Pedro Echeverría V.
1. Un líder de masas y presidente de la República como López Obrador, aunque diga que no quiere, que no se meterá directamente en política pública o electoral, influye determinantemente en todos los procesos. El ejemplo más claro es haber declarado muchas veces que no intervendrá en el partido Morena que él creó y lo llevó a la Presidencia; su no participación directa ha llevado a Morena a casi su desaparición y a los pocos dirigentes a la espera de cualquier señal de AMLO. Pareciera que en un régimen corruptísimo por más de 100 años como el mexicano, se requieren no sólo seis años de combate sino 18 años por lo menos de autoridad consecuente para comenzar a cambiar algunas formas.
2. La gente en la calle y en sus hogares lleva por lo menos un año opinando, luego exigiendo, el cambio inmediato o la renuncia de Gerz Manero a la fiscalía; piensan que es el culpable de que hayan miles de denuncias o quejas que se han frenado porque el fiscal está recibiendo muchos millones de pesos o dólares de sus amigos “bajo el escritorio” para que ningún delincuente de “cuello blanco” pise la cárcel. Todos dicen que el fiscal está deteniendo todo y AMLO se hace tonto; por ello exigen su destitución inmediata, antes de que esos delincuentes huyan, se reagrupen y preparen el golpe de Estado. Preguntan: ¿Qué confianza se puede tener en Gerz si trabajó con Fox, luego con Calderón en la Presidencia?
3. Otra cosa: Lo que la gente mira con mayor gravedad y mucha molestia es la permanencia de Lorenzo Córdova en la presidencia del instituto electoral (INE). El mismo López Obrador fue víctima de ese instituto electoral en dos ocasiones (2006 y 2012) con gobiernos del PAN. Aunque el mismo AMLO se ha declarado centinela o vigilante electoral, la realidad es que en los comicios mexicanos presidenciales existen 100 formas muy practicadas para realizar fraudes. El primer lugar aprovechando la pobreza, la miseria y el hambre de un 70 por ciento de la población. Por cada voto puede incluso pagarse una cantidad (500 pesos) que pueda alcanzarle casi un mes para mal comer y no morir de hambre. En una sociedad capitalista el reparto de dinero es determinante.
4. En las últimas semanas ha surgido un nuevo descontento contra el oportunismo que se extiende en todo el partido Morena y al parecer el mismo López Obrador ha “regañado” al diputado y coordinador Mario Delgado, por su claudicación política en el INE. Este tipo de comportamientos y acusaciones se han extendido hacia el diputado Muñoz Ledo y uno que otro. Es condenable que los asuntos políticos –que deberían caminar con lo ideológico y los principios- estén rebajándose en asuntos personales. ¿Podrá el gobierno de López Obrador y el partido Morena ser radicalmente diferente a los demás partidos y sus directivos? Si bien la gente grita ¡kaput! contra Gerz, Córdova y Delgado, seguramente hay más, muchos más, que deben dejar su lugar ya, para no ir a la cárcel. (5/VIII/20)
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