Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme
Los presidentes de China, Xi Jinping, y de Estados Unidos, Barack
Obama, en Pekín, donde participarán en el Foro de Cooperación Económica
Asia-PacíficoFoto Ap
Empezaron en China los impactantes ajustes de
15 díasdel nuevo orden del G-3 geoestratégico, que no se atreve a pronunciar su nombre (http://goo.gl/94Tb2w).
Voice of America reconoce que,
pese a las tensiones, China otorga a Obama una bienvenida cálida(http://goo.gl/5F3exZ).
El alicaído Obama inició su periplo asiático en Pekín con un
discurso muy trillado, que ya no convence ni a sus ciudadanos, sobre
ajenos derechos humanos-libertad-democracia, de los que se hace de la
flagrante vista gorda con su aliado neoliberal de México.
Obama piensa usar todas las plataformas de las trascendentales
cumbres asiáticas para impulsar su proyecto, muy polémico, de la
Asociación Transpacífica (TPP, por sus siglas en inglés), que en forma
anómala no incluye a China, que lo juzga como un diseño geopolítico,
mediante armas mercantilistas, para su
contención, sino, de su alucinante exclusión regional.
La embajada de EU en Pekín sirvió para que Obama aleccionara a 11
países vasallos sobre las supuestas bondades del diseño unilateral del
TPP, que favorece a sus trasnacionales.
Fue inevitable que Obama no saludara al grotescamente exorcizado Vlady Putin, con quien se reunirá oficialmente en la próxima cumbre del G-20 en Brisbane (http://goo.gl/ovlm8n), mientras Rusia sea una potencia nuclear euroasiática de primer orden.
A juicio del rotativo galo Le Figaro,
Xi Jinping coloca a China en el centro del sueño Asia-Pacíficoal
desafiar (sic) de manera aterciopelada (sic) a EU y su proyecto de integración económica regional(el TPP polémico y hiératico, ergo antidemocrático, según Wikileaks).
China se posicionó en el centro de un nuevo orden asiático y el mandarín Xi invitó a los participantes de la cumbre de la APEC a
realizar el sueño Asia-Pacífico para los pueblos de la región.
Le Figaro juzga que el proyecto de Obama del TPP sufre
abiertamente la competenciade la cosmogonía más armónica de China (http://goo.gl/rs3Ihw).
El TPP es hoy un diseño desfalleciente que constituye una extensión
transasiática del neomonroísmo regional de la Alianza del Pacífico, a
la que pertenecen los subyugados Chile, Perú, Colombia y el castrado
México neoliberal itamita, éste cada vez más absorbido al esquema de
América del Norte(pero sin mexicanos).
Hasta Edward Luce, del Financial Times, uno de los máximos portavoces de la anglósfera, juzga que “China no es refugio para las aflicciones de Obama (http://goo.gl/1YyqcB)”.
Durante el Foro de la Cuenca del Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), el mandarín Xi lanzó en forma oficial la
Zona de Libre Comercio de Asia-Pacífico, que naturalmente no goza de la aprobación de Obama.
El mandarín Xi juega estupendamente al hipercomplejo go (
ajedrez chino) con dos anuncios espectaculares que impactarán tanto en la geoenergía como en las geofinanzas: cierra el trato con Rusia para el segundo tramo de otro gasoducto que le blinda de los piratas del estrecho de Malaca, cuyas operaciones se realizarán exclusivamente en yuan, la divisa ascendente del nuevo orden multipolar en curso, y conecta las bolsas de Shanghai y Hong Kong (la primera plaza financiera global, de acuerdo con el ranking del Índice de Desarrollo Financiero), lo cual disparó las acciones de China en los pasados 3 años (http://goo.gl/QJBzLL).
Lo que pierde Rusia en la bolsa y con su divisa podrá recuperarlo
ulteriormente en el binomio bursátil Shanghai-Hong Kong, lo cual
significa un tremendo golpe a la hegemonía bursátil de la City en Londres y Wall Street.
Obama, quien llega derrotado domésticamente a su periplo asiático
–de enorme relevancia para el futuro de EU–, anunció una nueva política
de otorgamiento de visas de turismo y negocios con un límite de 10 años
para los ciudadanos chinos (http://goo.gl/5qrYXn).
Hoy los nuevos turistas a cortejar son los chinos, quienes dejarán una derrama de 85 mil millones al año en EU.
En mi entrevista al Shanghai Daily aduje que el escándalo
de la licitación del tren chino a Querétaro, desde el punto de vista
geoeconómico, es la consecuencia de la colisión de las dos cosmogonías
entre Obama y Xi, cuando el
México neoliberal itamitaoperó en forma esquizofrénica, sin contemplar su incrustación al regionalismo tripartita de Norteamérica (pero sin mexicanos).
La cumbre de la APEC acordó un
arreglo anticorrupciónque
cierra la puerta a los fugitivos económicos foráneos, también firmado por Peña en forma conspicua.
Cabe señalar que el mandarín Xi ha hecho de la lucha anticorrupción uno de los pilares de su gobernabilidad (http://goo.gl/Sf2fTV).
Algunas personalidades de la anglósfera, como el anterior premier
australiano Bob Hawke –uno de los turiferarios de la APEC–, reclaman un
G-2 para el
curso de la transformación del orden estratégico regional, que deberán acordar a China
una mayor posición sustancialy que incluya
un papel de liderazgo sustancial para EU. Insiste la anglósfera en aislar a Rusia de un G-3 geoestratégico ineludible (http://goo.gl/Z5jtjg).
China se coloca motu proprio en el asiento trasero de Rusia
en su contraofensiva en el mar Negro-Medio Oriente, mientras Moscú le
imita ubicándose detrás de Pekín en su
armonía asiática, lo cual se subsume en la
nueva ruta de la seda, que va de Chongqing hasta Alemania, pasando por Asia central y Rusia (http://goo.gl/YkQFp6). ¿Reparto sincrónico de roles de Rusia y China?
China no acepta más la supremacía de EU en el nuevo orden regional
emergente en la región asiática –del que Rusia forma parte, aunque en
forma menos preponderante, en la zona del eje Kamchatka-Vladivostok.
El grave defecto del G-2 de Brzezinski –alianza entre China y EU para repartirse el mundo, http://goo.gl/Qv3vA1–
es que no toma en cuenta la compenetración cada vez más profunda entre
China y Rusia, a la que la anglósfera busca exorcizar en forma absurda
de la Vía Láctea.
A estas alturas, ¿puede China desprenderse de Rusia, de la que
depende tanto de su nuevo abastecimiento energético gasero como de su
panoplia militar nuclear, quizá a cambio de la primacía del yuan (por
encima del atribulado rublo), y de la conectividad de Moscú binomio
bursátil de Shanghai-Hong Kong?
Es tan insensato pretender excluir a Rusia de Europa y Asia como intentar hacer lo mismo con EU en otras regiones del planeta.
El grave inconveniente radica en acomodar a EU, que viene de una unipolaridad aberrante, en un G-3 con Rusia y China.
Lo real es que Asia se escapa a la hegemonía de EU, hoy en declive,
y no tiene más remedio que reconocer la ascendencia irresistible del
“sueño chino ( China’s dream)”, mucho más atractivo por su ausencia de pontificaciones e injerencismos mesiánicos insustentables basados en los mitos del
Destino Manifiestoy el excepcionalismo del pueblo elegido por la Providencia.
No creo que los geoestrategas de Rusia y China vean algún inconveniente para que EU sea el primus inter pares,
siempre y cuando cese su injerencismo y se le olvide pontificar a
civilizaciones milenarias de 6 mil años, como China, cuando EU es de
reciente creación, del siglo XVIII.
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