Escrito por Juana María Nava Castillo
Aguascalientes, México, noviembre (SEMlac).- Expertas de
América Latina y el Caribe reconocieron que en esta región ha habido
avances en la formulación de estadísticas desagregadas por sexo en
algunas temáticas, pero puntualizaron que la ausencia o el limitado
acceso a estos indicadores es una violación de derechos porque genera
la inacción de los Estados, al invisibilizar a la mitad de la
población.
Reunidas en el "XV Encuentro Internacional de Estadísticas de
Género. Balances y desafíos en el marco de la Agenda de Desarrollo
Sostenible Post 2015", las especialistas coincidieron en que los
adelantos no se han reflejado en un verdadero cambio para el desarrollo
y la igualdad sustantiva de las mujeres.
Dijeron que los gobiernos han utilizado las estadísticas para hacer
mediciones e informes más completos y a tiempo, pero no para ejecutar
políticas públicas que eliminen la discriminación.
El encuentro fue convocado por Instituto Nacional de las Mujeres
(Inmujeres), el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI),
la representación de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad
de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres) México y la
División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL).
Realizada en esta ciudad del 5 al 7 de noviembre, la reunión contó
con la participación de representantes de oficinas nacionales de
estadísticas de 19 países de América Latina y el Caribe, así como de 12
mecanismos para el adelanto de las mujeres de naciones de la región,
además de diversos organismos internacionales y especialistas en la
materia.
Durante la primera jornada, Sonia Montaño, directora de la División
de Asuntos de Género de la CEPAL, destacó las buenas prácticas de las
naciones del continente para incorporar la estadística desagregada por
sexo, lo que ha permitido visualizar la realidad en algunas temáticas
específicas, como la violencia que se ejerce contra ellas.
Señaló que es imprescindible que los Estados produzcan un sistema
fuerte de estadísticas y evitar la privatización de la recolección de
datos, por lo que hizo un llamado a fortalecer a las instituciones
dedicadas a esta tarea y ampliar la gama de usuarios a la academia y la
sociedad civil.
Destacó la necesidad de apostar a un desarrollo integral, profundo y democrático para lograr la no discriminación.
Gladys Acosta, experta electa del Comité de la Convención para la
Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres
(CEDAW), advirtió que contar con estadísticas con enfoque de género no
necesariamente implica un cambio.
Reconoció, como lo hicieron otras panelistas, que ha habido avances
"de jure" pero no "de facto"; es decir, de derecho pero no de hecho,
porque aunque existan acciones encaminadas a la igualdad, a las mujeres
les sigue costando trabajo acceder a las oportunidades en un sistema
que se resiste al cambio.
Debemos, puntualizó la experta, alcanzar los tres niveles para
realmente hablar de transformación: primero, el reconocimiento de
derechos; segundo, el ejercicio de los derechos a través de políticas
públicas y presupuestos, y tercero, el goce pleno de derechos.
"Esto implica un cambio de civilización, y creo que hombres y
mujeres nos lo merecemos; hay que cambiar los modelos de desarrollo
para hacerlo una realidad", dijo Acosta.
También en el primer día de trabajos, la presidenta del Instituto
Nacional de las Mujeres, Lorena Cruz Sánchez, dijo que para tener
estadísticas verdaderamente útiles, la perspectiva de género debe estar
presente en todo el proceso de generación de información, que va desde
la planeación, la difusión y la evaluación de resultados.
Si todas las poblaciones se integran por hombres y mujeres, añadió,
las políticas públicas se tienen que hacer con esta perspectiva para
poder eliminar la desigualdad.
También destacó que uno de los frutos importantes que ha resultado
de los XV encuentros de estadísticas ha sido la producción de datos
desagregados por género en varias temáticas, aunque también dijo que la
dinámica actual y la realidad nos rebasa y se requiere de esfuerzos
constantes e innovadores para establecer soluciones desde la esfera de
las políticas públicas.
"Contar con indicadores de género y establecer metas concretas para
acortar las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres, es una
obligación que debemos cumplir todos los Estados", agregó.
Todas las problemáticas que afectan a las mujeres y las niñas
estarán en la nueva Agenda Post 2015, es indispensable atender las
necesidades de información estadística oficial y de calidad para
multiplicar y potenciar políticas públicas que garanticen el
cumplimiento de nuestros derechos humanos, y con ello acelerar también
el desarrollo y el crecimiento de nuestros países, el avance y el
progreso de nuestras sociedades, dijo también Cruz Sánchez.
Así mismo, Ana Güezmes, representante de ONU-Mujeres en México, dijo
que si bien ya tenemos evidencia en la región de cómo incorporar la
perspectiva de género en la producción y análisis de la información
estadística, y que esta es ya base de políticas públicas y presupuestos
que se orientan al logro de la igualdad, aún falta verla reflejada en
los resultados.
Somos la región más innovadora en producción de estadísticas sobre
uso del tiempo, incluyendo su valor económico e inicio de políticas de
cuidados, en incorporar la medición multidimensional de la pobreza
-incluida la pobreza de tiempo-, así como en mejorar nuestros registros
sobre violencia contra las mujeres.
Pero sabemos que estos avances serán mucho más rápidos en la medida
en que las oficinas de estadística y los mecanismos para el adelanto de
las mujeres logren establecer un diálogo continuo y sumar esfuerzos
para revolucionar la forma en que se produce y analiza la información,
teniendo presente la creciente demanda de estadísticas de género,
destacó.
También el presidente del INEGI, Eduardo Sojo, remarcó el trabajo
realizado durante los últimos 15 años en materia de estadísticas de
género y dijo en este tiempo se han incluido temas como salud, trabajo,
violencia, lo que ha servido de parámetro para medir desafíos y
emprender acciones en esos campos.
Durante el primer día de trabajos del XV Encuentro Internacional de
Estadísticas de Género se enlazaron vía teleconferencia para dar un
mensaje breve Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de
ONU-Mujeres, y Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.
Mlambo-Ngcuka dijo que las estadísticas desagregadas oportunas y
confiables deben servir de base para mejorar el progreso y medir los
obstáculos, y que aquellas deben ser una oportunidad para el desarrollo
de los países que en el siglo XXI permitan la igualdad de oportunidades
y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
Por su parte, Bárcena destacó el avance en el trabajo metodológico
para impulsar las estadísticas desagregadas por sexo, y puso énfasis en
considerar fundamental repensar el mundo del trabajo y del cuidado,
desde el compromiso del Estado, con acciones concretas a partir de las
bases de datos que ya se han generado en la materia.
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