Informe sobre acoso en el trabajo
La
Unión General de Trabajadores denunció que el desempleo y la mala
calidad del empleo que se genera, con altas tasas de temporalidad y
precariedad, aumentan el riesgo de las distintas formas de violencia
contra las mujeres. Además, faltan políticas públicas que adopten
medidas ágiles, efectivas y suficientes para lograr la inserción laboral
de las mujeres maltratadas y el fin de la violencia de género.
Así se recoge en el informe “Empleos y salarios de calidad, claves
para luchar contra la violencia machista” elaborado por UGT con motivo
del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer, donde se señala que, según el borrador del
último informe del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer de
2016, de las 44 víctimas mortales por violencia de género, solo 41 por
ciento estaba trabajando.
Asimismo, en este borrador se refleja que el total de contratos
bonificados por violencia de género en 2016 supusieron tan sólo 0.009
por ciento del total de la contratación femenina registrada por los
Servicios Públicos de Empleo, y de esa contratación bonificada, casi 76
por ciento era temporal.
Para UGT, la inserción laboral de las mujeres que son víctimas de
violencia de género debería estar garantizada. El total de contratos
bonificados en 2016 y 2017 fue de 801 y 808, cifras totalmente
insuficientes. Los datos reflejan importantes déficits en relación a las
medidas implantadas para conseguir la inserción de este colectivo.
ACTUAR CONTRA EL ACOSO SEXUAL Y POR RAZÓN DE SEXO EN EL TRABAJO
El informe de UGT denunció también que el acoso sexual en el trabajo y
el acoso por razón de sexo constituyen otra manifestación más de la
violencia de género que sufren las mujeres, en este caso en el ámbito
laboral. Según la Resolución del Parlamento Europeo del 11 de septiembre
de 2018, un gran número de casos de acoso sexual no llega a denunciarse
como consecuencia de varios factores: la escasa sensibilización social
al respecto, el miedo al despido, la dificultad para conseguir pruebas,
unos insuficientes canales de denuncia, seguimiento y protección de las
víctimas y la normalización de la violencia.
Muy a menudo, denunciar casos de acoso sexual en el trabajo puede
conducir al despido o al aislamiento de la víctima en el lugar de
trabajo. Además, esta forma de violencia contra las mujeres en el
trabajo tiene también graves repercusiones físicas, sexuales,
emocionales y psicológicas para las víctimas, constituyendo una
violación de las libertades fundamentales.
UGT reclamó más sanciones por parte de la Inspección de Trabajo.
Entre 2008 y 2017 encontramos tan sólo 9 sentencias sobre acoso sexual y
acoso por razón de sexo, algo que para UGT es totalmente inaceptable,
poniendo en evidencia que esta lacra social se encuentra aún demasiado
invisibilizada en nuestra sociedad.
El sindicato está de acuerdo con la posición que desde Europa reclama
a los Estados miembros la puesta en marcha de políticas activas y
eficaces que prevengan y combatan cualquier forma de violencia contra
las mujeres, incluidos el acoso sexual y los acosos sexistas y de acoso
laboral a los que la mayoría de las mujeres pueden estar expuestas en el
ámbito laboral, destacando la necesidad urgente de establecer normas en
materia de violencia y acoso en el trabajo, que proporcionen un marco
legislativo para los gobiernos, los empleadores, las empresas y la
actividad sindical a todos los niveles.
Mejores planes de prevención en el trabajo; procedimientos eficaces,
transparentes y confidenciales para las víctimas; sanciones duras y
disuasorias para los agresores; información exhaustiva y cursos de
formación para que los trabajadores entiendan las políticas y los
procedimientos; y apoyo a las empresas para que elaboren planes de
acción a fin de aplicar estas medidas deben ser medidas fundamentales a
adoptar de manera inmediata.
PROPUESTAS DE UGT
Para la UGT, es imprescindible adoptar medidas y políticas más
contundentes y eficaces contra las distintas formas de violencia de
género. No será posible acabar con esta lacra social mientras no
pongamos fin a la desigualdad y la discriminación a la que se ven
sometidas las mujeres en todos los ámbitos de la vida.
Uno de estos ámbitos es el laboral, para lo que es necesario empleos y
salarios dignos y de calidad. Las estadísticas demuestran que, con
mejores empleos y condiciones de trabajo, las mujeres están más
protegidas y tienen más recursos de cara a cualquier manifestación de
violencia de género. Por ello, el sindicato reclama la necesidad de
derogar las reformas laborales de 2010 y 2012, muy lesivas para
colectivos tan vulnerables como las mujeres.
La UGT propone implantar protocolos de prevención y eliminación del
acoso sexual en las empresas por ley, así como la formación obligatoria
para todos los empleados y cargos directivos en las empresas, además de
los operadores implicados en el control y sanción de este tipo de
violencia en el ámbito laboral.
El sindicato considera necesario un enfoque integral de la violencia
en el lugar de trabajo, incluido su tratamiento en la normativa sobre
prevención de riesgos laborales, y el endurecimiento de las sanciones de
este tipo de comportamientos, el resarcimiento adecuado del daño a las
víctimas, la eliminación de trabas que dificultan la denuncia, la prueba
en vía jurisdiccional de este tipo de violencia y la adopción de un
convenio internacional en el seno de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) que permita el tratamiento específico de la problemática
de la violencia y el acoso en los lugares de trabajo, que defina un
conjunto fundamental de principios que sustenten un enfoque inclusivo e
integrado para su erradicación y que proporcione orientaciones sobre
cómo se han de aplicar estos principios.
Por otra parte, el Pacto de Estado contra la Violencia de Género,
aprobado en septiembre de 2017, resulta insuficiente para proteger de
forma efectiva a las víctimas; y la Justicia debe formarse y
actualizarse para no situarse al margen de la sociedad y situarse a la
vanguardia en la defensa de los derechos fundamentales de las mujeres.
La erradicación de esta lacra social tiene que ser obra de todos.
Tolerancia cero contra la violencia de género y luchar por la
erradicación de todo tipo de conductas de violencia contra las mujeres y
por la mejora de sus derechos y de su protección deben ser los
objetivos transversales de todas las políticas en nuestro país.
• 971 mujeres han sido asesinadas desde 2003 y se han presentado 1.5
millones de denuncias por violencia de género desde 2007 en nuestro
país.
• Los contratos bonificados por violencia de género en 2016 sólo
supusieron 0.009 por ciento del total de la contratación femenina y, de
esa contratación bonificada, 76 por ciento era temporal.
• Las mujeres no denuncian el acoso sexual o por razón de sexo en el trabajo por miedo al despido o al aislamiento laboral.
• UGT reclama un cambio de política y de mentalidad social para
acabar con esta lacra y garantizar los derechos y la protección de todas
las mujeres.
971 mujeres han sido asesinadas desde 2003; se han registrado 13.057
violaciones de niñas y mujeres entre 2008 y 2017; y 1.532.662 denuncias
han sido presentadas por violencia de género desde el año 2007.
*Este artículo fue retomado del portal de noticias Tribuna Feminista
Imagen retomada del portal SAESO
Por: Unión General de Trabajadores (UGT)*
Cimacnoticias | Madrid, Esp.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario