Desde hace 10 años partidos están obligados a capacitar a militantes
A
una década de que los partidos políticos fueran obligados a destinar un
porcentaje de su financiamiento público para capacitar a mujeres –y con
ello allanar el camino para que accedan a cargos de elección– la medida
ha funcionado paulatinamente pero todavía falta transparentar el
ejercicio de esos recursos.
Desde 2008 este recurso otorgado a todos los partidos políticos con registro nacional, ha alcanzado una cifra de 919 millones 011 mil 673 pesos,
presupuesto que se considera prioritario pues es una medida afirmativa
que permite la participación de más mujeres en la toma de decisiones y
en las estructuras de poder.
Durante los primeros años de esta disposición, las agrupaciones
políticas derrocharon este recurso utilizándolo para pagar servicios de
fumigación, seguridad, lavandería, aguinaldos e impuestos, bolsas,
mandiles, gabardinas, pulseras bordadas, pero tras el escándalo y la
denuncia pública del hecho, las mujeres diseñaron candados para que se
cumpla el objetivo para el cual fue creado.
El éxito paulatino se observa al revisar que en 2008 las mujeres
representaban 22.6 de las diputaciones locales y federales, 18.8 de las
senadurías y 4.6 por ciento de las alcaldesas. Actualmente ellas
representan 42.6 por ciento de las diputaciones locales y federales, 38
por ciento de las senadurías y aunque a nivel local la presencia
femenina todavía es escasa, ya encabezan 14 por ciento de las
presidencias municipales.
Con este panorama, las dirigentes de las Secretarías de Igualdad de
los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y
Movimiento Regeneración Nacional (Morena) afirman que pese a todo, debe
continuar la inversión para formar liderazgos femeninos, aún cuando hay
voces que exigen reducir el financiamiento público que reciben los
partidos.
Actualmente, estos montos se usan para pagar tareas logísticas,
traslados aéreos y terrestres, hospedaje, alimentos y material de
trabajo de las sesiones de capacitación de las mujeres, pero las líderes
de las Secretarías consideran que debería invertirse en campañas
políticas, es decir en etiquetar una partida para que puedan hacer
proselitismo igual que sus pares varones.
OBLIGACIÓN LEGAL
El financiamiento para la capacitación política de mujeres surgió
como respuesta a dos argumentos recurrentes que los varones usaban para
explicar la magra presencia femenina en el espacio político: “no hay
mujeres que quieran participar” o “no están capacitadas para ejercer un
cargo de alta responsabilidad”.
Para derrumbar este mito e impulsar el desarrollo de las habilidades
de las mexicanas para ser oradoras en los congresos partidistas, alzar
la mano en las tribunas parlamentarias o firmar documentos como
responsables de instituciones, entre 2007 y 2008 el movimiento feminista
junto con senadoras y diputadas insistieron en la necesidad de
financiar la capacitación de las militantes para que avanzaran en las
estructuras dentro y fuera del partido.
Fue así que consiguieron, en 2008, el entonces Código Federal de
Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) dispusiera que los
partidos políticos deberían destinar dos por ciento de su financiamiento
para la capacitación y promoción política de las mujeres, porcentaje
que tras la reforma constitucional en materia político-electoral de 2014
se incrementó a tres.
En 2008 los ocho partidos políticos con registro recibieron 49
millones 513 mil 242 pesos. Aunque la Unidad de Fiscalización del
entonces Instituto Federal Electoral (IFE), hoy Instituto Nacional
Electoral (INE), revisó mediante pruebas selectivas que se reportaran
los gastos de este rubro, sólo multó al PRD al encontrar que no ejerció
el presupuesto etiquetado.
Dos años después, la consultora Natividad Cárdenas Morales, quien
analizó el ejercicio de este presupuesto en 2008 y 2009, destapó el
despilfarró millonario de los montos cuando al revisar los reportes de
gastos encontró que estos recursos se utilizaron para cubrir viáticos,
gratificaciones, propaganda y artículos promocionales pero no para
fomentar los liderazgos femeninos.
La consultora destacó que si bien el artículo 78, párrafo V del
Cofipe estableció la obligatoriedad de los partidos políticos para
destinar un porcentaje a capacitación exclusiva de mujeres, en la
práctica no existían especificaciones que permitieran determinar ni
vigilar cómo se ejercerían esos recursos, lo que hizo que en 2011 las
mujeres promovieran una reforma al Reglamento de Fiscalización del IFE
para imponer candados legales.
DINERO Y POLÍTICA
Actualmente la disposición está legislada en el Artículo 51 de la Ley
General de Partidos Políticos y de acuerdo con el Reglamento de
Fiscalización del INE en los Artículos 186 al 189, los montos del tres
por ciento se pueden utilizar para cubrir el gasto de cursos, talleres,
seminarios, conferencias, diplomados; la edición y producción de
impresos; y la realización de audiovisuales o investigaciones que ayuden
a la capacitación de las mujeres.
Sin embargo, la maestra-investigadora de la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila, María del
Rosario Varela Zúñiga, quien realizó un estudio sobre el tres por ciento
en 2015, considera que los partidos aun improvisan el ejercicio de
estos montos porque no diseñan sus planes de trabajo; o algunos
proyectan gastar más de lo presupuestado o ejercen menos recursos de los
que reciben.
En una revisión de los planes de trabajo de 2015, Varela Zúñiga
encontró que 7 de los 10 partidos nacionales (el Partido Humanista
perdió su registro a nivel nacional en noviembre de 2015) privilegiaron
gastar en talleres y cursos al destinarle más de 50 por ciento de su
gasto; MC equilibró su presupuesto al repartirlo en actividades de
capacitación, investigación y difusión, mientras que el Panal gastó más
en difusión.
La investigadora también señaló que un tema a revisar son los altos
costos de las investigaciones que realizan los partidos porque los
gastos son tan diferenciados que un partido puede gastar desde 270 mil
pesos en un estudio pero otro puede llegar a erogar hasta un millón 510
mil pesos en una tarea similar.
Para este 2018, año de elecciones federales y locales, los nueve
partidos nacionales: PAN, PRD, Morena, Partido Revolucionario
Institucional (PRI), del Trabajo (PT), Verde Ecologista de México
(PVEM), Movimiento Ciudadano (MC), Nueva Alianza (Panal) y Encuentro
Social (PES) sumaron 128 millones 889 mil 997 pesos para capacitación de
mujeres.
APRENDER A PARTICIPAR
La reforma en materia político-electoral de 2014 que incrementó del
dos al tres por ciento los recursos para fomentar liderazgos femeninos
también hizo obligatoria la paridad (50-50) en candidaturas a senadurías
y diputaciones locales y federales, una combinación que pretende
incrementar el número de mujeres en cargos de decisión.
En opinión de Marcela Torres Peimbert, senadora y titular de la
Comisión de Promoción Política de la Mujer en el PAN, el éxito de ambas
medidas normativas se puede medir revisando el número de mujeres que
ganan elecciones.
Respecto a los recursos para la capacitación, la senadora explicó que
de los 22 millones 783 mil 264 pesos que el PAN recibió en 2017, 15
millones se gastaron en un curso intensivo para 100 mujeres líderes del
partido que participaron en una convocatoria pública y en un curso de
selección para ser aceptadas.
Las elegidas tomaron cursos en instituciones académicas como el ITAM,
Flacso y el CIDE y aprendieron cómo participar en elecciones, tuvieron
conocimientos de Derechos electoral, oratoria y lenguaje incluyente,
entre otras temáticas. El resto del recurso se utilizó para campañas a
favor de la participación política e impresos como su Protocolo para
investigar la violencia política de género al interior del partido.
Torres Peimbert consideró que la supervisión del INE ha sido puntual
para que el PAN no use estos recursos para financiar campañas o
proselitismo político y que las capacitaciones sean reales, incluso,
dice, ahora tienen una fundación para la investigación y recopilación de
la historia de las militantes panistas.
La legisladora aseguró que la capacitación logrará un desequilibrio
de la lógica que indica que los hombres son los únicos que pueden
participar en los procesos de selección. “Hay muchas mujeres ahora,
alzando la mano, que no tienen la lógica de estos grupos (masculinos) de
poder”.
Uno de los retos que quedan, expone la senadora, es que los partidos
estatales también apliquen el tres por ciento pues agregó que las
Secretarías de Promoción Política en los municipios y en los estados no
cuentan con recursos etiquetados, algo importante considerando que en el
nivel local se ha estancado la participación femenina.
Sin embargo, un estudio de ONU Mujeres sobre la paridad en el país,
indica que de las 32 entidades federativas: 18 exigen a los partidos
cumplir con tres por ciento para capacitación de mujeres, seis entidades
obligan a ejercer cinco por ciento y cuatro entidades indican un dos
por ciento.
Únicamente Yucatán aplica una fórmula distinta al establecer que del
siete por ciento que los partidos están destinados a aplicar en
actividades específicas un 25 por ciento es para liderazgo de las
mujeres. Los estados de Baja California, Durango y Tlaxcala no han
incluido en su legislación electoral un porcentaje para capacitación.
DIFERENCIAS CON EL INE
La titular de la Secretaría Nacional de Mujeres de Morena -partido
creado en 2014 y que se ha convertido en una importante fuerza política-
Carol Arriaga García, explicó que en 2017 su partido realizó varias
actividades de capacitación y de difusión; sin embargo difiere de
algunos criterios de la Unidad de Fiscalización del INE que limitan el
trabajo de la Secretaría que encabeza.
Por ejemplo, explicó que el organismo electoral pide que promuevan
información sobre violencia de género en el ámbito político pero para
ella primero se debe hacer visible la violencia contra las mujeres. “Sí,
es muy importante, pero cómo empoderar cuando tienes necesidades más
apremiantes cuando son víctimas de violencia en su casa. Son cosas que
también se tendrían que ir abordando”.
Arriaga García aseveró que cuando el partido entrega su plan de
trabajo recibe observaciones del INE porque la unidad de género quiere
abordar temas de Derechos Humanos de las mujeres en general y el
organismo electoral les pide que los temas sean específicos en el
terreno político-electoral, argumentando que para temas de
sensibilización ya existen organismos como el Instituto Nacional de las
Mujeres (Inmujeres).
“Habría que definir bien lo que van a hacer las unidades de género
de los partidos y los que va a hacer el Inmujeres, de cualquier forma
creo que falta bastante y avanzar en el tema de capacitación no es
sencillo”, señaló.
En su opinión, el tres por ciento debería enfocarse en los liderazgos
políticos femeninos partidistas y no en mujeres en general pues, en su
experiencia, el INE les impide capacitar solamente a las militantes.
Aunque cabe decir que en el Reglamento de Fiscalización no hay ninguna
prohibición al respecto.
Carol Arriaga consideró benéfico tener un presupuesto etiquetado para
las mujeres pero advirtió que el siguiente paso es tener un monto
etiquetado para la operación, es decir para que las militantes trabajen
en territorio y ganen capital político porque desde su punto de vista
para ganar un cargo hay que tener acercamiento con la población.
“Finalmente la capacitación no te hace ganar una elección. Te ayuda,
es un refuerzo, pero lo que más necesitas es vivir esa experiencia, y
la experiencia se toma ejerciendo el poder, no solamente en las aulas”,
dijo, al detallar que los gastos de operación permiten pagar otros
rubros como viáticos o transporte, algo que no se puede hacer con el
tres por ciento.
Sobre las reglas de la fiscalización de los recursos del tres por
ciento, la morenista indicó que las normas se hicieron con buena
intención pero los criterios no son adecuados porque aunque sean muy
sofisticados, las cosas sólo salen bien si hay un cambio de mentalidad y
si los organismos de mujeres de los partidos tienen independencia
presupuestal, hecho que tampoco ocurre.
MÁS DINERO, MÁS LÍDERES
Una de las mujeres convencidas de que las medidas legales ayudan a
que las mujeres avancen en la estructura partidaria es la actual
dirigente de la Secretaría Nacional de Igualdad de Género del PRD,
Rogelia González Luis, quien se dice beneficiaria de la formación
derivada del tres por ciento.
Indígena zapoteca, originaria del municipio de Juchitán, en el estado
Oaxaca, desde el 9 de diciembre es parte del Comité Ejecutivo Nacional
de su partido, una agrupación que, asegura, impulsa el liderazgo
político de las mujeres.
Aunque se puede cuestionar el éxito de la inversión en foros,
encuentros, conferencias y materiales impresos, para la también
activista oaxaqueña, estos encuentros y libros sirven para hablar de los
derechos y las agendas pendientes pero también para que más mujeres
desarrollen su liderazgo.
A una década de que comenzara la política de recursos etiquetados
para que las militantes se formen, Rogelia González consideró que el
ejercicio de estos recursos ha mejorado, más, considerando que en 2008
el PRD fue el único partido multado por no gastar esta partida.
Es necesario, detalló, seguir impulsando que se respete y que se
incremente el presupuesto y recordó que en 2017 los recursos destinados a
su partido se utilizaron para talleres y encuentros, y se editó el
Protocolo para atender violencia política de género.
TRANSPARENCIA
El PRI cuenta con el Organismo Nacional de Mujeres Priistas (OMPRI) a
cargo de la senadora Hilda Flores Escalera, a quien no fue posible
localizar para consultar su opinión. Sin embargo al consultar la
plataforma de transparencia del partido para 2017, se observó que el PRI
realizó actividades de capacitación, promoción y desarrollo de
liderazgo de las mujeres, de las cuales destaca una plataforma
tecnológica para enseñar competencias políticas y de gestión municipal.
Otra parte de los recursos para capacitación de mujeres se gastó en
cursos de aprendizaje en diferentes estados, dirigidos especialmente a
mujeres jóvenes, adultas mayores, indígenas y con discapacidades; y en
un seminario internacional para lideresas que se realizó en la Ciudad de
México, el cual duró dos días y costó 3 millones de pesos.
En materia de investigaciones, el PRI imprimió manuales sobre el
discurso político y uso de redes sociales con perspectiva de género,
causas de la violencia política contra las mujeres, y un manual para
prevenir, atender y sancionar la violencia política contra las mujeres.
Pese a ello, académicas y activistas aseguran que falta un escrutinio
puntual de estos montos para evitar que la norma sea burlada.
Lo anterior porque el 14 de diciembre de 2016 el INE revisó los
informes de los partidos políticos sobre los recursos ejercidos en 2015 y
acordó que en 2017 los partidos debían ejercer los que no gastaron en
2015; es decir, el subejercicio se compensaría dos años después, además
de que en la fiscalización de 2016 el INE detectó que hubo partidos que
entregaron modificaciones a su plan de trabajo sobre capacitación de
mujeres de manera extemporánea u omitieron presentar los resultados,
impacto y cumplimiento de los objetivos, metas e indicadores de los
proyectos en la materia.
Imagen retomada de la Cámara de Diputados
Por: Anayeli García Martínez y Sonia Gerth
Cimacnoticias | Ciudad de México .-
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