CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Al igual que Enrique Ochoa Reza,
los últimos cuatro directores generales de la Comisión Federal de
Electricidad (CFE) cobraron finiquitos mayores a los que les
correspondían porque se separaron de manera voluntaria de sus cargos, de
acuerdo con documentos obtenidos por la alianza Méxicoleaks.
La alianza, de la que Proceso forma parte,
reveló ayer que el pasado 8 de julio –en su último día como director de
la empresa– Ochoa Reza solicitó y obtuvo de la CFE una liquidación por
un millón 206 mil 271 pesos, equivalente a 253 salarios diarios, o a dos
días de salario por cada semana que pasó en la nómina de la empresa.
Ese mismo día renunció a la dirección general de la empresa
para postularse a la presidencia del PRI nacional, que consiguió cuatro
días después. La investigación mostró que según la normatividad de la
empresa productiva del Estado, le correspondía un finiquito de 231 mil
118 pesos, un monto cinco veces menor al que recibió.
En su defensa, el exdirector de la CFE aseveró que fue un
“sujeto pasivo” en su proceso de liquidación, y planteó que la empresa
productiva del Estado calculó su finiquito con base en la misma
normatividad que aplicó a sus antecesores en el cargo; esa es la
fracción segunda del artículo 33 del Manual de Trabajo de los Servidores
Públicos de Mando de la CFE.
La fracción mencionada establece que en un caso de
liquidación –distinto a la separación voluntaria, cuyas reglas quedan
estipuladas en la fracción primera del artículo 33–, la CFE otorgará al
servidor de mando un finiquito base de 120 salarios diarios, más 55 días
de salarios diario por cada año de servicios prestados.
Documentos obtenidos por la alianza Méxicoleaks confirman
que la CFE aplicó el mismo cálculo en el caso del priista Francisco José
Rojas Gutiérrez, el antecesor de Ochoa Reza en el cargo. Rojas
Gutiérrez cobró un finiquito neto de 878 mil 973 pesos cuando abandonó
la dirección general de la CFE “por motivos personales” en febrero de
2014, después de un año y 66 días en el cargo. De acuerdo con la
normatividad, le tocaba un finiquito de 112 mil 520 pesos.
Jaime González Aguadé, quien fungió como director general de
la CFE durante los últimos cinco meses del sexenio de Felipe Calderón
–entre el 29 de junio de 2012 y el 1 de diciembre del mismo año–, salió
de la CFE con un cheque de 687 mil 741 pesos. Preside ahora la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Por seis meses en el cargo, su
finiquito debió ser de 39 mil 564 pesos.
Antonio Vivanco Casamadrid, su predecesor en el cargo
–dirigió la CFE del 18 de febrero de 2011 al 29 de junio de 2012–,
abandonó la empresa productiva del Estado con un finiquito de 957 mil
552 pesos, cuando debió recibir 129 mil 750 pesos.
De acuerdo con el abogado Manuel Fuentes Muñiz, quien
analizó los documentos a petición de la alianza Méxicoleaks, la CFE
realizó un pago indebido a Ochoa Reza dado que le otorgó un finiquito
cinco veces mayor al que corresponde a un caso de separación voluntaria.
Con base en los documentos obtenidos, se puede extender este señalamiento a los demás directores generales de la CFE.
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