2/10/2018

Faltan 100 años para la igualdad salarial entre mujeres y hombres

Panamá: Conferencia Regional "Igualdad salarial entre hombres y mujeres para economías más prósperas e inclusivas"
“Es necesario adoptar políticas ambiciosas que logren transformar las normas y las relaciones de género en la sociedad y en el trabajo, y combatir así la desigualdad estructural”



México, 08 feb. 18. AmecoPress/SEMlac.- Si las tendencias actuales respecto a las políticas salariales entre hombres y mujeres prevalecen, se necesitarán más de 100 años para alcanzar la igualdad, según cálculos del Foro Económico Mundial en 2017.

Así lo dio a conocer la presidenta de Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), Lorena Cruz Sánchez, durante su participación en la Conferencia Regional "Igualdad salarial entre hombres y mujeres para economías más prósperas e inclusivas", organizada por ONU Mujeres, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el gobierno de Panamá.


Cruz Sánchez señaló que para revertir esta situación y alcanzar la igualdad salarial en menos tiempo, es necesario generar herramientas para la medición de todas las brechas entre mujeres y hombres en el mundo del trabajo pagado, remunerado, incluyendo la desigualdad salarial en las organizaciones, además de promover la debida transparencia de la información sobre los salarios.

Es necesario, dijo, adoptar políticas ambiciosas que logren transformar las normas y las relaciones de género en la sociedad y en el trabajo, y combatir así la desigualdad estructural. Asimismo, crear medidas que sancionen a los centros laborales que no cumplan con la igualdad.

"Como Estado mexicano reconocemos las buenas prácticas que realizan los países para cerrar las brechas salariales y construir sociedades más igualitarias en el ámbito laboral. Quiero reconocer ampliamente a Islandia, por ser el primer país en el mundo en contar con una ley que exige a las empresas que demuestren que sus empleadas y empleados cobran el mismo sueldo por el mismo trabajo, con independencia de su género, etnia o nacionalidad, y establece que quienes no cumplan con la ley, tendrán que hacer frente a sanciones económicas", apuntó.

Explicó que a lo largo de su vida laboral, las mujeres siguen experimentando grandes dificultades para acceder a empleos decentes, permanecer y crecer en ellos y lograr un sólido desarrollo profesional.

"En el terreno del trabajo decente, un trabajo formal, regulado, protegido, para mujeres y los hombres, la erradicación de la desigualdad salarial debería ser muy fácil, al igual que la protección social y la garantía de todos y cada uno de los derechos laborales. Sin embargo, no es así, Hoy en día, todavía se tienen que hacer enormes esfuerzos para que se apliquen las leyes laborales, para que se respeten los derechos de las y los trabajadores y para que se sancionen las violaciones a estos derechos".

La participación laboral de las mujeres en la región ha aumentado, pasando de 44,5 por ciento en 1992 a 56,4 en 2014 y ha contribuido de manera significativa a la reducción de la pobreza y la desigualdad; sin embargo, siguen existiendo obstáculos para que puedan tener un empoderamiento económico.

En México, la participación de las mujeres en el mercado laboral se ha incrementado en las últimas décadas. La tasa de participación de las mujeres pasó de 18 por ciento en 1970 a 44 en 2017, pero en los últimos años se ha quedado estancada. Hoy, México es uno de los tres países en la región, con la más baja tasa de participación económica femenina.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016, poco más del 10 por ciento de las mexicanas que trabajan para el mercado señalan que tuvieron menos oportunidades que un hombre para ascender en su trabajo y nueve por ciento que reciben un salario menor al de un hombre que hace el mismo trabajo o tiene el mismo puesto que ellas.

Esto, a pesar de que en México se reconoce el derecho a la igualdad salarial tanto a nivel constitucional como en la legislación en materia laboral, y que en 2007 se reconoció la discriminación salarial como parte de la violencia económica contra las mujeres.

"Para las mujeres, recibir una remuneración igual por un trabajo igual, significa igualdad, inclusión, justicia y no discriminación, y esto se convierte en la llave de acceso a otros derechos que fortalecen su independencia y libertad, el derecho a decidir, a participar, a vivir sin violencia de género y acceder a la justicia", explicó la funcionaria mexicana.

Algunos obstáculos que se enfrentan en México para alcanzar la igualdad salarial son la escolaridad y la segregación ocupacional. A pesar de que la escolaridad de las mexicanas incrementó de 3,2 años promedio a nueve años en 2015, siguen observándose asimetrías en las remuneraciones que reciben en relación con la de los varones.

En cuanto a la segregación ocupacional se refiere a la presencia de mujeres en determinados sectores relacionados con la prestación de cuidados y en los servicios educativos.

En México, las mujeres ganan menos que los hombres por cada hora de trabajo realizada, pues la brecha de género en el salario mensual promedio para las trabajadoras de tiempo completo es de 17 por ciento, en comparación con el promedio de 15 por ciento de la OCDE.

Ante representantes de la OCDE, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y del Centro del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo para América Latina y el Caribe, Cruz Sánchez destacó una serie de avances en la materia en México entre los que destacan la creación en 1997 del Índice de Discriminación Salarial y la puesta en marcha de la Norma Mexicana en Igualdad Laboral y No Discriminación.

También, México participó en el desarrollo del proyecto "Desigualdad salarial entre mujeres y hombres en América Latina y el Caribe", donde se hizo un mapeo de las leyes existentes en cada país que prohíben la desigualdad salarial. Se determinó la magnitud de las brechas salariales en cada nación y se elaboraron recomendaciones de políticas públicas, con énfasis en políticas de compensación desde los Ministerios de Hacienda.

Llegar de 15 a 0

"Llegar de 15 a cero" para reducir la brecha salarial entre mujeres y hombres — que ronda 15 % en el continente— es el objetivo de la Coalición Internacional sobre Igualdad de Remuneración (EPIC), iniciativa de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y ONU Mujeres, para lograr los Objetivos de Desarrollo Sustentable en el año 2030.

Aunque la OIT observó una reducción de la brecha salarial de seis por ciento entre 2005 y 2015, lo que se busca con esta iniciativa es conseguir la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor. Esto, resaltan las organizaciones, solo sería posible con diferentes mecanismos, incluyendo nuevos instrumentos legales.

De igual manera, se tendrían que involucrar múltiples actores, como entidades gubernamentales, organizaciones de trabajadoras y empleadoras, el sector privado, y organizaciones de la sociedad civil y academia, destaca la OIT.

Sin embargo, hasta ahora solo han diseñado tres indicadores para medir el avance hacia la meta: disminución de la brecha de género, compromiso demostrado para lograr la igualdad de remuneración y la ratificación universal de las normas internacionales de trabajo.

En la presentación de EPIC, el pasado 29 de enero, el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, aseguró: "corresponde a esa Coalición la tarea de articular políticas, promover y adoptar medidas y acciones concretas para aumentar la participación de la mujer en el mercado laboral".

Panamá es el país centroamericano que promueve la iniciativa y su vicepresidenta y canciller, Isabel de Saint Malo, fue nombrada "campeona" de la plataforma de liderazgos de EPIC y, por ello, representante de América Latina y el Caribe.

Foto: Archivo AmecoPress. Lorena Cruz Sánchez, presidenta de Instituto Mexicano de las Mujeres (INMUJERES).

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