El autor de "Autopsia de un recuerdo" y director Editorial del diario 'Reforma' lamentó que Eduardo Medina Mora fuera propuesto para ocupar el cargo de Ministro en la Suprema Corte, pues "no está marcado por una buena trayectoria como funcionario".
Actualmente, en nuestro país “estamos en un punto de quiebre, hemos sido afortunados en ver cómo el viejo régimen ha comenzado a caducar, pero no acabamos de ver qué es lo que nace frente a esto que muere,
y en ese sentido somos privilegiados porque estamos en un punto de
quiebre en la historia nacional”, sostuvo el periodista y escritor René
Delgado, quien recientemente presentó su libro Autopsia de un recuerdo.
En entrevista para Aristegui CNN, indicó que “estamos en ese punto donde no se ve claramente la luz, pero sabemos que se está acabando algo”.
“Estoy seguro de que está muriendo algo, no estoy claro si está naciendo algo bueno y mejor… me parece imposible que se restaure lo que era el viejo régimen, veo una sociedad más activa”, continuó.
Al abordar el tema de la elección del próximo Ministro de la Suprema
Corte, cargo al que fue postulado Eduardo Medina Mora, dijo que nos
encontramos “en ese ejercicio donde en el marco de los poderes, pareciera haber la tentación de influir sobre los otros poderes distintos al Ejecutivo,
no solamente en el ámbito legislativo y judicial, sino en estos nuevos
poderes, nuevos institutos, nuevas comisiones autónomas”.
El periodista consideró que “es lamentable que se haya incluido
el nombre de Eduardo Medina Mora, porque de fondo es generar un nuevo
problema que no existía, penosamente el debate se ha centrado en aquél
que no debe de ser y no en aquellos que podrían ser”.
“La atención está concentrada en está suerte de absurdo, de postular de un hombre que no está marcado por una buena trayectoria como funcionario”, puntualizó.
En tanto, sobre las elecciones de este año opinó que “estamos frente a un nuevo instituto (el INE),
no sé si mejor que el anterior, me parece que el Instituto Federal
Electoral (IFE) había acreditado su utilidad en los procesos federales”.
“El hecho de centralizar las decisiones, amarrar la mano a los
gobernadores, sobre la base de que un órgano ahora nacional, puede
incidir en los procesos locales, puede resultar en un masacote legislativo. La reforma electoral no fue debidamente diseñada en su legislación en su nivel constitucional, como reglamentario., parte de la crisis que estamos viendo en el nuevo Instituto Nacional Electoral es producto de ese mal diseño”, dijo.
Paracaídas del PRI
Como parte del panorama electoral, “estamos viendo cómo el Partido Verde pareciera ser rehabilitado o habilitado como el paracaídas del PRI, hoy los índices de credibilidad del partido en el poder no son los que le gustaría”.
Señaló que ahora “no es posible la restauración del viejo régimen, porque ya no tiene las palancas de poder que tenía. Se debilitó el poder de la Presidencia”.
Y “no se ha buscado restablecer los nuevos mecanismos, no sólo se pretende centralizar las decisiones, vemos partidos frágiles de la oposición, no vemos oposición hoy”.
René Delgado abordó otros temas, como el caso Ayotzinapa, del que apuntó: “Lo lamentable que es el suceso, no es más que la expresión de un malestar generalizado
que se cifra en miles de desaparecidos y en millares de muertos. Las
primeras manifestaciones sí expresaban un malestar generalizado, el
desenlace de las segundas manifestaciones son de grupos muy
focalizados”.
Al hablar de su más reciente libro Autopsia de un recuerdo, comentó que “el periodismo tiene por límite la realidad, tiene que sujetarse a ella. Y la literatura tiene por horizonte la imaginación”.
El libro es “estrictamente ficción, es la saga de la anterior novela, El rescate, donde pretendo concluir una historia que si bien tiene ingredientes relacionados con el periodismo, no es periodismo, aunque suene que sí”.
Expuso que El rescate, “es precisamente el rescate de una secuestrada, de dos secuestros hago uno sólo y Autopsia de un recuerdo, es el reencuentro de un periodista con esta mujer que conoció en aquellos años de fines de los 70, que pretende cerrar un capítulo de mi propia biografía, que es la de no agotar la escritura sólo en el periodismo”
“El personaje de la novela reflexiona sobre su oficio… en el fondo el dilema
de los personajes es el dilema de todos nosotros, todas nuestras
personalidades tienen matices, contradicciones, principios, y aún
cuando quisiéramos que fueran en línea recta somos
multidimensionales… Uno no puede renunciar a la realidad que habita todos los días, ambas novelas por eje tienen la violencia, una violencia revolucionaria”, anotó.
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