Madrid, 27 sep. 16. AmecoPress. ¿Te
imaginas que en vez, o mejor dicho que además, de estudiar la Guerra de
la Independencia nos enseñaran a valorar cómo ha evolucionado nuestra
forma de alimentarnos o cómo han parido las mujeres? ¿Qué sucedería si
en lugar de conocer la historia de la Humanidad desde el punto de vista
de las guerras, la diplomacia y las conquistas –encabezadas por los
hombres- diéramos protagonismo a lo que ha pasado en las familias o a
movimientos a favor de la anticoncepción o el aborto? En primer lugar,
que estaríamos cuestionando los cimientos de todo el discurso histórico
conocido hasta el momento y que tanta repercusión tiene en nuestro mundo
actual y en concreto en la perpetuación de las desigualdades.
Eso es lo que reivindican Paula Martos Ardid y Pedro Ochoa Crespo, doctores en historia y autoras de la web http://www.historiafeminista.com/ “Queremos escribir sobre historia y sobre las formas de hacer historia. Sobre su implicación en el presente, en las desigualdades y en las injusticias sociales y políticas que protagonizan nuestro día a día. Y para eso tenemos que hacer una historia feminista”.
En una entrevista con AmecoPress, Paula Martos, doctora en Historia contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid, asegura que lo que pretenden es “reivindicar la naturaleza política de los discursos académicos y su compromiso con la realidad social en la que operan, en un sentido feminista”.
Eso no implica renegar o no reconocer a las que contribuyeron a dar espacio a las mujeres en el estudio de la historia. “La historia universal es poco más que historia masculina, construida sobre el silencio de los sujetos femeninos”, explica Paula.
La historia de las mujeres abrió la puerta a la historia de género al demostrar que las mujeres son sujetos históricos perfectamente válidos y que, también son sujetos privilegiados a la hora de dar cuenta del factor sexual. Ahora bien, “creemos que el concepto de género no tiene la fuerza reivindicativa que tiene la noción de feminismo. No apela a la misma tradición histórica de lucha social. La historia feminista, que incluye a buena parte de la historia de las mujeres, es mucho más amplia que la historia de género”.
“Hablar de la historia de las mujeres no es lo mismo que construir una historia feminista. La historia de las mujeres contribuyó a visibilizar el papel de personajes femeninos en la historia y al hacerlo también fueron saliendo otros temas, aunque al principio fueron considerados menores por la Academia”, comparte la historiadora. “Creemos que el concepto de género no tiene la fuerza reivindicativa que tiene la noción de feminismo. No apela a la misma tradición histórica de lucha social. La historia feminista, que incluye a buena parte de la historia de las mujeres, es mucho más amplia que la historia de género”.
Para Paula, la clave está en “replantear el proceso de construcción histórica y ver en qué medida está hecha por patrones patriarcales”. Esta propuesta implica destacar otros hechos, otras variables, otras prioridades. Es cambiar la mirada del sujeto que estudia la historia.
Cuando se le pregunta por acontecimientos e hitos del proceso histórico que ella destacaría, resalta la “importancia de movimientos políticos del último siglo que han permitido que las mujeres tengamos una vida distinta a la que habíamos tenido nunca”. Y enfatiza:” siempre hemos conocido la influencia fundamental de la revolución industrial, que la tiene, pero ¡qué detrás queda en el discurso histórico que ha llevado a las mujeres a la esfera pública, tener derechos sobre nuestros propios hijos e hijas, y eso sí que ha significado una auténtica revolución!” Paula recuerda el aporte de movimientos como el sufragismo, a favor de la anticoncepción o por la defensa del derecho al aborto.
Para la historiadora es importante también “dar cierta entidad a lo hecho por las mujeres –lejos de la diplomacia y la “gran política”-, como el cuidado de las familias, la alimentación, las formas de parir…”
A través de historiafeminista.com, Paula y Pedro, conscientes de que muchas veces desde la Academia se tiende a emplear un lenguaje rebuscado, academicista y difícil de entender por parte de la gente, pretenden “hacer píldoras de historia feminista en un formato abierto, con un lenguaje sencillo y difundirlas a través de un blog, que es más popular”. La idea es crear una comunidad con historiadoras expertas en distintos temas y divulgar la historia feminista.
Foto: archivo AmecoPress, tomadas de historiafeminista.com;
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Pie de foto: 1) y 3) Paula Martos Ardid; 2) Hedwig Reicher como Columbia en una manifestación sufragista en 1913 Archivo Library of Congress;
Eso es lo que reivindican Paula Martos Ardid y Pedro Ochoa Crespo, doctores en historia y autoras de la web http://www.historiafeminista.com/ “Queremos escribir sobre historia y sobre las formas de hacer historia. Sobre su implicación en el presente, en las desigualdades y en las injusticias sociales y políticas que protagonizan nuestro día a día. Y para eso tenemos que hacer una historia feminista”.
En una entrevista con AmecoPress, Paula Martos, doctora en Historia contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid, asegura que lo que pretenden es “reivindicar la naturaleza política de los discursos académicos y su compromiso con la realidad social en la que operan, en un sentido feminista”.
Eso no implica renegar o no reconocer a las que contribuyeron a dar espacio a las mujeres en el estudio de la historia. “La historia universal es poco más que historia masculina, construida sobre el silencio de los sujetos femeninos”, explica Paula.
La historia de las mujeres abrió la puerta a la historia de género al demostrar que las mujeres son sujetos históricos perfectamente válidos y que, también son sujetos privilegiados a la hora de dar cuenta del factor sexual. Ahora bien, “creemos que el concepto de género no tiene la fuerza reivindicativa que tiene la noción de feminismo. No apela a la misma tradición histórica de lucha social. La historia feminista, que incluye a buena parte de la historia de las mujeres, es mucho más amplia que la historia de género”.
“Hablar de la historia de las mujeres no es lo mismo que construir una historia feminista. La historia de las mujeres contribuyó a visibilizar el papel de personajes femeninos en la historia y al hacerlo también fueron saliendo otros temas, aunque al principio fueron considerados menores por la Academia”, comparte la historiadora. “Creemos que el concepto de género no tiene la fuerza reivindicativa que tiene la noción de feminismo. No apela a la misma tradición histórica de lucha social. La historia feminista, que incluye a buena parte de la historia de las mujeres, es mucho más amplia que la historia de género”.
Para Paula, la clave está en “replantear el proceso de construcción histórica y ver en qué medida está hecha por patrones patriarcales”. Esta propuesta implica destacar otros hechos, otras variables, otras prioridades. Es cambiar la mirada del sujeto que estudia la historia.
Otros hechos y otras revoluciones
Cuando se le pregunta por acontecimientos e hitos del proceso histórico que ella destacaría, resalta la “importancia de movimientos políticos del último siglo que han permitido que las mujeres tengamos una vida distinta a la que habíamos tenido nunca”. Y enfatiza:” siempre hemos conocido la influencia fundamental de la revolución industrial, que la tiene, pero ¡qué detrás queda en el discurso histórico que ha llevado a las mujeres a la esfera pública, tener derechos sobre nuestros propios hijos e hijas, y eso sí que ha significado una auténtica revolución!” Paula recuerda el aporte de movimientos como el sufragismo, a favor de la anticoncepción o por la defensa del derecho al aborto.
Para la historiadora es importante también “dar cierta entidad a lo hecho por las mujeres –lejos de la diplomacia y la “gran política”-, como el cuidado de las familias, la alimentación, las formas de parir…”
A través de historiafeminista.com, Paula y Pedro, conscientes de que muchas veces desde la Academia se tiende a emplear un lenguaje rebuscado, academicista y difícil de entender por parte de la gente, pretenden “hacer píldoras de historia feminista en un formato abierto, con un lenguaje sencillo y difundirlas a través de un blog, que es más popular”. La idea es crear una comunidad con historiadoras expertas en distintos temas y divulgar la historia feminista.
Foto: archivo AmecoPress, tomadas de historiafeminista.com;
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Pie de foto: 1) y 3) Paula Martos Ardid; 2) Hedwig Reicher como Columbia en una manifestación sufragista en 1913 Archivo Library of Congress;
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