrementándose, y seguirán, y eso, evidentemente, reduce aún más el
salario real. Se anuncian alzas de energéticos para 2017, y son de
porcentaje muy superior a los ingresos del pueblo.
Pueden presumir los funcionarios una y otra vez, pero ya nadie les
cree. Podrán hacerse multimillonarios, pero ellos mismos están echando a
pique al gobierno que encabezan. Lo peor es que cuando caiga el PRI
subirá nuevamente el PAN. Y la izquierda, bien dividida.
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