8/01/2024

Columnas y opinión del periódico La Jornada jueves 1o de Agosto 2024

 Columnas 

P’al arranque: AMLO deja a Claudia 500 mil mdp en cash // INE: sí se puede organizar la elección judicial // México, Brasil y Colombia paran golpe de Almagro

Ganaron ahorradores en Cetes

El Subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, abundó sobre el tema del endeudamiento: 1) La deuda aumentó solo 4.9 puntos del PIB, mucho menos que en administraciones anteriores; 2) La deuda externa se redujo de 23 a 15 por ciento como porcentaje del total; 3) redujimos 94 por ciento la deuda con organismos internacionales; 4) realizamos el programa de refinanciamiento más grande de la historia, por 15 mil millones de dólares; 5) emitimos cerca de un billón de pesos en bonos verdes; 6) La deuda de estados y municipios está en niveles bajos respecto a otras economías; 7) En estos seis años hemos pagado 10 mil millones de pesos a través de @cetesdirecto a sus más de 2 millones de inversionistas. Finalmente, dijo el subsecretario Yorio, México cuenta con la confianza de los inversionistas y con todas sus calificaciones crediticias estabilizadas y ratificadas en grado de inversión.

INE, sí se puede

A ver: por un lado se encargará al Instituto Nacional Electoral la organización de la elección de jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial, pero, por otro, quieren desaparecer al instituto, justamente después de que organizó con éxito el mayor proceso comicial de la historia del país. Pónganse de acuerdo, señores legisladores. La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, estuvo en los foros de la Cámara de Diputados y dijo que sí es posible organizar la elección judicial, sólo que deben hacerse los ajustes jurídicos necesarios. Tiene a su cargo la elección de presidente y Poder Legislativo, no está en su papel objetar la del Poder Judicial.

Enajenado

El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, anunció que solicitará a la Corte Penal Internacional que ordene el arresto del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Esto ocurrió después de que, con los votos de Brasil y Colombia y la ausencia de México, no consiguió que la organización emitiera una declaración exigiendo al presidente venezolano hacer públicas las actas que acreditan su triunfo. Mariana Gómez del Campo, sobrina de Calderón, derramó veneno en redes sociales.

Ombudsman Social

Asunto: paseantes deportivos

Una de mis nietas (9 años) participó en un equipo de basquetbol en el estado de Morelos y quedó en segundo lugar, suficiente para participar en el torneo nacional que se llevará a cabo en la ciudad de León, Guanajuato. Habrá que pagar $2 mil por participante y otro tanto para la persona mayor que los acompañe. No reciben apoyo ni para la inscripción al torneo, ¿y las autoridades deportivas paseándose en Paris? ¿Eso es apoyar el deporte?

Manuel Trujillo Eslava

Twitterati

En México deberíamos hacer nuestra propia red social y dejar de usar X. La actitud de @elonmusk en política y censura es de lo peor. @Claudiashein: no creo que sea tan difícil innovar una red social nacional el próximo sexenio.

@save_alejandro

X: @galvanochoaFacebook: @galvanochoa,Correo: galvanochoa@gmail.com

Ir al cuartel de Iguala, ¿simulación, efectismo? // Instrucción del Presidente // SG: maniobras divisorias // Habilitar padres para avalar

E

s de desearse que haya resultados positivos de la visita realizada ayer por una comitiva gubernamental federal y una mínima representación espuria de familiares de los 43 al cuartel del 27 Batallón de Infantería en Iguala.

De no haber tales resultados provechosos y genuinos para la causa de verdad y justicia en el caso de los normalistas desaparecidos en tal ciudad de Guerrero, se estaría en presencia de una simulación buscadora de efectismos, de una continuidad del encargo infame de división y dolo que ha ido desarrollando el subsecretario de Gobernación, Arturo Medina, como parte de la desarticulación gubernamental de las instancias, institucionales y ciudadanas, de indagación legítima de lo sucedido con los jóvenes de Ayotzinapa.

La singular visita fue anunciada a las 8:54 de la mañana de este martes por el propio subsecretario Medina en su cuenta de X: “Estamos de camino al municipio de Iguala, Guerrero; tenemos programada una importante jornada de búsqueda instruida por el Presidente de México @lopezobrador. Participarán, @FGRMexico, @SEGOB_mx, @Busqueda_MX,, @SEDENAmx.. También invitamos a las madres y padres de los jóvenes desaparecidos y sus representantes, así como a la @CNDH”.

De entrada, llama la atención la caracterización de dicha jornada de búsqueda: el subsecretario la califica de importante y destaca que fue instruida por el Presidente de México. Es decir, necesariamente fue un hecho excepcional, al que incluso se convocó a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, tan cercana al poder ahora como antes lo fue con otras administraciones gubernamentales.

Pero el tufo a engaño o manipulación es perceptible en el punto relacionado con la invitación a las madres, padres de los jóvenes desaparecidos y sus representantes. En realidad, el subsecretario Medina, ejecutor de instrucciones superiores, se acogió en primera instancia a la misma fórmula ruin ya antes utilizada: simular que dos padres de familia representan al grueso de ellos y que, con esa representación espuria, se pueden validar maniobras gubernamentales que abonen la idea, falsa, de que se avanza en la búsqueda de verdad y justicia.

Los dos personajes habilitados por Gobernación como avales han sido denunciados por el grueso de los familiares de los 43, por considerarlos materia de manipulación y división desde el gobierno federal y aliados de factores criminales guerrerenses, como el ex presidente municipal de Iguala. En el ámbito de Gobernación se ha ido explorando la posibilidad de que con las firmas de estos dos representantes de padres de familia (uno de ellos ha sido señalado de no serlo) se pueda dar por legitimado el cierre del expediente obradorista que será endosado al claudista venidero.

Por lo pronto, tal como se preveía, la importante jornada de búsqueda, instruida por el presidente López Obrador, desembarcó en las instalaciones militares de Iguala, con el propósito de demostrar que sí se está indagando a fondo la participación militar en la tragedia de hace casi 10 años. Felipe de la Cruz, uno de los dos convocados a la visita de ayer, aseguró que hoy le tocó a unos padres y mañana a otros, y mencionó que lo sucedido es parte de la voluntad y del compromiso del Presidente (Andrés Manuel López Obrador). Y que, ante las acusaciones de que se protege al Ejército y se ocultan pruebas, hoy (AMLO) dijo: bueno para que se disipen dudas, que se busque dentro del cuartel.

Habrá de verse si los padres de familia no manipulados participan en una segunda o tercera tanda (la búsqueda será por tres días, señaló De la Cruz). Aún así, es evidente que el fondo del asunto no se queda en lo inmobiliario, mucho menos a casi 10 años de distancia, sino en el esclarecimiento puntual de los hechos y la asignación de responsabilidades penales, incluyendo especialmente a los militares, inequívocamente involucrados. Pero, como se apuntó al inicio de esta columna: es de desearse que haya resultados positivos en esta autorizada incursión a un cuartel militar. ¡Hasta mañana!

X: @julioastillero, Facebook: Julio Astillerojuliohdz@jornada.com.mx

Mañanera financiera // Ingreso, gasto, deuda // Crece captación fiscal

A la de ayer, bien podría calificarse de mañanera financiera, pues a ese tema se dedicó, en su parte central y de forma detallada, a una suerte de corte de caja sexenal, a punto de concluir el gobierno del presidente López Obrador, y en ella participó el equipo pesado de la Secretaría de Hacienda: Rogelio Ramírez de la O, Gabriel Yorio, Juan Pablo de Botton Falcón y Antonio Martínez Dagnino, jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Ramírez de la O subrayó que la dependencia a su cargo ha promovido y forma parte de cuatro pilares, el primero de ellos el apoyo a los ingresos familiares, enfocado a los hogares más vulnerables, con medidas que ya son políticas de Estado. Por ejemplo, el aumento al salario mínimo (114 por ciento de aumento real); el refuerzo de los programas sociales (deciles uno a tres) y pensión a los adultos mayores. Este modelo de equilibrio es totalmente mexicano, de esta administración; no sigue ninguna regla ni receta internacionales; es totalmente hechura de este gobierno.

El segundo, desarrollo regional, porque se requiere impulsar no solo la demanda, sino el fortalecimiento de las nuevas regiones incorporadas a la actividad productiva que antes no lo estaban. Es una adición a la capacidad física de producción que tiene la economía; han recibido una inversión de 5 billones de pesos en esta administración e incluye una serie de obras.

El tercero, reforzamiento de la oferta. Impulsamos la demanda, pero también queremos la oferta, que se impulsa a través de dar certidumbre a quienes toman decisiones económicas, y se da con las herramientas que tiene la administración: el T-MEC, suficientes ingresos tributarios, simplificación fiscal y también cuando hay que intervenir en los precios de la gasolina cuando sobrepasan el nivel que debe mantenerse. Y el cuarto, equilibrio de las finanzas públicas, una tarea diaria de gestión, de ingreso-gasto.

Yorio González habló de la situación de la deuda pública, y señaló que por instrucciones del presidente López Obrador hemos tomado acciones para mantenerla en una senda estable, sostenible y sobre todo responsables en su manejo; hoy contamos con un manejo robusto de la deuda, que depende menos del exterior, y cuenta con un portafolio diversificado en los mercados nacionales e internacionales, y con mejores condiciones de financiamiento; México es uno de los países que mantuvo la deuda por debajo de 50 por ciento del PIB (48.6 por ciento, para ser exactos, menor a la autorizada por el Congreso).

Por el lado de los egresos, De Botton Falcón informó que en el presente sexenio se reconfiguró el gasto público para direccionar más recursos a la inversión física y social, y a favor de los más vulnerables, asegurando el derecho humano a educación, salud, seguridad y bienestar social. También se focalizó la inversión hacia regiones menos favorecidas del país: 2.9 billones de pesos se han otorgado en programas sociales prioritarios de atención directa a la población, y 5 billones en proyectos de inversión prioritarios, y ello ha sido posible gracias a una política de austeridad en el gasto, el combate a la corrupción y la eliminación del gasto suntuario o innecesario.

Las medidas de austeridad (reducción del gasto de operación del gobierno federal, viáticos, comunicación social y publicidad, arrendamientos y otros) posibilitó reducir el gasto público en 26 por ciento en términos reales. Además, se bajaron sueldos de altos funcionarios, se eliminaron puestos con duplicidad de funciones, se ajustó la estructura del gobierno al mínimo indispensable y desaparecieron seguros privados y otras prestaciones onerosas. En cambio, los recursos dirigidos a los programas prioritarios sociales se incrementaron 131 por ciento.

El broche de oro en la mañanera financiera lo puso el titular del SAT: de 2019 a junio de 2024, se han recaudado casi 21 billones de pesos, 13.1 por ciento más en términos reales en comparación con la administración anterior, como resultado del combate a la corrupción, la austeridad republicana y, sobre todo, la eliminación de la condonación de impuestos, que ya no existe; no hay privilegios; ahora todos contribuimos. Como ejemplo, la recaudación de grandes contribuyentes pasó de 500 mil millones de pesos a un billón 300 mil millones.

Entonces, buen corte de caja.

Las rebanadas del pastel

Anuncia Nicolás Maduro que entregará 100 por ciento de las actas electorales. Bien, pero tardó y dejó crecer la bola organizada por la derecha. Ya con papeles en la mano, ¿la botarga gringa aceptará el resultado oficial?

X: @cafevegacfvmexico_sa@hotmail.com

EDITORIAL

El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, sostuvo que la administración saliente entrega a la entrante un equilibrio en las finanzas públicas en el que destaca un nivel de deuda de 48.6 por ciento del producto interno bruto (PIB), uno de los más bajos entre las 20 mayores economías del mundo. El aumento de sólo 4.9 puntos del PIB respecto al 43.7 por ciento que se registró en diciembre de 2018 se logró gracias a que México no siguió recetas ortodoxas, sino que diseñó un manejo financiero adaptado a la realidad nacional que le permitió no sólo reducir el ritmo de endeudamiento, sino también destinar 5 billones de pesos al impulso del desarrollo nacional y ejercer el mayor gasto social de la historia en beneficio de los sectores más desfavorecidos. En contraste, durante el calderonato el incremento fue de 7.4 puntos porcentuales, y en el peñato ascendió a ocho puntos, sin que la contratación de créditos se reflejara en beneficio alguno para las mayorías.

La contención de la deuda no sólo fue cuantitativa, sino también cualitativa: pasaron de 7.3 billones de dólares en promedio a sólo 900 millones de dólares los débitos contraídos con organismos financieros internacionales que acostumbran condicionar sus préstamos a la adopción de reformas lesivas para los intereses nacionales. Es decir, en este sexenio, y pese al inédito desafío que representaron la pandemia y sus secuelas, se consiguió de manera simultánea mantener la deuda en niveles saludables, apuntalar la soberanía nacional y aplicar los recursos del Estado a la construcción de la justicia social.

Junto con la racionalización del gasto gubernamental (la denominada austeridad republicana), el pilar de tales avances ha sido la lucha frontal contra la evasión y el fraude fiscal, en particular los perpetrados por los grandes contribuyentes: las 11 mil empresas que declaran ingresos anuales superiores a mil 500 millones de pesos. Para dimensionar la cifra, puede referirse que un trabajador que gana 15 mil pesos mensuales tardaría 8 mil 300 años en reunir esa cantidad. Este puñado de compañías, que concentra la mayor parte de la riqueza generada en México, fue favorecido por los gobiernos neoliberales con sistemáticas condonaciones de impuestos que privaron al país de los ingresos necesarios para invertir en el bienestar de la población. El simple hecho de cobrarles lo que marca la ley, sin crear ni aumentar un solo tributo, llevó a las arcas públicas mil 381 billones (millones de millones) de pesos, 106 por ciento más de lo recaudado en el sexenio anterior.

La eficiencia en la recaudación se ha traducido en mejoras tangibles para las clases populares y medias: hasta mediados de 2023, 5 millones de personas superaron la condición de pobreza, con lo que, por primera vez en la historia, menos de 40 por ciento de los mexicanos padece este flagelo. Este año, la pobreza laboral (condición en que los ingresos provenientes del trabajo no alcanzan para costear las necesidades básicas) cayó a 35.8 por ciento, el menor nivel desde que se registra este indicador. Además, entre 2018 y 2022, cada día 3 mil 800 personas superaron la pobreza por ingresos, un verdadero hito si se considera que a lo largo de toda una década, mil 700 personas caían en esa situación cada 24 horas. La mejoría en la calidad de vida es avalada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cual reconoció que México avanzó seis posiciones en el Índice de Desarrollo Humano (IDH), el cual mide la esperanza de vida al nacer, educación e ingreso por habitante.

Con estos datos, cabe congratularse de que Ramírez de la O siga al frente de la SHCP y de que la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, haya ratificado reiteradamente su intención de dar continuidad a la política de desarrollo del actual gobierno federal. Asimismo, es inevitable preguntarse cuánto más se pudo haber avanzado si jueces y ministros de la Suprema Corte no hubiesen protegido a evasores fiscales y saboteado las obras de infraestructura estratégica a lo largo de estos seis años.

Adiós, querido Carlos

El ciclo de la vida se cierra inexorable. Amigos, colegas, conocidos, personas cercanas se han ido. El fin de la vida no transige, llega sin más y sienta sus reales. Ha terminado el ciclo de Carlos Tello. Le tenía y le tengo un aprecio singular. Se ha ido poniendo en su partida ese carácter de discreción y sencillez que puso a su vida: no habrá honras fúnebres. Fue un economista que conoció como pocos las entrañas de la economía pública, fue también un funcionario público de alto nivel colmado de compromiso con el pueblo y con la nación. A ese panteón de los ilustres pertenece.

José Blanco

Lula y su cercanía a países capitalistas

En los momentos difíciles se conoce a los amigos... y a los camaradas. De Gabriel Boric no era previsible un gesto solidario con Nicolás Maduro, si desde ese mismo gobierno no hubo respuesta a los documentos sobre Venezuela que presentó la ex presidenta Michelle Bachelet, como alta comisionada de la ONU. Fue un mensaje para Estados Unidos expresado en el golpe blando de Trump en detrimento del país venezolano. Tampoco es rara ya la conducta de Lula da Silva, por cierto, vinculado en negocios raros con la propia Bachelet en torno a Odebrecht. En su actual mandato, Lula ha hecho evidente su cercanía en reuniones a los países capitalistas. No es censurable si se pretende mejorar asuntos para su país. Pero la reciente actitud del brasileño hacia Maduro, que éste recriminó antes de los comicios, ya planteaba una actitud extraña. El no se sumó a las naciones socialistas y progresistas que han reconocido la relección. Las evidencias no son sorpresivas.

Tere Gil

Andanada contra Venezuela y la disputa interimperialista

Obligado a romper su propio y ortodoxo manual de procedimientos, del fondo a las formas del poder y autoritarismo, sólo le queda recurrir a su instinto bestial en una escalada inmisericorde contra lo que prácticamente es el último bastión que le da oxígeno ante la inminente derrota económica en la disputa hegemónica mundial. Así, con todas sus garras, se aferra el imperialismo estadunidense a Venezuela después del resultado electoral el pasado domingo.

No es cualquier cosa, no echa del poder a Nicolás Maduro, continuidad del chavismo, para el imperialismo yanqui significa prácticamente el nocaut a su hegemonía de más de un siglo, porque las reservas petroleras, de oro y coltán de Venezuela se le irán facturadas con su inminente entrada al creciente poderío del Brics y mucho más; Venezuela, casi por inercia, no sólo es la joya de su parcela latinoamericana, no económica, también política e ideológica y de lucha de clases.

Venezuela es crucial, evidentemente impacta en las elecciones estadunidenses, y por eso echan toda su jauría internacional, desde el magnate Elon Musk al chiflado de Vicente Fox y pueden poner en vilo la permanencia del patán Milei en Argentina. La ultraderecha parte plaza y hay que hacerles tragar polvo y echarles ya, ahora, sólo con la izquierda histórica social, si es que sale del marasmo.

Ismael Cano M.

Elección de jueces

Sobre la opinión de académicos e investigadores de la UNAM, destaca el juicio de calificar de política la elección de jueces por votación. A los mismos, hay que recordarles que desde hace décadas, en todo el país, las decisiones de jueces, magistrados y ministros se han basado, en muchos de los casos, en maniobras políticas, en lo que diga el gobernador, etcétera. Eso se ha padecido en el día a día en los tribunales, por desgracia. Y eso, los mexicanos deseamos que se termine ya, y la reforma judicial será un oasis hecho realidad para quienes hemos padecido el sistema corruptísimo de la justicia en México.

José Lavanderos

Invitacines

Filme de Edward Said

El Albergue del Arte, Dragón Estudios, emergentemx.org y Cineclub Contrabanda invitan al Ciclo Panarabismos, con la proyección de la película Shadow of the West, del director Edward Said, una coproducción de Líbano, Palestina y Estados Unidos, de 1983.

Cuando Israel capturó Jerusalén en 1967, palestinos como Edward Said se convirtieron en extranjeros en su propia tierra. ¿Qué significa que los extranjeros acudan allí desde entonces? ¿Cómo es posible que Palestina sea vista constantemente, pero rara vez comprendida? En esta película, Said desarrolla los temas contenidos en su trilogía de libros Orientalismo, La cuestión de Palestina y Cubrir el Islam. Palestina, que está inextricablemente enredada con las fantasías, sueños y ambiciones de Occidente, de poseer y controlar Oriente, e Israel, que ha sido creado y sostenido por estas fantasías y ambiciones.

Hoy a las 19 horas, en el Foro El Albergue del Arte, en Alberto Zamora 32, colonia Villa Coyoacán. Informes y reservaciones al teléfono 55-5554-6228. Acceso 30 minutos antes de la función. Entrada libre.

Paloma Saiz en Chilangos con AMLO

Círculo de estudio Chilangos con AMLO invita a la plática: Los retos de la cultura en el segundo piso de la 4T. Con la presencia de nuestra invitada especial, la creadora de la Brigada para Leer en Libertad, Paloma Saiz. Se realizará el jueves 1 de agosto a las 18:30 horas, en la Casa de movimiento, ubicada en la calle de aluminio #56, colonia Felipe Pescador, casi esquina con FFCC Hidalgo, Alcaldía Cuauhtémoc, CDMX.

Fernando Corzo, Rodrigo Callado e Isaac Osorio.

Se buscan lectores

Los invitamos a leer y comentar por escrito toda la obra: La desaparición de la santa. Una historia de hechicería, del autor brasileño Jorge Amado. Que nadie desaparezca. En agosto nos vemos.

Jueves 8 de agosto de 2024 a las 19 horas (horario de la Ciudad de México).

Zoom: https://cutt.ly/Z19pjtM

Código: galatea24

Convocan: UACM, Programa Galatea y Lectores en activo

 
HyperNormalisation (2016), documental de culto del cineasta británico Adam Curtis, sostiene que los gobiernos, los financieros y los utópicos tecnológicos han renunciado al intento de modelar el complejo mundo real y, en su lugar, han establecido un mundo falso simplificado para beneficio de las corporaciones que logran así mantener la estabilidad de los gobiernos neoliberales, hasta un día en que estalla la burbuja, como ocurrió con Lehman Brothers.

Por ese camino se normaliza el crimen y se genera apatía colectiva frente a situaciones de violencia extrema: golpes de Estado, feminicidios, desapariciones forzosas y pérdida de garantías sociales.

Alexei Yurchak, profesor de antropología oriundo de Leningrado y ahora profesor de la Universidad de California, Berkeley, introdujo la palabra hipernormalización en su libro Everything Was Forever, Until It Was No More: The Last Soviet Generation (Todo era para siempre, hasta que dejó de existir: la última generación soviética), publicado en 2006, que describe las paradojas de la vida soviética durante las décadas de 1970 y 1980. Todos en la Unión Soviética sabían que había fallas profundas en el sistema, pero se vivía la cotidianidad en dos mundos –el que produjo el accidente de Chernóbil y el de los imponentes desfiles en la Plaza Roja de Moscú y las tiendas bien surtidas–, porque nadie podía imaginar una alternativa al statu quo. Tanto los políticos como los ciudadanos estaban resignados a mantener las apariencias de una sociedad que parecía funcionar, pero estallaría al cabo del tiempo.

Curtis, documentalista de la BBC, demuestra con su película que estos procesos no eran exclusivos del socialismo real, sino que la sociedad en que vivimos padece de ese extraño desencanto donde la gente se va aguando en un mundo sin horizontes, puro páramo, pero la mayoría actúa como si no lo supiera por temor a romper las estructuras, que juzga inalterables.

El término puede aplicarse perfectamente a nuestros días de redes sociales, individualismo y soledad, en los que una buena parte de los ciudadanos parece haber abandonado la vida real –la política en su sentido más amplio– con la ilusión de que el mundo puede ser gestionado y de algún modo controlado desde nuestras pantallas.

Sin embargo, fuera de ese universo se observa un fenómeno opuesto: la tecnología avanza a un ritmo exponencial, impulsando un proceso de automatización que en pocos años eliminará la mayoría de los trabajos actuales. Además, se está produciendo una convergencia económica que reduce significativamente la capacidad de decisión de los políticos, haciéndola prácticamente irrelevante. Yurchak describe este estado de cosas con trazos precisos: Cuando todo se está viniendo abajo, pero la mayoría no encuentra alternativa posible. Cuando ya no queda tiempo para nada salvo para creerse las mentiras y seguir cuesta abajo. Bienvenido a la era de la hipernormalización.

Se normalizan, por ejemplo, acontecimientos que en otro momento habrían parecido cosa de locos fuera de control, como las barbaridades que dice y hace Donald Trump, la autoproclamación presidencial de Guaidó, la motosierra de Milei, los crímenes incalificables de Israel a la vista de todos, la glorificación de Netanyahu en el Congreso de Estados Unidos, el intento de golpe en Venezuela tras las elecciones del domingo... Mientras esto ocurre, la mayoría observa impasible y acepta este estado de cosas como algo corriente, atrapada en un lugar entre la Matrix y el mundo real.

No es gracias a las redes sociales, sino a la hipernormalización que el poder ha dejado de difundirse desde un centro exclusivamente para brotar, o imponerse, desde todas las periferias. Como en la Matrix, sólo hay dos posibilidades: tomarse la pastilla azul, que convertirá a la gente en esclavos felices de un programa en el que no hay libre albedrío, aunque lo parezca; o decidirse por la pastilla roja, la de los rebeldes, que hace frente a los diseñadores del mundo de la irrealidad y a sabiendas que cada decisión es propia.

El 4 de julio se cumplió un año del fallecimiento de Adolfo Gilly, uno de los más importantes intelectuales de izquierda latinoamericanos. Es significativo que su obra más conocida y la que mayor impacto ha tenido, La revolución interrumpida (Ediciones El Caballito, 1971), la haya escrito durante los años que estuvo como preso político en Lecumberri a fines de la década de 1960. Las condiciones de su encierro hicieron que su investigación y su relato estuvieran construidos sólo a partir de fuentes secundarias. Su propósito no era hacer un libro académico. Por el contrario, era un libro militante, como el propio Gilly escribió:

“Los fundamentos teóricos de este texto, que son a la vez una historia y una interpretación marxista de la Revolución Mexicana, están en la concepción de la revolución permanente y en la idea esencial del marxismo de que la historia de las revoluciones es para nosotros… la historia de la irrupción violenta de las masas en el gobierno de sus propios destinos [p. 5] […]. El objeto de esta obra no es hacer una investigación histórica ni exponer una tesis teórica. Es explicar y comprender para organizar una intervención revolucionaria [p. 399].”

Nada más alejado de la historia académica prevaleciente en esos años. Tal vez ese alejamiento de la academia mexicana le permitió ver la revolución desde una perspectiva muy distinta, porque las preguntas eran de otro carácter y por eso a los mismos acontecimientos y personajes estudiados por otros investigadores les encontró otro significado y produjo una nueva interpretación de ella.

El consenso historiográfico era, en la década de 1960, que la revolución había tenido un carácter popular, agrario, nacionalista y antimperialista. La corriente revisionista de las dos décadas siguientes cuestionó esa visión homogénea y propuso que no había una sola Revolución Mexicana, sino muchas, con múltiples actores y proyectos, a veces contrapuestos, que una de las corrientes había sido la ganadora y había construido el Estado posrevolucionario sobre la derrota de las otras.

En contraste, La revolución interrumpida había reafirmado el carácter revolucionario de lo ocurrido en México entre 1910 y 1940: se había destruido al Estado oligárquico y a su ejército; se habían creado nuevas instituciones; se había entregado la tierra a los campesinos y establecido una avanzada legislación social. Esos cambios profundos eran el resultado de la acción revolucionaria de los campesinos, particularmente, villistas y zapatistas. Esa fue la principal novedad del libro de Gilly, que por primera vez la Revolución Mexicana era explicada por lo que habían hecho los campesinos armados y los pueblos que seguían a Villa y Zapata. Los ejércitos campesinos construyeron su propia dirección política, tuvieron autonomía de la dirección carrancista y no solamente contribuyeron decisivamente a destruir al Estado porfirista-huertista, sino que avanzaron en construir un proyecto distinto. Fueron capaces, en 10 años de guerra civil, de rehacer el país y de rehacerse a sí mismos, encumbrando a sus dos líderes emblemáticos a una dimensión más allá de las fronteras mexicanas.

El libro de Gilly tuvo una enorme repercusión. Se convirtió en un libro de texto para los CCH y preparatorias, y se leyó ampliamente en las universidades públicas. Tal vez fue el libro más leído sobre la Revolución Mexicana en las décadas de 1970 y 1980. Fue un texto muy polémico. Su caracterización de la Revolución Mexicana como una revolución interrumpida, en la que la acción de las masas campesinas había destruido al Estado oligárquico, pero que, por carecer de programa y de partido revolucionario, permitieron que la pequeña burguesía tomara el poder y los derrotara, así como su afirmación de que la acción de los campesinos era revolucionaria y formaba parte de la revolución mundial, pero que había quedado en suspenso, desató amplios debates. Así resumió Gilly su ­interpretación:

“La revolución quedó interrumpida. Quiere decir que no alcanzó la plenitud de los objetivos socialistas potencialmente en ella contenidos, pero tampoco fue derrotada; que no pudo continuar avanzando, pero sus fuerzas no fueron quebradas ni dispersadas ni sus conquistas esenciales perdidas o abandonadas. Dejó el poder en manos de la burguesía, pero le impidió asentarlo en bases sociales propias; le permitió un desarrollo económico, pero le impidió un desarrollo social. Dejó en cambio en las manos y en la cabeza de las masas una seguridad histórica inextinguible en sus propias fuerzas… se mantuvieron vivas, en la conciencia de las masas y en sus conquistas esenciales, la revolución y la posibilidad de continuarla. Eso fue después del periodo de Lázaro Cárdenas [ibidem, p. 394].”

Durante mucho tiempo lo más acartonado de la academia mexicana le restó méritos a Gilly, a quien consideraban periodista, no historiador. Se le llegó a descalificar porque La revolución interrumpida no tenía casi notas de pie de página, haciendo caso omiso de las condiciones en que había sido escrito.

A pesar de esas críticas, el libro de Gilly se defendió solo. Se convirtió en un clásico. Se leyó muchísimo, mucho más que las obras de sus críticos. Y alentó el debate. En los años siguientes se dio una intensa discusión sobre el carácter de la revolución. La propuesta de Adolfo fue y sigue siendo un referente indispensable en esa polémica.

Caracas. Lo volvió a hacer. El chavismo bravío lo volvió a hacer. En medio de una campaña mediática de intoxicación (des)informativa y una guerra comunicacional de última generación en la que participó el propio Elon Musk −el megamillonario sudafricano residente en Estados Unidos y propietario de X, antes Twitter− como padrino de la extrema derecha venezolana, las bases bolivarianas volvieron a ganar otra batalla, esta vez en las urnas: los votos le ganaron a los bots y a Musk.

Pero la guerra sigue. En su fase actual, se trata de una guerra híbrida que utilizó las elecciones presidenciales del 28 de julio como instrumento para impulsar un golpe de Estado oligárquico, contrarrevolucionario y de características fascistas, tutelado por Washington a través del Departamento de Estado; la generala Laura Richardson, jefa del Comando Sur del Pentágono, y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), aunque algo limitada ésta porque tiene que operar desde la embajada de EU en Colombia, con la colaboración del lobby cubano-estadunidense de Miami, Florida, con Marco Rubio y el senador Bob Menéndez (declarado culpable de 16 cargos penales debido a un caso clásico de corrupción a gran escala según dictaminó la corte federal) a la cabeza.

Una conspiración que contó, además, con la complicidad de la ultraderecha cartelizada de Europa y América Latina, y de los presidentes de Argentina, Chile, Perú, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Uruguay, que intentan reditar al fenecido Grupo de Lima como instrumento de la política de cambio de régimen made in USA.

El objetivo: imponer un régimen paralelo con Edmundo González Urrutia, testaferro de María Corina Machado, como mascarón de proa; una suerte de Juan Guaidó 2.0, en referencia al autoproclamado presidente encargado sin elecciones de por medio, un fantoche producto de laboratorio de las fábricas de élite y de las políticas desestabilizadoras de Washington, implantado a golpes de Twitter por el ex presidente de EU Donald Trump, y los guerreristas y supremacistas del gobierno en las sombras ( Deep State) que le rodeaban en la Casa Blanca: John Bolton, Mike Pompeo y Elliot Abrams, criminal de guerra convicto del caso Irán- Contras.

Así, podría decirse que si la fracasada asonada cívico-militar del 11 de abril de 2002 contra el presidente Hugo Chávez constituyó el primer golpe mediático del siglo XXI (a partir del papel clave jugado por los tres principales conglomerados privados locales: Venevisión, del magnate Gustavo Cisneros; Globovisión, bajo la batuta de Alberto Federico Ravell, y Radio Caracas Televisión [RCTV]), la actual intentona en curso constituiría un golpe digital en redes al estilo Maidan en Ucrania, en 2014, pero actualizado con tecnologías sofisticadas.

En realidad, se trata de un golpe de Estado continuado que sigue el esquema de las revoluciones de colores (golpe suave) de Gene Sharp, que desde junio pasado comenzó a manufacturar en las llamadas redes sociales y los medios oligopólicos privados una metarealidad mediante la difusión de noticias falsas ( fake news) y distorsionadas matrices de opinión, que adaptando la técnica militar del enjambre a las plataformas comunicacionales, posicionaron al candidato de la ultraderecha, Edmundo González, más de 30 puntos arriba del aspirante del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Nicolás Maduro, en busca de su relección.

Una guerra comunicacional asimétrica estratégica, que sigue los parámetros de la Doctrina Conjunta de Operaciones de Información del Pentágono, que combina el empleo integral de la guerra electrónica, las operaciones sicológicas ( Psyop), las operaciones en las redes de computadoras y celulares (guerra cibernética) y la decepción militar, como herramientas de manipulación y de fabricación de una determinada percepción de la población nativa y las audiencias del exterior, a lo que se sumaron desde junio pasado sabotajes contra el sistema eléctrico e infraestructura crítica, intentos de magnicidio contra el presidente Maduro y un blackout informativo sobre sus actividades de campaña.

Apagón informativo protagonizado, también, por las agencias noticiosas internacionales y los consorcios mediáticos hegemónicos occidentales (como Bloomberg, CNN, Reuters, Efe, Afp, The New York Times , France 24, Euro News, los diarios El País , ABC y El Mundo de Madrid y El Universal y El Nacional de Caracas), que a partir de invisibilizar y prácticamente cancelar al candidato del Gran Polo Patriótico, fueron configurando un universo paralelo al margen de la realidad. Para ello, ocultaron y/o desestimaron otros sondeos demoscópicos como los de Hinterlaces, ICS, Dataviva e Ideadatos, que ubicaban a Maduro como eventual triunfador de los comicios.

Según alertó un par de días antes de la jornada electoral el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, el plan consistía en cantar fraude en la tarde del día de los comicios desde un centro paralelo ubicado fuera del territorio venezolano, donde el Consejo Nacional Electoral (CNE) es el único árbitro de los procesos comiciales. Desde ese lugar ubicado en Miami, los conspiradores golpistas se conectarían a lo que la oposición dirigida por la golpista María Corina Machado llamó la transmisión oficial.

Casi hacia la primera media hora del 29 de julio, que el CNE emitió su primer veredicto, al declarar que con 80 por ciento de los votos escrutados Maduro era el vencedor con 51.20 por ciento de los sufragios, siete puntos arriba del opositor Edmundo González.

Por la noche del martes 30, la unión cívico-militar-policial había recuperado las calles y el país estaba en aparente calma. Las autoridades anunciaron la detención de 730 guarimberos (entre ellos 10 líderes), acusados de terrorismo. En el saldo reportado de los disturbios callejeros figuraban un oficial muerto por disparo y 23 militares heridos. Muchos de los detenidos eran venezolanos repatriados que tenían preparación militar; 90 por ciento estaban drogados y 80 por ciento tenía antecedentes penales.

Un día antes, en una drástica e inesperada decisión, Nicolás Maduro anunció el rompimiento de relaciones con Argentina, Chile, Perú, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Uruguay. El mensaje fue obvio: Venezuela va a negociar directamente con Estados Unidos, no con gobiernos peleles.

Texto compleo en: https://bit.ly/3yix4xx

El año 1936 fue decisivo en su historia. Por primera vez, el Tercer Reich se dispuso a utilizar la oportunidad que ofrecen los juegos para capitalizar su espectáculo como aparador global de la glorificación nacional. Ya no se trataba simplemente de congregar como público a la humanidad; ahora se pretendía hacer que un Estado sobresaliera ante su mirada. Se construyó una titánica Ciudad Olímpica; la dimensión de los estadios adquirió su actual aura monumental; se ampliaron y adecuaron avenidas, parques y paseos. El arte cinematográfico de Leni Riefenstal habría de documentar la laboriosidad de los obreros alemanes, la destreza de sus ingenieros, la militar disciplina de su sociedad. Llegaron las delgaciones y, con ellas, el turismo; Berlín –ya desgarrado por la violencia fascista– debería aparecer como un rincón idílico; no sin antes esconder bajo el tapete a judíos, gitanos y gays –en los valores del Reich, éstos no pertencían a la humanidad–. Pero las paradojas de la historia llegan por la senda –en este caso, por la pista– más inesperada. Bastaron 10.3 segundos (el récord mundial de aquel entonces en la competencia de 100 metros planos) para que Jesse Owens, el atleta negro estadunidense, hiciera fracasar a esa orgia de blanquitud (y superioridad) racial, tan sencillo como desinflar al majestuoso zepelín con la punta de un alfiler.

Desde entonces, los juegos se han convertido en uno de los mayores teatros en los que se dirimen los centros de la politicidad contemporánea. Finalmente, se trata de una de las raras ocasiones en que el mundo parece paralizarse durante unas cuantas semanas y, de manera concentrada efectivamente observa. Si existe la sociedad del espectáculo, las olimpiadas son, sin duda, uno de sus centros. Y no hay quien evada la tentación o la posibilidad de capitalizar la oportunidad. En 1968, los estudiantes mexicanos supieron hacerlo con mucha destreza. En 1988, el movimiento por la democratización en Corea del Sur logró deshacerse de la dictadura militar. En 2016, horas antes de la inauguración de las olimpiadas en Río de Janeiro, las protestas de meses contra la violencia y la seguridad no cedían. Sólo por mencionar algunos casos notables.

En 2024, París no podía faltar a esta otra cita que conjuga al espectáculo con las tensiones de la políticidad –ahora global–. Quienes idearon el espectáculo de la inauguración decidieron hacer llegar a las delegaciones deportivas no al estadio central, sino a través de la ciudad. No un desfile a pie, sino una parada acuática a lo largo del río Sena que zigzaguea a través de la urbe. Es costumbre que los anfitriones recurran a sus estereotipos nacionales –las signaturas propias en el mercado mundial de los símbolos– para acentuar su identidad. En París, no podía faltar alguna alusión a la moda. Sólo que a un lado de la pasarela, en calidad de una metáfora del público, los asientos estaban ocupados por algunas de las drag queens más célebres de Francia. Casi horas después de concluido el espectáculo, la Conferencia Episcopal Francesa acusó a los organizadores de incluir escenas de burla y mofa al cristianismo. Al principio no se sabía de qué escenas se trataba, hasta que representantes del partido de Jean Marie Le Pen se encargaron de especificar: “Poner a drag queens en el lugar de la Última Cena no sólo es un insulto moral, es un crimen público”. Rápidamente, a las protestas se sumaron el sátrapa Recep Erdogan, presidente de Turquía, y el ayatolá Ali Jamenei, los cuales presiden los regímenes más opresivos concebibles en términos de derechos de género y de la mujer. Ahora autonombrados protectores de la santidad de Cristo que es tan relevante para el Corán. La lista se volvió imparable: Voz, Fratelli d’Italia, la Ligue du Nord… Y, por supuesto, no podía faltar Trump.

Por más que los organizadores quiseron explicar que no se trataba de ninguna metáfora sobre la Última Cena –sólo se representaba a una festividad de Dionisio, la deidad griega–, ya nadie escuchó. La avalancha de esta sagrada familia contra el mundo de la diversidad de géneros se volvió estridente. La guerra contra el género –como la ha definido Judith Butler– lleva años como estadarte central de la ultraderecha. Al igual que el ataque contra la teoría crítica de la etnicidad, que defiende tan brillantemente Cornell West. ¿Por qué? En la inauguración olímpica, la escena era perfecta para convertirla en una cruzada mundial.

Con la presentación del informe sobre las finanzas públicas al segundo trimestre de 2024 y la estimación del PIB, el proceso de construcción del paquete económico de 2025 puede empezar a mostrarse. El registro al primer semestre permite contar con estimaciones más precisas del cierre del ejercicio presupuestal de este año. Los elementos que resaltan son: el crecimiento del PIB se desaceleró a una tasa anual de 1.1 por ciento, que se aleja mucho de la estimación oficial de 3 por ciento; el dinamismo del PIB está sostenido por la demanda interna, por el consumo y destacadamente por la inversión privada que creció 17.5 por ciento a tasa anual; la inflación es menor que hace un año, pero la del segundo trimestre es mayor que la del primero; los ingresos presupuestarios son ligeramente superiores de los presupuestados y el gasto público se mantuvo en línea con el presupuesto; el déficit fiscal llegará a 5.9 por ciento del PIB; la deuda pública cerrará el año en condiciones sustentables al representar 47.2 por ciento del PIB.

Con esta información, que da cuenta de que las cosas siguen estando bajo control, aunque están lejos de ser las esperadas, se está construyendo el paquete económico 2025. Del paquete de 2024, resaltaba que el gasto público se presupuestaba en 9.02 billones de pesos y los ingresos públicos en 7.3 billones. Consecuentemente se preveía un déficit fiscal de 1.72 billones de pesos, equivalentes a 5.2 por ciento del PIB. Al avanzar el año la estimación del déficit se elevó a 5.9 por ciento del PIB. Por supuesto, hubo que financiar este déficit con deuda pública. Dado este resultado, en la construcción del paquete económico para 2025 se ha fijado como una de las metas importantes reducir el déficit fiscal a 3 por ciento del PIB. Esta consolidación fiscal puede conseguirse de dos maneras básicas: reduciendo el gasto o aumentando los ingresos; o bien una vía combinada: reducciones de gasto/aumentos de ingresos.

Lograr esta consolidación fiscal exige que se expliciten acciones de ambos lados de las finanzas públicas. La virtual presidenta electa ha comprometido que los programas sociales no sólo permanecen, sino que habrá aumentos a raíz de, por ejemplo, reducir la edad a 60 años para que mujeres reciban la pensión del bienestar. Es posible suponer que del lado de la inversión pública se plantee reducirla, ya que las obras emblemáticas del sexenio habrán concluido. Pudieran reducirse, además, algunos gastos derivados de una segunda etapa de la austeridad republicana, que permitiría eliminar egresos que se consideran innecesarios, como los destinados a algunos organismos autónomos, pero los recortes mayores ya ocurrieron de modo que sería reducciones marginales. De modo que no alcanzarán para cumplir la meta de consolidación.

En 2025, el gasto público seguramente llevara a que de los 9.02 billones presupuestados para 2024 se llegué a por lo menos 9.5 billones. Con este monto de gasto, para lograr la meta del déficit el punto relevante es el ingreso público. La pregunta es qué habría que hacer para que los ingresos públicos llegaran a un poco más de 8 billones, de modo que el déficit fiscal pudiera ser de 1.5 billones, equivalente aproximadamente a 3 por ciento del PIB. Este incremento de ingresos puede obtenerse en los tributarios o en los no tributarios, provenientes de todos los tipos de impuestos o de los ingresos de Pemex, CFE y también del IMSS y el Issste.

Sheinbaum ha reiterado que no habrá reforma fiscal, de modo que la captación de ingresos tributarios solo crecerá proporcionalmente al incremento de la actividad económica, que sabemos no será mayor al 2 por ciento. Pudieran conseguirse ingresos tributarios adicionales por la mejora en la eficiencia tributaria, pero estos posibles ingresos adicionales están limitados y no pueden considerarse decisivos para conseguir el objetivo buscado.

De modo que la posibilidad de que la meta de consolidación fiscal pudiera lograrse parece complicada. Una vía que el gobierno ha aceptado es la que se ha abierto con la propuesta de Brasil en el G-20. La propuesta de Gabriel Zucman para gravar a los milmillonarios del mundo está en una etapa inicial, pero México estará presente en esas discusiones y está abierto a considerarla. Los 14 milmillonarios mexicanos, que tienen nombre y apellido, se apropian, de acuerdo con Oxfam, de 8.18 de cada 100 pesos de la riqueza nacional privada. Los otros 293 mil 966 millonarios se quedan con otros 51.67 pesos del total de 100. Los demás apenas tenemos 40.15 pesos de 100. Una propuesta que puede plantearse es acordar con algunos de ellos un impuesto especial en el tono del propuesto por Zucman para colaborar con el bienestar nacional.

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