Un
informe del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés)
ubica a Nicaragua en el sexto lugar en el mundo en equidad de género y
el primero en América Latina y el Caribe, pero el movimiento amplio de
mujeres de este país centroamericano difiere de tal reporte.
La ministra nicaragüense de la Familia, Marcia Ramírez, aplaudió el informe y aseguró que es resultado del modelo de comunidad que promueve el gobierno, con el acceso de las mujeres a la salud, educación, consejerías familiares, y en cargos públicos como alcaldías, diputaciones y en las instituciones estatales.
Igualmente, la diputada del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) Irma Dávila dijo que el reporte es un reconocimiento al modelo de persona, familia y comunidad que desarrolla el gobierno con la participación de las mujeres en igualdad de género.
La legisladora mencionó la ley conocida como “50-50”, que permite que en las elecciones a cargos públicos participen en todas las candidaturas la mitad de mujeres.
Si bien en el país hay alcaldesas y diputadas, habría que analizar el grado de autonomía que tienen estas mujeres porque muchas de ellas responden a los lineamientos partidarios del gobierno y en algunos casos son los secretarios o jefes de bancadas quienes mandan, aclaró Adelayda Sánchez, vocera del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
Para Juanita Jiménez, del Movimiento Autónomo de Mujeres, es “sorprendente” el informe del WEF porque en Nicaragua las condiciones de desigualdad para las mujeres son enormes en todos los ámbitos, sobre todo en Derechos Humanos.
Los programas sociales del gobierno han sido insuficientes, ya que en su mayoría son paliativos con componente electorero, no impactan en el desarrollo de las mujeres y sólo benefician a los simpatizantes del FSLN, advirtió Jiménez.
Esos programas no van dirigidos a desarrollar capacidades o el desarrollo integral de las mujeres, como el caso del llamado “bono productivo”, que más bien sobrecarga las tareas del hogar a las mujeres, reiteró.
Hay una gran contradicción en ese informe del WEF y la realidad de las nicaragüenses. En el ámbito del derecho, las mujeres “estamos en desigualdad, ese informe no analiza a profundidad las realidades en que viven sus derechos las mujeres”, reiteró Jiménez.
Si bien hay alta participación política en cargos públicos, esto no se traduce en acciones para el desarrollo de las mujeres. “Somos uno de los siete países en el mundo que penalizan el aborto terapéutico y además la nación con la mayor tasa de embarazo en adolescentes”, remarcó la activista.
Para Reina Rodríguez, enlace nacional de la Red de Mujeres Contra la Violencia, no hay equidad y mucho menos igualdad de género en Nicaragua, cuando los derechos de las mujeres son violentados y hay 63 casos de feminicidio en 2014, lo que demuestra el grado de misoginia en el país centroamericano.
“Igualdad en este país no hay, en eso estamos luchando”, dijo Sandra Ramos, del Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra. Agregó que en Nicaragua hay brechas enormes de género, los hombres son dueños del 90 por ciento del ganado mayor y las mujeres sólo del 10 por ciento, eso no es igualdad, reiteró.
Además denunció que las mujeres ganan menos del 40 por ciento que los hombres ocupando el mismo puesto. Siete de cada 10 mujeres ocupadas trabaja en el sector informal y siete de cada 10 mujeres mayores de 65 años no reciben ningún tipo de pensión.
Foto: Nelson Rodríguez
Por: Nelson Rodríguez, corresponsal
Cimacnoticias | Managua.-
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