Debe defender los derechos de todos
Al presidente electo le gusta ocupar mucho espacio público, afirma
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) “tendrá
que inventar, pensar y construir nuevas formas de estar en el espacio
público, para no quedar completamente oculta en esta nueva manera en la
que se va a ejercer el poder gubernamental –y no tiene nada que ver con
algo inconstitucional ni es arrasar–, simplemente (que el presidente
electo, Andrés Manuel López Obrador) es una persona que va estar
ocupando más espacio público”, afirma el ministro José Ramón Cossío
Díaz.
En entrevista con La Jornada, Cossío Díaz, quien concluye su
encargo como ministro el próximo 30 de noviembre, señala su deseo de
que el máximo tribunal del país mantenga una postura liberal,
que sepa defender los derechos de todos, los procesos democráticos y el federalismo.
A 15 años de haber ingresado como ministro, durante su gestión y en
su ponencia, se elaboraron proyectos que resultaron trascendentes para
el derecho mexicano, entre ellos la sentencia dictada en el llamado caso
Radilla, tras la resolución de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, que ahora obliga a todos los jueces mexicanos a interpretar el
orden jurídico a la luz de la Constitución junto con los tratados
internacionales en materia de derechos humanos.
Resoluciones complejas
Asimismo, integraron proyectos de resolución que tuvieron
que ver con la interrupción del embarazo, el matrimonio entre personas
del mismo sexo, en materia indígena, en protección de militares con VIH y
sentencias que tuvieron que ver con la condición de los municipios y entidades federativas.
Al referirse a los retos que tuvo como ministro, Cossío Díaz mencionó, entre ellos, la conformación de un equipo
inteligentísimopara sacar adelante cada caso, y sobre todo mantenerse
en una sana distancia respecto de los compañeros, de los litigantes y todas las personas que tienen intereses litigándose en la Corte.
Mantener el equilibrio, dijo “es complejo, porque cuando llegué a la
Corte había un grupo de ministros que ya habían construido una dinámica
de trabajo, ya sabían quién hablaba primero, quién después, quién era el
más técnico, e incidir en un grupo tan compacto y con una diferencia de
edad –respecto de él–, no era fácil; y se tuvo que generar una idea no
sólo del problema, sino de la estrategia para presentar ideas propias y
novedosas, y eso tiene un alto costo; hoy ya no se ve eso, pero era una
Corte de gente muy buena, muy recia y de mucho empaque”.
▲ El máximo tribunal tiene que lograr equilibrios muy importantes entre los poderes, señala José Ramón Cossío.Foto José Carlo González
–¿Deja una Corte más liberal?
–Sí, primero por la condición delos ministros y porque en junio de
2011 fue tan grande la reforma constitucional en materia de derechos
humanos que nadie podría omitir que ese ha sido un mandato
increíblemente grande de la Constitución. Creo que sí hay una Corte más
liberal por la posición de varios y por el cambio en el juicio de
amparo.
–¿El cambio de partido en el gobierno también representará un reto?
–Sin duda. Desearía que se mantenga una Corte liberal, una Corte que
sepa defender los derechos de todos, que sepa defender los procesos
democráticos, la división de poderes y el federalismo. Pero hay que
decir que en la forma –como decía Daniel Cosío Villegas–, el estilo
personal de gobernar varía.
“Tengo la impresión –y no tiene ningún sentido crítico– de que al
próximo presidente le gusta ocupar mucho espacio público, y entonces,
una persona que está acostumbrada, que le gusta fijar la agenda del día,
es un Ejecutivo que puede, no indebidamente, sino simbólicamente,
operativamente, ocupar muchísimo más espacio público y hay el riesgo de
que la Corte sea disminuida en alguna de las funciones que empezó a
hacer desde 1995.
A veces se pone énfasis en que la Corte sólo defiende derechos humanos y eso no es así, el máximo tribunal tiene que lograr equilibrios muy importantes entre los poderes.
–¿De qué aprendió más en su paso por la Corte y que no tiene que ver con el derecho?
–El contacto con la gente, la experiencia humana, ya que las personas
de tan diferentes orígenes y condiciones vienen para ser escuchadas,
consoladas. Ha sido una experiencia muy fuerte y agotadora porque se
encuentra uno con muchas cosas que están pasando y que si se contaran ni
siquiera parecerían reales: ciudadanos que cometen delitos sexuales
contra sus propios familiares, casos en que entre mejores amigos se
ocasionan daños increíbles. Son situaciones que aquí se atienden.
Tras 15 años de trabajar en la impartición de justicia, Cossío Díaz
retomará la actividad docente a partir del primero de diciembre y entre
sus proyectos está crear un espacio en el que se analice la construcción
del derecho mexicano.
Gustavo Castillo García
Periódico La Jornada
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