Demandan expertos especificar las tareas de la Guardia Nacional
Expertos constitucionalistas sostuvieron que no bastan
las reformas para crear la Guardia Nacional, combatir o disminuir la
criminalidad y la incidencia delictiva en el país: se deben precisar
cuáles serán las funciones específicas de esta corporación, cuál será la
diferencia con los cuerpos policiacos, que se garantice el debido
proceso y que no se generará impunidad por violaciones a los derechos
humanos o fallas en las aprehensiones.
Es importante que quede claro cuál será el mandato de la Guardia Nacional y cuál será su diferencia con las policías,
porque si eso no sale bien, se puede contaminar muy rápido y empezar a generar gran cantidad de problemas, advirtió el ministro José Ramón Cossío Díaz, para quien
en tiempos de paz, como dice el artículo 129, los miembros de las fuerzas armadas no pueden hacer más funciones que las que tengan exacta relación con la disciplina militar.
Cossío Díaz dijo que aunque le es difícil aceptar la participación de
las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública, le quedan dudas
sobre la responsabilidad y las facultades que tendrá la Guardia
Nacional,
porque como se ha definido no es una policía y debe quedar claro qué va a serese organismo.
Javier Oliva, especialista de la Universidad Nacional Autónoma de
México, señaló que la propuesta de una Guardia Nacional tiene como
finalidad crear una institución sólida, enfocada en modelos europeos.
Sin embargo, se deben aclarar bien sus funciones. Dijo que habrá
una presencia protagónica de los militares por la deficiencia de las policías y el nuevo cuerpo de seguridad es la continuidad de lo que se ha hecho desde el sexenio de Ernesto Zedillo: darle un protagonismo necesario a las fuerzas armadas.
Explicó que existen casos como el de España, que tiene una guardia
civil que depende las fuerzas armadas, pero enfocada a trabajar en áreas
rurales.
Creo que están trabajando o tienen ese modelo muy de cerca, por lo cual, el hecho de que tengan presencia en labores de seguridad pública no quiere decir que el país se militarice.
En tanto, el jurista Julio Jiménez Martínez, docente de la Facultad
de Derecho de la Universidad La Salle, manifestó que el problema no es
que se aprueben reformas constitucionales para crear la Guardia Nacional
y se amplíen las facultades del presidente de la República para que
este cuerpo se genere con integrantes de las fuerzas armadas.
Explicó que si bien se considera
optimista sobre la política que se quiere implementar para disminuir la incidencia delictiva, se requiere modificar otros ordenamientos más allá de la Constitución y generar las leyes intermedias necesarias para que la Guardia Nacional garantice el debido proceso de los detenidos y se ponga fin a la percepción de impunidad.
Gustavo Castillo García y Dennis A. García
Periódico La Jornada
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