Rebanadas de Realidad - UITA, 18/12/07.-
El 18 de diciembre de 1990, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores/as Migratorios y de sus Familiares. La Convención de los Trabajadores/as Migratorios entró en vigor en el año 2003, convirtiéndose en un tratado internacional obligatorio. Se la considera como uno de los instrumentos básicos de los derechos humanos. No obstante, a la fecha sólo ha sido ratificada por 37 estados miembros de la ONU –entre ellos, ninguno de los principales países receptores de inmigrantes y ningún miembro de la OCDE, el club de las naciones ricas que se valen de la mano de obra migratoria barata.
La Convención de los Trabajadores/as Migratorios permanece siendo un secreto bien guardado, por buenas razones. Los países que ratifican la Convención se comprometen a defender la plena diversidad de los derechos humanos y las libertades que los/as trabajadores migratorios usufructúan bajo el derecho internacional, incluyendo (Artículo 26) el derecho a afiliarse libremente a un sindicato a fin de defender sus intereses. Si se respetasen los términos de la Convención, los estados deberían actuar contra los abusos y la explotación incontrolada que son el destino de muchos –de hecho, de la mayoría– de los trabajadores/as migratorios.
Las Naciones Unidas estiman que existen más de 191 millones de inmigrantes internacionales, la mitad de los cuales son trabajadores/as migratorios. La producción mundial –incluyendo a los sectores de la UITA– descansa sobre sus espaldas. La agricultura, los hoteles y restaurantes, así como muchas ramas de elaboración de alimentos, se derrumbarían sin su aporte. A pesar de la existencia de un tratado internacional que enuncia sus derechos, los trabajadores/as migratorios son no obstante traficados, discriminados, obligados a trabajar bajo condiciones arriesgadas y extenuantes, encerrados en viviendas aisladas, insalubres y peligrosas, esclavizados como trabajadores/as domésticos, arrestados e internados periódicamente en centros de detención colectivos antes de ser repatriados por la fuerza.
En algunos de los países más ricos del mundo, los trabajadores/as agrícolas, que son predominantemente de carácter migratorio, permanecen completamente fuera del marco legal de las relaciones laborales y de la seguridad social.
En Estados Unidos,
los propietarios de capital riesgo/inversión de la cadena de comida rápida Burger King – la segunda cadena de restaurantes del mundo – procuran destruir un acuerdo que contemplaría que los cultivadores pagaran un centavo de dólar extra por cada canasta de tomates recogidos por parte de 20.000 peones migratorios de Florida. Estos trabajadores/as, quienes ya ganan salarios de pobreza, acaban de experimentar una reducción de un 40 por ciento en sus jornales.
El tratamiento de los trabajadores/as migratorios constituye un indicador básico de la aplicación y el cumplimiento de las normas de derechos humanos por todos y cada uno de los estados. Para los sindicatos en el ámbito internacional, el nivel de organización sindical de la fuerza laboral migratoria debe ser considerado como un indicador clave del vigor total del movimiento laboral, su poder negociador y su capacidad para la movilización.
En diciembre del 2000, las Naciones Unidas declararon el 18 de diciembre como el Día Internacional del Inmigrante. Las organizaciones sindicales deben celebrar esta jornada reclamando a sus gobiernos que ratifiquen finalmente la Convención, pero no necesitan esperar a la ratificación para actuar.
El tratamiento de los trabajadores/as migratorios constituye un indicador básico de la aplicación y el cumplimiento de las normas de derechos humanos por todos y cada uno de los estados. Para los sindicatos en el ámbito internacional, el nivel de organización sindical de la fuerza laboral migratoria debe ser considerado como un indicador clave del vigor total del movimiento laboral, su poder negociador y su capacidad para la movilización.
En diciembre del 2000, las Naciones Unidas declararon el 18 de diciembre como el Día Internacional del Inmigrante. Las organizaciones sindicales deben celebrar esta jornada reclamando a sus gobiernos que ratifiquen finalmente la Convención, pero no necesitan esperar a la ratificación para actuar.
En muchas partes del mundo, las organizaciones sindicales cada vez son más activas en la organización de los inmigrantes, conscientes que su propio futuro depende en gran medida de su éxito en organizar a todos los trabajadores/as, inmigrantes o nativos, documentados o indocumentados.
En Corea, el centro nacional KCTU ha respaldado al Sindicato de trabajadores migratorios en su lucha por los derechos y el reconocimiento legal. Tres de los dirigentes de ese sindicato han sido recién deportados por la fuerza. La sección T&G de United en el RU ha puesto en marcha una movilización nacional en favor de la igualdad de tratamiento para los trabajadores/as temporarios y de agencias de empleos en la industria cárnica, la mayor parte de los cuales son inmigrantes (más información aquí).
En Corea, el centro nacional KCTU ha respaldado al Sindicato de trabajadores migratorios en su lucha por los derechos y el reconocimiento legal. Tres de los dirigentes de ese sindicato han sido recién deportados por la fuerza. La sección T&G de United en el RU ha puesto en marcha una movilización nacional en favor de la igualdad de tratamiento para los trabajadores/as temporarios y de agencias de empleos en la industria cárnica, la mayor parte de los cuales son inmigrantes (más información aquí).
Al igual que los miles de obreros de la construcción de Dubai que recientemente organizaron reiteradas huelgas masivas como reacción a las condiciones degradantes e inhumanas, los trabajadores/as migratorios han liderado o participado activamente en algunas de las luchas laborales más importantes de los últimos años. A nivel internacional, las organizaciones sindicales pueden celebrar el 18 de diciembre, el Día Internacional del Inmigrante, mediante su apoyo a estas luchas, a la vez que intensificando sus esfuerzos para organizar al creciente número de trabajadores/as migratorios en sus países sede. De ello depende nuestro futuro común.
Quitará ley empleos a 500 mil inmigrantes sin papeles
17 Diciembre 2007
de Cd. Juárez
Randal C. ArchiboldThe New York Times News Service Phoenix—
Una nueva ley en Arizona contra el empleo de inmigrantes indocumentados ha sacudido negocios, espantado trabajadores, encantado a defensores de controles más estrictos de inmigración y agregado tensiones en un estado que tiene conflictos por por quienes pertenecen aquí y quienes no.Y esto es antes de que la ley entre en vigor el 1 de enero.
Funcionarios estatales buscan detener la inmigración ilegal acabando con la oferta de trabajos por medio de la ley, con la cual se amenaza con suspender la licencia de funcionamiento de cualquier empleador que a sabiendas contrate un inmigrante sin documentos. La medida dejaría sin empleo a 500 mil personas que tienen ese estatus.Es un ejemplo de veintenas de leyes estatales y municipales cuya intención es hacerle frente a la inmigración con la creencia de que el gobierno federal no ha hecho lo suficiente para detenerla. Sin embargo, la versión arizoniana está entre las más rudas y podría poner a prueba la capacidad estatal para tomar medidas enérgicas contra innumerables negocios que han dependido de los trabajadores indocumentados.Phoenix— Arizona representa un laboratorio asombroso.
Su población de inmigrantes sin papales –estimada en 500 mil personas– está entre las más elevadas y de crecimiento más rápido en el país, y ese tipo de trabajadores representan hasta el 12% de la fuerza de trabajo, en su mayor parte en empleos que requieren poca capacitación en los servicios, la construcción y la jardinería, de acuerdo con una investigación de la Universidad Estatal de Arizona.Negocios y grupos de derechos de los inmigrantes presentaron recusaciones jurídicas a la ley, firmadas en julio por la gobernadora demócrata Janet Napolitano, en la que afirman que con ella se estaría usurpando la autoridad federal, conduciendo a la elaboración de perfiles raciales, y que en ocasiones se basan en expedientes gubernamentales poco precisos. Un juez federal considerará el martes una orden temporal de restricción a fin de la ley que no entre en vigor; el juez desestimó otra recusación la semana pasada.No obstante, negocios y grupos de inmigrantes dicen que ya han sufridoo algunos de los efectos de la ley.
Los defensores de los inmigrantes sostienen que, como mínimo, cientos de personas no autorizadas para trabajar han abandonado el estado o han sido despedidas. Algunos distritos escolares han atribuido en parte a la ley el descenso en la matrícula. Aunque la caída en los precios de la vivienda y factores económicos por la temporada dificulta identificar con exactitud qué tanto es atribuible a la nueva ley, trabajadores sin papeles dicen que los empleadores están revisando los documentos y están menos inclinados a contratarlos.“Un día, empezaron a pedirle documentos a todo el mundo, y despidieron a los que no los tenían, como yo”, dijo Luis Baltazar, un mexicano que trabajaba para una compañía de pavimentación hasta hace unas semanas y solicitaba empleo en un salón donde se ofrece trabajo por día en esta ciudad. (Randal C. Archibold/The New York Times News Service)
Grupos que representan los 150 mil negocios con licencia dijeron que la redacción de la ley es vaga y ha provocado confusión sobre si se aplica a todos los empleados o sólo los contratados a partir de que la ley entre en vigor el 1 de enero; hay consenso en cuanto a esto último. Como resultado, han batallado para compilar y revisar documentos, y está surgiendo una industria artesanal de sanciones, foros sobre derecho y consultorías. (Randal C. Archibold/The New York Times News Service)El infierno de María, una inmigrante mexicanaRegresó de su país para morir en un incendio forestal en la zona fronterizaJorge Morales Almadajorge.morales@laopinion.com03 de diciembre de 2007VISTA.— María Guadalupe Beltrán había ido a México a enterrar a su papá y cuando regresó a Estados Unidos encontró su infierno.
Las llamas de un incendio forestal en la región de Tecate rodearon el camino por donde cruzaba la frontera de manera indocumentada.
Desfigurada en la cama del Hospital para Quemados de la Universidad de California en San Diego (UCSD) su esposo, Felipe Mercado, apenas la reconoció por las uñas de los pies.
"De la cara no la reconocí, pero le descubrieron los pies… eran los mismos deditos de ella… luego el brazo…". Don Felipe no alcanza a terminar la frase que el llanto le corta.
- ¿Qué tenía en el brazo?
"Era ella…, era ella".
En la sala de un modesto departamento de renta en esta ciudad, al norte del condado de San Diego, el señor Mercado suelta su tristeza en cada lágrima.
Desesperado por no tener trabajo y con la angustia de que ya se le han juntado dos meses de renta, don Felipe y sus cuatro hijos sobreviven con las donaciones de vecinos que le dan de 5 a 10 dólares y latas de comida.
"No sé si me van a correr de aquí, debo el mes pasado, este mes ya se me va a juntar", comenta este hombre que ha cumplido ya cinco semanas sin poder trabajar.
Felipe Mercado y María Guadalupe Beltrán emigraron hace 10 años de un marginado pueblito del Estado de México.
"Nos venimos a Estados Unidos con el mismo propósito de todos, de venir a hacer algo aquí, de juntar dinero para hacer una pequeña casa y poder regresar allá", dice el señor Mercado.
Desde entonces don Felipe y su esposa se habían dedicado a la venta de tamales y champurrado, algo que les generaba ingresos de entre 40 y 50 dólares diarios. Pero ahora ya no ha podido trabajar, se ha quedado al cuidado de sus cuatro hijos.
María Guadalupe había ido a México al funeral de su padre, a quien ya no volvió a ver con vida desde que dejó su pueblo.
"Yo le decía que no se fuera, porque regresar era muy difícil, me dijo que la apoyara, le decía que lo pensara que mejor le enviábamos dinero a su mamá, pero que no fuera a México, pero ella se sentía muy mal, porque tenía 10 años sin ver a su papá", recuerda don Felipe.
El 21 de octubre, después de velar a su padre y alargar su estancia porque su madre enfermó, María Guadalupe contactó en Tijuana al coyote que la cruzaría por la región montañosa de Tecate. Pero el camino fue infernal. Un incendio se propagó rápidamente por esa zona alcanzando con sus llamas al grupo de migrantes que ese día se aventuraba en el cruce.
"Cuando se fue me dijo que cuidara de sus hijos, que iba a regresar pronto… Me dio un beso y todavía le agarré la mano, le dije que no fuera".
Un día antes de que María Guadalupe decidiera cruzar la frontera, había hablado con su esposo por teléfono para decirle que pronto estarían de nuevo juntos. Pero don Felipe ya no volvió a saber de ella, hasta que cuatro días después le informaron que en un hospital estaba un grupo de migrantes que resultaron quemados.
"Era un presentimiento que yo tenía, viví 10 años con ella, era mi otra mitad", dice el afligido esposo. "De repente me daba una sensación de pensar mucho en ella, no sé si le pasa que de repente se acuerda mucho de alguien, es porque algo está pasando, es como un aviso, como que Dios te manda un aviso".
Su esposa era una de las víctimas. Inconsciente, pero aún con vida, María Guadalupe luchó por su vida 16 días más, hasta que el 6 de noviembre pasado le llegó el último suspiro.
Una pared del departamento ha sido arreglada con varias fotografías de la familia al lado de dos cuadros de la Vírgen de Guadalupe. Don Felipe las ve y de nuevo las lágrimas le brotan. No la puede olvidar, como tampoco sus hijos, que a diario le preguntan cuándo regresara su mamá.
"Yo les digo que su mamá está en el cielo, que cuando quieran hablar con ella que miren al cielo, que ella los va a escuchar desde arriba, los va a mirar desde arriba".
Al lado de la Virgen de Guadalupe y las fotografías familiares, hay un árbol de Navidad que le regalaron unos vecinos.
"Para mi ya no hay Navidad", dice desconsolado don Felipe. "No tengo ni para un galón de leche, espero ya el lunes empezar a trabajar, a vender tamales, se viene Navidad y no tengo ni para un regalo para mis hijos".
AYUDA
Número de cuenta: 94841-00475
Banco: First Bank
Nombre: Mercado Family Fund
Teléfono del banco: 619-425-5000
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