En Camboya, fábricas proveedoras violentan derechos laborales
Las
trabajadoras camboyanas de la industria de la confección –en su mayoría
jóvenes– enfrentan largas jornadas laborales que incluso las llevan a
la desnutrición, sufren discriminación por embarazo, y carecen de
prestaciones mínimas, todo ello ante el descobijo del gobierno de este
país del sudeste asiático.
La organización internacional Human Rights Watch (HRW) presentó hoy el
informe “Trabajen más rápido o váyanse: Violación de derechos laborales
en el sector de indumentaria de Camboya”, que documenta cómo las
fábricas de confección de ropa de las grandes marcas internacionales
violan las garantías de su personal femenino.
La industria del vestido en Camboya, dominada por inversiones
extranjeras provenientes de los vecinos Hong Kong, Taiwán, China,
Singapur, Malasia y Corea del Sur, es crucial para la economía del país
asiático y la subsistencia de las mujeres.
Según datos del Ministerio de Industria y Manufactura camboyano, las
mujeres representan el 90 por ciento de los más de 700 mil trabajadores
del vestido, que se desempeñan en las mil 200 empresas del rubro en el
país.
De acuerdo con el informe de HRW, se trata de marcas de vestimenta
globales ampliamente conocidas que “deberían hacer más para que sus
contratos con fábricas de indumentaria no contribuyan a que se violen
los derechos laborales”. Dentro de las marcas están Adidas, Gap y
H&M.
Mediante entrevistas a trabajadoras, supervisores y representantes de
las marcas, HRW documentó los casos de trabajadoras del sector que
sufren desmayos durante la jornada laboral.
La organización humanitaria también comprobó que numerosas fábricas
suscribían reiteradamente contratos ilegales de corta duración, para
evitar pagos por maternidad y otros beneficios a sus empleadas, así
como para intimidarlas y controlarlas.
Es más común que fábricas pequeñas que son subcontratistas de otras más
grandes dedicadas a la exportación realicen contratos de manera
informal, “lo que obstaculiza la posibilidad de las trabajadoras de
reivindicar sus derechos, ya que se exponen a ser despedidas
fácilmente”.
Las trabajadoras de 30 fábricas denunciaron abusos, como la negativa a
contratar, renovar contratos de corta duración o brindar condiciones
razonables a mujeres embarazadas, lo cual dificultaba que pudieran
laborar. Además a algunas les resultaba difícil obtener autorizaciones
médicas de licencia por enfermedad.
HRW también documentó ejemplos de trabajo infantil ilegal en 11 de las
fábricas evaluadas. Los peores abusos se reportaron en empresas
subcontratistas más pequeñas, que producen para otras compañías más
grandes con licencia de exportación.
De acuerdo con HRW, esto se da en un contexto en el que el gobierno
camboyano no supervisa adecuadamente la forma en que realizan sus
contratos las fábricas de indumentaria, y tampoco lleva a cabo
supervisiones constantes.
Entre 2009 y 2013 las autoridades aplicaron multas apenas a 10 fábricas e iniciaron acciones legales contra siete.
La organización internacional también reclamó que las marcas de ropa no
hayan adoptado medidas adecuadas, para poner fin a contratos ilegales
de corta duración en las fábricas de sus proveedores.
Por: la Redacción
Cimacnoticias | México, DF.-
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