Salvo
para efectos patrimoniales (la Casa Blanca de Las Lomas como presunción
de soborno que en otros países sería suficiente para abrir indagaciones
judiciales y deponer a políticos en cargos de gobierno), el equipo
encabezado por Enrique Peña Nieto parecería haberse constituido ya en
una especie de organización no gubernamental, más cercana a la
compasión religiosa que a la ejecutividad política. Los cansados,
podría ser el nombre distintivo, pues de pronto los encargados de
conducir el país se declaran atónitos y rebasados por los
acontecimientos y se muestran críticos y casi insurgentes, deseosos de
cambiar las mismas cosas que han prohijado y de las que se han
beneficiado abundante y a veces cínicamente.
Con una larga carrera al servicio de las causas que hoy tienen a
México en la postración, el procurador Jesús Murillo Karam se conduele
profundamente de la ‘‘violencia brutal’’ que se vive en el país y a
ella atribuye la frase tan criticada que dijo al final de una
conferencia de prensa (‘‘ya me cansé’’) y que tenía como contexto
exacto una pregunta que el procurador federal de justicia ya no quiso
responder, más por hastío y rechazo a la insistencia periodística que
por la sentimentalidad (‘‘cimbrado’’, se dijo) y la fatiga física que
ahora ha mencionado como explicatoria de una condición cansina que
debería hacerle valorar si estará en condiciones de cumplir el encargo
de estar los próximos nueve años como fiscal general de la República,
‘‘autónomo’’, inamovible, transexenal, que su jefe Enrique Peña Nieto
le ha preparado.
El propio Peña Nieto, según ha dicho su intérprete oficial, Eduardo
Sánchez, vocero de Los Pinos, se desenvuelve en estos días entre lujos
orientales pero está ‘‘verdaderamente dolido por lo que está pasando’’.
Sabe y asume que ‘‘tiene que hacer su trabajo’’ y por eso se ha
trasladado con todo y maquillista para rostros femeninos a China y a
Australia, en un avión carente de la fastuosidad que le están
instalando a la nueva nave ya comprada, pero aún sin uso oficial, en la
que podrá viajar de un solo tirón a su destino, sin escalas incómodas,
como en un palacio flotante.
Hace apenas unas semanas, ha de mencionarse, no se le veía a Peña
Nieto cansado, cimbrado o dolido, sino todo lo contrario, a pesar de
que estaban corriendo las mismas circunstancias que generaron el
escándalo de Iguala y de muchos otros en muchas otras partes del país.
El mexiquense se promovía como estadista mundial, reformador non,
salvador de México, favorito de la prensa extranjera y prodigador de
sonrisas de campaña y de discursos con teleprompter alegre.
Pero vinieron en cascada los puntos oscuros que no alcanzaron a ser
barridos debajo de la alfombra mediática. Tlatlaya sería suficiente
para estremecer a extranjeros y nacionales, y esos fusilamientos
militares no habrían borrado el entusiasmo peñista si no se hubieran
denunciado a tiempo en la prensa foránea. Iguala fue, es, el reto
frente al cual la capacidad política de Peña y su equipo alcanzó el
naufragio, tragedia que ignoró durante 10 días, que quiso endosar a
políticos estatales y municipales y a partidos políticos contrarios al
suyo y que ha acabado arrollándolo. Y la historia de mala copia
telenovelera de Mario Puzo con la mansión de Sierra Gorda y la
aparición estelar de Angélica Rivera Hurtado como La señora de La Casa.
Los
demás también se ven cansados. Con el recuerdo de Acteal siempre tras
de él, Emilio Chuayffet sobrelleva el despacho burocrático del asunto
de los estudiantes politécnicos sin la pirotecnia de templete de aquel
Osorio Chong que durante algún tiempo ocupó (¿o sigue allí?) la
Secretaría de Gobernación, desde la que sintió que en mangas de camisa
y con discurso simplón podría aspirar a 2018. El secretario de
Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, operador fiel de
las disposiciones superiores, voltea hacia otro lado cuando alguien
pregunta quién es el responsable de haber cancelado una licitación bajo
fundada sospecha de corrupción y favoritismo (no necesariamente para
cubrir el pago de alguna mansión familiar en Las Lomas) y quién habrá
de pagar por las centenas de millones de pesos que se cubrirán como
indemnización a los chinos para que no le hagan el feo a EPN en esta
gira y para que no lo demanden en tribunales internacionales. Ellos
están cansados. Los mexicanos también estamos (aún más) cansados.
Ha resultado grotesco el ensayo ‘‘ciudadano’’ de gobernador en
Guerrero. El sustituto de Ángel Aguirre Rivero carece de experiencia en
asuntos de política que no sea la grilla universitaria (lo cual no
necesariamente debería ser un lastre) y en pocos días ha mostrado un
talante torpe, desinformado, frívolo y manipulado. Rogelio Ortega
Martínez se empecinó, por ejemplo, en sostener la tesis de que los 43
normalistas podrían estar en poder de un hipotético secuestrador con el
que se debería negociar, para lo cual heroicamente se ofrecía él mismo,
dispuesto a dar la vida, mientras Jesús Murillo Karam preparaba la
estrategia informativa de los prodigios físicos y químicos que habrían
convertido en cenizas los cuerpos de un ‘‘grupo cuantioso’’ de
estudiantes.
Rogelio Ortega lo mismo va a bodas y viaja a informes de sus
‘‘colegas’’ como el de Tabasco, aunque en esas horas el palacio de
gobierno de Chilpancingo hubiera sido atacado y parcialmente
incendiado, que se deja llevar suavemente por la tutora que Los Pinos
le designó, la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles,
eventual vanguardia de asistencialismo electoral para el
‘‘empoderamiento’’ de otra mujer, Claudia Ruiz Massieu. Robles tiene
una pieza esencial en ese trabajo de control tras las sombras: Ramón
Sosamontes, su ‘‘jefe de oficina’’ (una especie de José Córdoba en el
gobierno de Carlos Salinas) nacido en Chilpancingo, presentador de
Carlos Ahumada con la entonces jefa de gobierno, involucrado en el
escándalo de los videos del argentino e incluso buen conocedor de los
entretelones de la política de Iguala, pues fue gerente general en esa
ciudad de la difusora ABC (de la empresa de Mario Vázquez Raña, en
cuyos soles también escribía Sosamontes). ¡Hasta mañana!
La
pareja presidencial vive en una suntuosa residencia privada –aparte de
Los Pinos– propiedad de un proveedor del gobierno, ubicada en Sierra
Gorda número 150, Lomas de Chapultepec. Podría ser una feliz
coincidencia. Sin embargo, la señora de la casa la está pagando en
abonos, aunque no se le conoce empleo alguno. Eso ya le da un giro
total a la forma como pueden interpretarse las cosas. Ahora se ve con
más claridad por qué Peña Nieto canceló abruptamente el contrato a la
empresa China Railways, no obstante que había ganado la licitación (sin
oponente). Caminaba una investigación del equipo AristeguiOnline sobre
los socios mexicanosy halló que la residencia es propiedad de
Ingeniería Inmobiliaria del Centro, una empresa del Grupo Higa. Este,
por medio de su filial Constructora Teya, integra el consorcio de
empresas que ganaron la licitación del Querétaro Express. Seguramente
Peña Nieto quiso proteger a la señora Rivera del escándalo que venía, y
de ahí la cancelación, pero ya era tarde. AristeguiOnline añade otro
elemento: la casa original de la señora Rivera, de Paseo de la Palmas
1325 –que colinda por la parte de atrás con la residencia de Sierra
Gorda #150– le fue transferida por Televisa Talento SA de CV, el día 14
de diciembre de 2010, unos días después de que contrajo matrimonio con
Peña Nieto. El inmueble tiene un valor de 27 millones de pesos. ¿Otra
feliz coincidencia?
Televisores por votos
La imagen de la Presidencia ha sufrido un desgaste
dentro y fuera de México –lo cual es una ironía para un gobierno que le
apuesta todo a la imagen. Pero ya está en marcha el control de daños.
El subsecretario de Comunicaciones, José Ignacio Peralta Sánchez,
anunció ayer que comenzó la segunda etapa del reparto de televisores
gratuitos para que nadie se quede sin televisión cuando ocurra el
apagón analógico a finales del próximo año. Entregarán de 30 a 40 mil
equipos diarios a partir de esta fecha y hasta enero de 2015, en 20
entidades federativas. En total están siendo invertidos 26 mil millones
de pesos en la adquisicion de 13 millones de televisores, los cuales
serán repartidos, en su mayor parte, en vísperas de las elecciones del
proximo año, aunque habrá una interrupcion entre mayo y julio. De
acuerdo con la diputada Luisa María Alcalde Luján, de Movimiento
Ciudadano, es evidente la intención electoral de la medida, pues la
entrega más significativa de televisores –que llevarán la leyenda
Mover a México– se hará en el año electoral. Dos empresas ganaron la licitación para vender al gobierno los aparatos: Foxconn, de Taiwán, y Diamond Electronics, de Comercializadora Milenio –empresa mexicana propiedad de Augusto Arriaga Abraham. A pesar de la evidencia del uso electorero de la medida, Alcalde Luján reconoce que no se estará violando la ley, pues los televisores no llevarán el logotipo de ningún partido, sino el lema del gobierno.
Ginseng
¿Estará tan cansado el procurador Murillo Karam que no le alcance la energía para atender una denuncia contra los chuchos?
El senador Alejandro Encinas dice que la dirigencia nacional del PRD,
encabezada por la corriente Nueva Izquierda, pretendía impulsar a José
Luis Abarca, hoy preso por el caso Ayotzinapa, como diputado federal, y
a su esposa, María de los Ángeles Pineda, a la presidencia municipal de
Iguala. Aseguró que los deslindes públicos realizados hasta ahora por
los chuchos no los libera de la responsabilidad que pudieran
tener en el caso de Guerrero. Encinas fue víctima de una agresión por
desconocidos en Xalapa. Un tecito de ginseng lo ayudaría a cargar las
pilas, señor procurador.
La depredación del DF
Para los habitantes de la ciudad de México que han
sufrido la depredación urbanística de sus colonias y delegaciones, el
relevo del titular de la Seduvi, Simón Neumann, por Felipe de Jesús
Gutiérrez, no ha significado una mejoría, sino al contrario. El Día de
Muertos, vecinos de 20 colonias montaron ofrendas frente a las puertas
de la Seduvi con las consignas:
Aquí yace la certeza jurídica de nuestra ciudado
En memoria del atlas de riesgo del Distrito Federal. La dependencia les ofreció una reunión en la dirección jurídica, en la que 60 vecinos de toda la ciudad pidieron que se diera seguimiento a sus denuncias, pero la respuesta de las autoridades fue nula,
estamos maniatados, les dijeron. Y es que las irregularidades en la construcción de desarrollos urbanísticos se siguen presentando. Josefina McGregor, integrante del comité técnico de asesoría a vecinos Suma Urbana, puso de ejemplo un edificio en la calle Desierto de los Leones, que por estar ubicado en una zona de monumentos históricos sólo tiene permiso para construir cuatro pisos, pero les autorizaron 23, más 11 niveles de estacionamiento.
El
vodevil del Tren de Alta Velocidad México-Querétaro se mantiene en
marquesina, y ahora el gobierno federal deberá indemnizar al solitario
consorcio participante en esa licitación, cuyo fallo fue calificado,
primero, de
transparente y apegado a la legalidad, pero que, tres días después, el inquilino de Los Pinos echó para atrás en busca de
más transparencia y claridad, para que no haya dudas.
Como si los recursos públicos sobraran y no hubiera dónde
invertirlos, el consorcio ganador en primera instancia, desconocido en
segunda y, en tercera, futuro participante en la misma licitación, pero
reloaded, será indemnizado, aunque la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes no ha cuantificado los dineros a entregar,
porque primero
vamos a ver cuáles son los gastos en los que incurrieron en la presentación y vamos a negociar la afectación que todo esto pudo haber significado, según dicho del director general de Transporte Ferroviario y Multimodal de esa dependencia, Pablo Suárez Coello.
Eso sí, el mismo personaje se mostró ilusionado en que
el consorcio vuelva a inscribirse, ya que cuenta con una oferta muy competitiva, es decir, lo califican, lo desclasifican y lo reclasifican, y de pilón lo indemnizan en una de las licitaciones más extrañas, por decir lo menos, de que se tenga memoria.
El lunes 3 de noviembre la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes palomeó como ganador (un contrato por más de 50 mil
millones de pesos) al consorcio formado por las empresas China Railway
Construction Corporation, China Railway Construction Corporation
International, CSR Corporation Limited; las mexicanas (todas ellas de
amigos del régimen) Constructora y Edificadora GIA, Prodemex, GHP
Infraestructura Mexicana y Constructora Teya, y la francesa Systra,
filial del organismo estatal responsable del Sistema Nacional de
Ferrocarriles de Francia, para poco después revocar el fallo y anunciar
una nueva licitación para la misma obra, aunque sin fecha concreta en
el calendario.
Para el jueves 6, la misma dependencia, por medio de su titular
Gerardo Ruiz Esparza, notificó que, por instrucciones del inquilino de
Los Pinos, se
repondríala licitación con el fin de limpiar el proceso y evitar
dudas e inquietudes que han surgido en la opinión pública por este proyecto. Se trata, dijo el susodicho,
de dar un tiempo más amplio y propiciar la participación de un mayor número de fabricantes de trenes, así como de fortalecer la absoluta claridad, legitimidad y transparencia.
Lo mejor del caso es que por la mañana de ese mismo día, ante los
senadores de la República el propio Ruiz Esparza defendió a capa y
espada no sólo la validez del fallo que beneficiaba al citado
corporativo, sino la
transparencia y legalidaddel mismo.
Actuamos con toda legalidad y no hay asomo de favoritismo o corrupción en el proyecto. Pero ya en la noche el mismo funcionario hizo pública la revocación en aras de
más transparencia y claridad, para que no haya dudas.
Cabe la posibilidad de que entre una fecha y otra en la residencia
oficial se enteraron de que se cocinaba un reportaje, producto de una
investigación periodística del equipo de Carmen Aristegui, sobre una
bonita casa en las Lomas que, casualidades de la vida, resultó habitada
por la tricolor pareja presidencial y, oficialmente, propiedad de una
de las empresas ganadoras de la multicitada licitación, y de allí la
penosa urgencia de revocar el fallo para tren México-Querétaro y
buscar más transparencia y claridad, para que no haya dudas, con todo y la respectiva indemnización.
El lunes 3 de noviembre, durante la ceremonia de fallo, Gerardo Ruiz Esparza presumió que
en esta licitación se cumplió estrictamente con la normativa y legislación vigentes; en la SCT han ejercido el presupuesto con prontitud y responsabilidad. Por si fuera poco, destacó la
seriedad profesionalcon la que el consorcio ganador presentó su oferta al gobierno mexicano, y dejó
como testimonio que desde una visita del presidente Enrique Peña Nieto a la República China se hizo la invitación a participar en estos procesos licitatorios; desde ese momento (las empresas chinas) enviaron a México a 200 técnicos que trabajaron intensamente para cumplir con las fechas que se les pidió originalmente para la construcción de este Tren de Alta Velocidad México-Querétaro(La Jornada, Miriam Posadas).
Una de las quejas más sonoras sobre dicha licitación fue la relativa
a la falta de tiempo que la SCT otorgó a las 17 empresas interesadas
para que presentaran sus propuestas (pidieron que se ampliara 240 días
el plazo para preparar la propuesta). De hecho, 16 de ellas se
disculparonpor no participar en el concurso, dada la premura para hacerlo. Sin embargo, Ruiz Esparza no tuvo empacho al contestar que
tuvieron dos meses para integrar la oferta técnica y económica desde que se publicaron las bases de licitación. Trece de ellas solicitaron ampliación del plazo, a lo cual no accedió la dependencia federal.
El argumento de la SCT para negarse consiste en que desde febrero de 2013 al comienzo de la licitación
el proyecto se dio a conocer frente a diversos auditorios, como colegios de ingenieros civiles, cámaras de los sectores de la construcción y el transporte, instituciones de educación superior, asociaciones del gremio ferrocarrilero, empresas constructoras y fabricantes de material rodante(ídem). Y los chinos, más los mexicanos, se quedaron con la obra, sólo para que 72 horas después se la quitaran, pero con indemnización.
Recorramos acompañados por
Elsa Zapata Zamora las calles de Ometepec, Guerrero, con sus casas
techadas con tejas, sus palmeras y el verde paisaje característico de
la selva baja de los cerros de los alrededores. El nombre de este
pueblo significa en náhuatl
entre dos cerros. Muy cerca de aquí, en Piedra Labrada, se ha localizado uno de los cinco juegos de pelota descubiertos en la Costa Chica; tiene más de mil años de antigüedad.
La humedad es constante en este lugar; cerca está la barra de
Tecoanapa donde se unen para desembocar al mar los ríos Santa Catarina,
Quetzala, Xochistlahuaca y Rayito. El pueblo tiene cuatro arroyos:
Talapa, Hontana, El Perote y La Pila. Además de maderas como la caoba y
el ébano, hay árboles frutales: guayabo, varios ciruelos nativos,
capulín, nanche, guanábano, guamúchil, papayo, zapote prieto, mamey, y
ya venidos de fuera, tamarindo, mango, naranjo, lima y limonero. Antes
se encontraban en los huertos de traspatio que alegraban la población;
todavía hay algunos.
Una troika desbocada. La referencia a Leviathan, figura
monstruosa aludida en varios textos bíblicos, particularmente en el
libro de Job, y también en la literatura contemporánea como título de
una novela de Paul Auster, tiene tal vez su metáfora más perturbadora
al relacionarse con el poder omnívoro del Estado en el tratado político
homónimo de Thomas Hobbes del siglo XVII. No sorprende entonces que un
cineasta tan perspicaz y agudo como el ruso Andréi Sviáguintsev (El regreso, 2003; Elena, 2011) recurra a semejante figura para plasmar en Leviathan,
su película más reciente, la indefensión de un ciudadano común frente a
la corrupción económica y política que lentamente va quebrantando su
existencia y la de los seres que lo rodean.
En una pequeña población costera al norte de Rusia, Kolia (Alexey
Serebryakov), hombre apacible que vive con su esposa e hijo
adolescente, se enfrenta en un litigio a un alcalde prepotente que
intenta despojarlo de su casa con el fin de utilizar el terreno para
negocios personales. Para frenar el acoso y las presiones del político,
Kolia pide ayuda a Dimitri, reconocido abogado moscovita y antiguo
compañero del ejército, quien accede a ocuparse del asunto. La
estrategia disuasiva ideal será evidenciar las corruptelas del alcalde
en busca de su relección, y obligarlo a desistir de su empeño.
El
Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en
inglés) llega a su reunión cumbre número 26, inaugurada ayer en Pekín
en circunstancias nada fáciles. Al telón de fondo de la desaceleración
económica mundial han de sumarse la crispación creciente entre los
gobiernos de Estados Unidos y Rusia a raíz del conflicto ucraniano; la
debilidad del presidente del primero de esos países, Barack Obama –en
cuya presidencia ha declinado la influencia de Washington en el mundo,
y quien acaba de experimentar, para colmo, la amplia derrota electoral
de su partido en las elecciones legislativas de días pasados–, y el
avance en las negociaciones secretas del Acuerdo Estratégico
Transpacífico de Asociación Económica (ATP), un proyecto de libre
comercio mucho más agresivo, en términos sociales, que el APEC, y en el
que no están invitados algunos de los socios fundamentales de éste, en
particular Rusia y China.
Critican detenciones arbitrarias en manifestaciones
Ningún razonamiento lógico
logra explicarnos el proceder de policías de la ciudad de México,
quienes al final de algunas manifestaciones –fue el caso de la del 8 de
noviembre, que avanzó de la PGR al Zócalo– cometieron detenciones
arbitrarias contra quien se manifestó pacíficamente, contra quien
literalmente iba pasando por ahí, contra quien se encontraba en un bar
ejerciendo el ocio, contra la mesera del mismo bar (con todo y que su
jefe la defendió y mostró la nómina) o contra quien documentaba dichas
detenciones. ¿Será, quizás, que estos procedimientos pretenden sembrar
terror e inhibir el ejercicio del derecho a la protesta?
Ahora
quizás resulte que la idea mesiánica del Gran Canal de Nicaragua tenga
un origen teológico. Y no una teología cualquiera, sino la teología de
la liberación. Durante una reciente reunión de la Conferencia
Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe
(Copppal) celebrada en Managua, el comandante Daniel Ortega reveló que
no le fue fácil convencerse de las bondades del canal interoceánico
cuya construcción y propiedad entregó por medio de un tratado de 100
años de duración al empresario chino Huan-Ying, hasta que lo persuadió
de lo contrario el célebre teólogo brasileño Leonardo Boff.
El
fuego devora un vehículo frente al palacio de gobierno de
Chilpancingo. En el chasis de otro derribado, sobre uno de sus
costados, manos rabiosas pintaron:
Justicia. Guerrero está en llamas.
En mi entrega de la semana pasada hice un apunte sobre cómo el poder o, para decirlo in extenso, la
elite del poder, puede volverse ciega en el ejercicio creciente de ese
recurso. La elite histórica del poder alcanzó en su momento un máximo
de poder. El partido casi-único y el presidente cuasi omnipotente.
Aunque esto parecía así quizá hasta la presidencia de Carlos Salinas.
Después la elite del poder, o gobernante, ha ido padeciendo desgarros
diversos.
El país hierve. Vive momentos de una creciente indignación, protesta e insurgencia ciudadanas. El hartazgo de vivir en un
país salvaje, ha comenzado a expresarse de manera masiva. Del
estamos hasta la madrese ha pasado al
que todos se vayan. Como ha sucedido en muchos otros países (Islandia, Egipto, Túnez, Libia, Ecuador, Bolivia), en México la movilización de los ciudadanos y la desobediencia civil de miles o millones realizando acciones concertadas terminará exigiendo la salida no sólo del Presidente de la República y su gobierno, sino de toda la clase política. Contra lo que las mentes conservadoras, temerosas y timoratas sostienen, hoy es factible realizar una revolución sin disparar un arma y/o sin acudir a las urnas, ahí donde la vía electoral ha sido cancelada. Hoy, los medios modernos de comunicación y transporte, junto a la libre difusión de conocimientos y análisis críticos, facilitan las transformaciones por la vía de la ocupación y el control pacífico de espacios, territorios, símbolos. Una nueva concepción de revolución sin violencia parece emerger en el mundo moderno.
El
miércoles de la semana pasada el secretario de Comunicaciones y
Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, anunció que la impecable licitación
para construir un tren rápido entre la ciudad de México y Querétaro
tenía como ganador a su único concursante, un conglomerado empresarial
encabezado por una paraestatal china e integrado, además, por un par de
empresas mexicanas, una propiedad de un pariente político de Carlos
Salinas (GIA) y otra (HIGA), muy favorecida durante la gubernatura
mexiquense de Enrique Peña Nieto. Un día después el mismo funcionario
abundó en la transparencia y la pulcritud del proceso y anunció su
cancelación, una decisión tomada por Enrique Peña Nieto, dijo, para
evitar suspicacias y cuestionamientos.
La
semana pasada asistí a la entrega de las becas L’Oréal-Unesco-AMC que
correspondieron en esta ocasión a 10 jóvenes investigadoras mexicanas
muy talentosas, cuyos proyectos están orientados a acrecentar el
conocimiento y buscar soluciones a problemas nacionales. Fue un acto
muy importante, pues se busca con acciones de este tipo estimular una
mayor presencia de la mujer en las actividades científicas y
tecnológicas en el país. El acto estuvo presidido por el doctor Enrique
Cabrero Mendoza, director general del Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología (Conacyt).
Ojalá sobreviniera, pero no me refiero a lo que es
la Paz, sino en lo que puedo inmiscuirme sin pretender ninguna verdad, pero sí con base en mis quehaceres habituales. Esto es la exposición en el Palacio de Bellas Artes titulada de acuerdo con un versículo
pacianoEn esto ver aquello.
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