Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto
Tres fuerzas, tres nombres y tres trayectorias están en la disputa final por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que se resuelve en las próximas horas. Y aunque aún esta por definirse el nombre del nuevo titular, hay algo que ya quedó definido en el Senado: no habrá reelección para Raúl Plascencia Villanueva, cuya candidatura, dicen algunos senadores consultados “nació muerta”.
Con apoyos políticos importantes, pero también con una destacada experiencia y amplio conocimiento no sólo del tema sino de la institución de la que ya fue parte, encabeza la terna Mauricio Farah Gebara; le sigue Luis Raúl González Pérez con el respaldo del grupo UNAM y también con trayectoria dentro de la Comisión y del tema judicial, por su experiencia como ex fiscal del caso Colosio; y con el apoyo del Poder Judicial del que forma parte y en el que manejó investigaciones de derechos humanos, Carlos Pérez Vázquez.
Cualquiera de los tres podría ser elegido por los Senadores en el pleno este próximo jueves, y cualquiera de ellos llegaría a encabezar la CNDH en el momento más delicado que haya vivido esa institución autónoma, a 24 años de su creación: justo cuando el tema de los derechos humanos y la justicia tienen al país y al Estado mexicano en una tensión sin precedentes por dos casos emblemáticos: la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y la matanza extrajudicial de Tlatlaya cometida por el Ejército mexicano.
Es decir, que quien resulte electo por el Senado tendrá en sus manos una “papa caliente” por la coyuntura compleja que vive el país. Al clima de tensión y de inconformidad interna, se suman las denuncias y presiones desde el exterior en donde casos como el de Ayotzinapa han propiciado que se ponga en duda la vigencia y el respeto de los derechos humanos en México y, con ello, la fuerza de instituciones como la CNDH, no sólo desde organismos internacionales, sino desde gobiernos que exigen y presionan por que haya justicia y se demuestre el imperio de la ley en el país.
Así que el nombramiento de la CNDH será visto con lupa dentro y fuera del país. ¿Quién agarrará la “papa caliente”?
NOTAS INDISCRETAS… La usurpación de profesiones es un delito castigado en la ley. Y cuando esa usurpación se produce en el campo de la medicina es doblemente delicada. Y cuando quien usurpa esa profesión es un funcionario de alto nivel de la Secretaría de Salud del Estado de México, el asunto entonces se torna más que grave. Este es el caso del “doctor” Salomón Kuchinsky Cárdenas, quien fue nombrado desde hace más de un año por el gobernador Eruviel Ávila como “coordinador de Innovación, Operación y Enlace” de la Secretaría de Salud de su gobierno, un cargo que equivale al de subsecretario. Kuchinsky no sólo no es médico titulado sino que la cédula con la que se ostenta como “médico internista” en el Hospital Star Médica Lomas Verdes, grupo propiedad de Carlos Slim, es falsa. Una consulta a la página de Cédulas Profesionales de la SEP, con la cédula número 46134018, que aparece como la del “doctor” Kuchinsky en la página del hospital, arroja que esa cédula profesional es de un licenciado en Ciencias de la Comunicación, Isidro Tomás Torres Angulo, de la Universidad de Occidente. Lo que es más, cuando se consulta el nombre del doctor Salomón Kuchinsky Cárdenas en el Registro de Profesionistas la búsqueda arroja: “no hay resultados”. El tema resulta de lo más delicado si se toma en cuenta que este “doctor” no sólo cobra como subsecretario sino que ha aparecido en varios actos públicos con el gobernador Ávila como “encargado de los programas de Obesidad Infantil” en el estado, de los que se dice experto, además de que tiene un consultorio y se ostenta como médico en el Hospital Star Médica de Lomas Verdes, donde atiende en la suite 4 del piso 11 como “médico internista”. Es decir, que además de la usurpación de profesiones, el gobernador habría puesto en un cargo tan delicado a alguien que ni siquiera estudió Medicina y se hace responsable de la salud de la niñez mexiquense. Eso en la parte pública, porque en la parte privada, hay en internet un sin fin de denuncias de irregularidades sobre el funcionamiento de los hospitales Star Médica, y en particular se acusa a la directora del Hospital de Lomas Verdes, Daniela Almirón, de tener vínculos políticos cercanos con el gobernador Ávila, además de despidos injustificados, negligencias médicas y otros problemas en el funcionamiento de este hospital. ¿Qué hay detrás de todo este asunto que huele tan mal?... Los dados repiten Escalera. Buen tiro.
sgarciasoto@hotmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario