Jessica Xantomila
Periódico La Jornada
Las sobrevivientes de tentativa de feminicidio estuvieron
a punto de ser asesinadas por sus parejas o por desconocidos que antes
de pretender matarlas las violentaron de diversas maneras.
Becky es una de ellas: después de tres años de relación con
su concubino, en la que vivió violencia sicológica, patrimonial y
sexual, un día decidió dejarlo y eso provocó que él la golpeara al grado
de que permaneció 15 días en coma.
Al momento de la agresión ella intentó alejarse, pero él la alcanzó,
la tomó del hombro, la jaló para tenerla de frente y le dio un fuerte
golpe en el estómago.
Me doblé, sentí que se me fue el aire, los órganos los sentía atrás. No puedo explicarlo bien. Fue un gran dolor, no podía respirar. Entré en pánico. Perdí el conocimiento. Ya venía otro golpe.
No supo qué más pasó. Lo siguiente que recuerda fue que estaba en el
hospital. Los médicos le dijeron que sus pulmones colapsaron y estuvo 15
días en coma.
Su familia le dijo que su pareja estuvo en el nosocomio, que él la
llevó y dijo que los habían asaltado y que a ella la habían golpeado.
Tras el coma, Becky le pidió que se fuera y aunque intentó denunciar,
en el Ministerio Público le dijeron que no podía porque había pasado
más de un mes y quizá después lo perdonaría. Lo único que logró fue una
orden de restricción.
Las secuelas, narró, continúan.
Estaba perdiendo hasta la vida por una relación.
Las mujeres que pasan por esta situación son revictimizadas, las
autoridades no califican las agresiones como tentativa de feminicidio,
pues les dicen que si las querían matar lo hubieran hecho. Según el
Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) no hay
estadísticas del número de mujeres que pasan por situación y la
impunidad es casi total.
María de la Luz Estrada, coordinadora general del OCNF, dijo en
entrevista que las autoridades no tienen claridad cuando una mujer es
sobreviviente de tentativa de feminicidio, pues a veces parece que
quiere que llegue casi hospitalizada, con daños graves para que pueda considerar que está frente a esta posibilidad.
Además, cuando por alguna razón logran mantenerse con vida,
reclasifican los delitos. Si antes hubo violación sexual, les dicen que
ese era el motivo y no el asesinato, por lo que se impone una pena menor
al de tentativa de feminicidio.
El caso de Carolina Ramírez es uno de los que ha acompañado el OCNF. A
ella, su pareja también intentó asesinarla. A pesar de que denunció las
agresiones, el delito fue reclasificado como homicidio calificado en
grado de tentativa, entre los argumentos fue porque el juez buscó la
definición de feminicidio en un diccionario sin observar los elementos
del tipo penal.
Después de los ataques, ellas deben lograr vencer sus miedos y los
daños que dejó la agresión para retomar sus vidas. Ante ello, el
colectivo Las del Aquelarre Feminista resaltó la importancia de que se
haga una reparación del daño integral, proporcione los medios para la
atención sicológica así como que les dé opciones para un trabajo digno.
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