No sólo es la falta de crecimiento del precandidato único del PRI a
la presidencia José Antonio Meade lo que ha despertado los focos rojos
para la clase política priista. Prácticamente todos los indicadores
señalan que el tricolor perderá gubernaturas que tiene en su poder, como
Jalisco y Yucatán, y que no ganará en ninguna de las nueve entidades
que disputarán cargos para gobernador.
En las elecciones para renovar el Congreso, el PRI aparece también
como tercera fuerza electoral, por debajo de las coaliciones armadas por
Morena-PT-PES y del PAN-PRD-MC, y en algunas entidades, como en
Chiapas, hay una auténtica rebelión en ciernes por la selección de
candidatos.
Más que el crecimiento y expansión de Andrés Manuel López Obrador, el
dirigente político opositor que está capitalizando su oposición al
modelo peñista, lo que estamos presenciando es el auténtico defecto Peña Nieto. Es
decir, la caída acelerada de la aceptación del gobierno de Enrique Peña
Nieto y la suma de escándalos de corrupción que involucran a nueve
exgobernadores priistas suman un panorama difícil de remontar para
cualquier candidato oficialista.
El propio Meade ha tratado de evadir la única fortaleza que tiene: el
“voto duro” de los priistas. En esta parte de la precampaña, el
exsecretario de Hacienda trata de presentarse como un candidato
desvinculado de un gobierno donde ocupó tres puestos claves en el
gabinete.
Desde la “Estafa Maestra” en Sedesol hasta el escándalo de
triangulación de fondos de Hacienda hacia los estados durante las
elecciones de 2016, la campaña de Meade está minada de escándalos de
corrupción que lo involucran, al menos por omisión.
El sondeo publicado por Buendía & Laredo en el periódico El Universal retrata
el tamaño de la crisis para el PRI, el peñismo y Meade: el precandidato
oficial se ha estancado en un 16 % de las preferencias, en lejano
tercer lugar frente a un crecimiento de tres puntos de Ricardo Anaya
(que pasó del 23 al 2%, según esta misma encuesta) y el 32% de López
Obrador.
Consulta Mitofsky registró en su reciente encuesta una distancia
menor entre Meade y Anaya, pero al candidato priista lo mantiene en
tercera posición: 18.2% frente al 20.4% de Anaya y el 23.6% para López
Obrador.
El PRI perdería en las nueve entidades donde se realizarán elecciones
para gobernador este año, mientras que Morena encabeza las preferencias
en seis de estos estados (Chiapas, Ciudad de México, Morelos, Puebla,
Tabasco y Veracruz), en tanto el PAN mantiene las preferencias en dos
entidades (Yucatán y Guanajuato) y el Movimiento Ciudadano en una
(Jalisco), según los resultados de la encuesta realizada el 24 de enero
por la empresa Massive Caller.
Estas entrevistas telefónicas realizadas entre mil personas en cada
una de las entidades, reveló que el PRI perdería en las entidades donde
aún gobierna, como son los casos de Jalisco, Yucatán y Chiapas (éste en
coalición con Partido Verde), mientras que el PAN está en riesgo de
perder en Puebla y Veracruz, y el PRD en Morelos, Tabasco y la Ciudad de
México.
El crecimiento de Morena es muy claro en todas las entidades y
mantiene un amplio margen de ventaja en la Ciudad de México, donde
Claudia Sheinbaum tiene el 35.7% de las preferencias, frente al 18.9% de
Alejandra Barrales, del frente PRD-PAN, y el 13.2 % de Mikel Arriola,
del PRI-Verde.
En Chiapas, el candidato de Morena, Rutilio Escandón registra una
ventaja de 33.2% de preferencias, frente al 16.7% del aspirante José
Antonio Aguilar Bodegas, del frente PAN-PRD, MC, y Roberto Albores, del
oficialista PRI-Verde, sólo tiene el 14.7% de las preferencias, según la
misma encuesta. En esta entidad, el porcentaje de indecisos es de
19.8%.
En Tabasco, donde dejará el gobierno el perredista Arturo Núñez, el
candidato de la coalición Morena-PES-PT, Adán Augusto López, tiene el
33.3%, frente al 20.8% de Gerardo Gaudiano Roviroza, de la coalición
PAN-PRD-MC, mientras que la priista Georgina Trujillo, del
PRI-Verde-Panal, sólo tiene el 14.5% de las preferencias. Hay un 18.5%
de voto indeciso, según la misma empresa encuestadora.
La sorpresa es Veracruz, donde el aspirante Cuitláhuac García, de
Morena-PES-PT, tiene el 30.4% de las preferencias, y Miguel Angel Yunes
Márquez, hijo del actual gobernador, tiene el 27.8% bajo las siglas del
PAN-PRD-MC, y el priista José Yunes Zorrilla, sólo tiene 13.8% de las
preferencias electorales. El margen de indecisos es de 19.5% y el margen
de error de la encuesta es de más-menos 3.2%.
En el caso de Morelos, el recién designado aspirante de Morena-PT-PS,
el exfutbolista y alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, tiene el
31.8% de las preferencias electorales, frente al 13.5% de Víctor
Caballero, del PAN, 10% de Alejandro Vera, del PRI-Verde-Panal, y sólo
7.3% de Rodrigo Gayosso, del PRD. El porcentaje de indecisos alcanza el
21.5% en esta entidad.
En Puebla, donde Martha Erika Alonso, esposa del exgobernador Rafael
Moreno Valle, busca ganar la gubernatura con la coalición del
PAN-PRD-MC, sólo tiene 22.3% de las preferencias, por debajo del 26.5%
del senador Miguel Barbosa Huerta, de Morena-PES-PT, y 17.1% de Juan
Carlos Lastiri Quiroz, del PRI-Verde-Panal.
El PRI perdería la gubernatura de Yucatán que mantiene Rolando Zapata
Bello, frente al exalcalde de Mérida, Mauricio Vila, de la coalición
PAN-PRD-MC, que registra el 35.6% de la intención del voto, frente a un
lejano 22.8% del aspirante priista Mauricio Sahui, del PRI-Verde-Panal, y
un lejano 14.5% de Rogerio Vázquez Castro, postulado por Morena-PES-PT.
En Guanajuato, el PAN también encabeza las preferencias electorales
con Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, en coalición con PRD y MC, que
registra el 30.2% de las preferencias, muy adelante del aspirante
priista José Luis Romero Hicks, que tiene sólo 15.6%, y el candidato de
Morena, Antares Vázquez Alatorre, registró 14.9%. Es la entidad con
mayor porcentaje de voto indeciso: 23.5%.
El MC, con el alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro, encabeza las
preferencias en Jalisco, con el 33. 4%, muy lejos del candidato
oficialista Miguel Castro Reynoso, del PRI-Verde-Panal, con apenas el
14.1%. El PAN, que también gobernó esta entidad, tiene sólo el 12.3% de
las preferencias con Miguel Ángel Moraz, y Carlos Lomelí Bolaños, de
Morena-PES-PT, tiene 10.9%. El porcentaje de voto indeciso es de 19.6%.
Frente a este panorama, estamos ante unas de las elecciones más
cuesta arriba para el oficialismo. No es extraño, entonces, que el
propio Peña Nieto esté “irritado” con las redes sociales y con la
realidad.
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