El proceso de transición digital realizado entre 2014 y 2015 estuvo envuelto en corrupción en diversas etapas de su implementación, señala el rotativo
Durante la realización del programa de reparto de televisiones para la transición digital, funcionarios federales recibieron moches, dio a conocer The Wall Street Journal.
Según el texto del rotativo norteamericano, el proceso realizado entre 2014 y 2015 estuvo envuelto en corrupción en diversas etapas de su implementación.
El que quedó fuera desde las primeras etapas de compra de televisores fue el productor más grande del país, el gobierno determinó que Samsung no tenía modelos que cumplieran con las especificaciones técnicas que se establecieron en la licitación.
A su vez, Taiwan Foxconn Technology, que quedó en segundo lugar, dio 1.5 millones de televisiones en las primeras tres rondas, detalla el periódico estadounidense.
La única empresa que recibió contratos en todas las rondas que organizó la SCT, fue Diamond Electronics SA, en sociedad con Comercializadora Milenio SA. Esta se encargó de abastecer el 63 por ciento de las televisiones que se repartieron, por un monto de 900 millones de dólares.
En la publicación de The Wall Street Journal, una fuente aseguró que las empresas que se negaron a pagar moches de entre 12 y 18 dólares por unidad entregada, son las que fueron descartadas en los concursos federales.
En respuesta, Rodrigo Ramírez, oficial Mayor de la SCT, argumentó que los contratos sin licitación que se otorgaron a Diamond, se dieron por falta de tiempo para lanzar una nueva licitación antes del 31 de diciembre.
Sobre el reportaje publicado por el rotativo norteamericano, Ramírez dijo: “Lo niego categóricamente. ¿Por qué? porque se trata de compañías serias, no globales pero casi. Tienen tratos en Asia y en Estados Unidos (…)cuestionar el procedimiento equivale a cuestionar a la compañía involucradas”.
Asimismo, el WSJ detalló que los críticos del programa de transición digital aseguraron que el gobierno federal desechó opciones más baratas que fueron pensadas en la administración del panista Felipe Calderón.
(Con información de Reforma)
Según el texto del rotativo norteamericano, el proceso realizado entre 2014 y 2015 estuvo envuelto en corrupción en diversas etapas de su implementación.
El que quedó fuera desde las primeras etapas de compra de televisores fue el productor más grande del país, el gobierno determinó que Samsung no tenía modelos que cumplieran con las especificaciones técnicas que se establecieron en la licitación.
A su vez, Taiwan Foxconn Technology, que quedó en segundo lugar, dio 1.5 millones de televisiones en las primeras tres rondas, detalla el periódico estadounidense.
La única empresa que recibió contratos en todas las rondas que organizó la SCT, fue Diamond Electronics SA, en sociedad con Comercializadora Milenio SA. Esta se encargó de abastecer el 63 por ciento de las televisiones que se repartieron, por un monto de 900 millones de dólares.
En la publicación de The Wall Street Journal, una fuente aseguró que las empresas que se negaron a pagar moches de entre 12 y 18 dólares por unidad entregada, son las que fueron descartadas en los concursos federales.
En respuesta, Rodrigo Ramírez, oficial Mayor de la SCT, argumentó que los contratos sin licitación que se otorgaron a Diamond, se dieron por falta de tiempo para lanzar una nueva licitación antes del 31 de diciembre.
Sobre el reportaje publicado por el rotativo norteamericano, Ramírez dijo: “Lo niego categóricamente. ¿Por qué? porque se trata de compañías serias, no globales pero casi. Tienen tratos en Asia y en Estados Unidos (…)cuestionar el procedimiento equivale a cuestionar a la compañía involucradas”.
Asimismo, el WSJ detalló que los críticos del programa de transición digital aseguraron que el gobierno federal desechó opciones más baratas que fueron pensadas en la administración del panista Felipe Calderón.
(Con información de Reforma)
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