La organización denunció la lectura “triunfalista y sesgada” que hizo
el funcionario federal respecto a las cifras del Consejo Nacional para
la Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social (Coneval), cuando
aseveró que de 2012 a la fecha hay 4.5 millones de mexicanos más que son
no pobres ni vulnerables.
“De ninguna manera se puede afirmar que hay cinco millones menos de
personas en pobreza”, sostuvo el colectivo. Subrayó que el número de
personas pobres –porque su ingreso no alcanza para la canasta básica–
creció de 60.6 millones en 2012 a 62 millones en 2016, y recordó que
México forma parte de los pocos países de América Latina donde la
pobreza crece.
“Nada permite afirmar que han sido las acciones del gobierno las que
han generado resultados positivos. Y mucho menos se puede hacer alarde
de una supuesta mejora que requiere más de 90 años para lograr que toda
la población viviera sin pobreza o vulnerabilidad”, abundó el colectivo.
En el mes que lleva al frente de la Sedesol, Pérez Magaña multiplicó
los elogios hacia la política federal en materia de combate a la
pobreza, además de que insistió en que se eligió “la ruta correcta” y
declaró: “Sé que hay voces que ponen en duda los logros, los escuchamos,
pero no las compartimos”.
Todavía hoy, el subsecretario Javier García Bejos –un priista
mexiquense cercano a Enrique Peña Nieto–, repitió que las reducciones en
los indicadores de pobreza “son hechos, no palabras”.
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza rechazó tales supuestos y
reiteró su llamado a buscar un “nuevo modelo” frente a la pobreza y la
desigualdad.
También aseveró que, si bien en su informe sobre medición de la
pobreza más reciente el Coneval observó una disminución de la pobreza
entre 2014 y 2016, ello se explicó en parte por la “estrategia” que la
Sedesol llevó a cabo para incrementar el ingreso que los mexicanos
reportan ante los encuestadores del Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (Inegi).
Parte de esta estrategia consistió en repartir “cartillas sociales” a
los beneficiarios de programas sociales, en las que las familias deben
indicar cuántos apoyos reciben –y, a consecuencia, reportar ingresos
mayores–. El propio Coneval cuestionó la utilidad de esta herramienta y
urgió a las autoridades a no darle un uso político.
Durante la conferencia de prensa que se llevó a cabo ayer en Los
Pinos, Pérez Magaña no sólo presumió los supuestos logros de la
administración en materia de pobreza: también se enojó ante los
señalamientos de Apro de que empresas vinculadas con él recibieron contratos de obra pública por 137 millones de pesos mientras era senador, como lo documentó Proceso este mes.
En lugar de contestar o aportar elementos, el funcionario contestó, tajante: “Es falso y no tengo nada que ver”.
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