3/04/2017

El 8 de marzo, vamos juntas/os


¿Cuál sería el objetivo de una huelga de mujeres? ¿Cuál el de salir a marchar? “La solidaridad es nuestra arma”, es el lema de la “Huelga Internacional de Mujeres”.

lasillarota.com

Alejandra Pizarnik.

“Por eso en México nos unimos al paro internacional de mujeres. En la región y en México sigue en aumento el feminicidio impune y persisten el acoso y la violencia sexual. 7 mujeres son asesinadas al día en nuestro país…”

Manifiesto 8 de marzo.


Académicas en Acción Crítica.


Plantón de 12:00 a 16:00 horas, en La Victoria Alada. (Ángel de la Independencia).
Valla humana a partir de las 16:00 horas.
17:00 horas, marcha rumbo al Hemiciclo a Juárez.
Un horario largo, para que cada persona se sume cuando pueda.

¿Cuál sería el objetivo de una huelga de mujeres? ¿Cuál el de salir a marchar? “La solidaridad es nuestra arma”, es el lema de la “Huelga Internacional de Mujeres”. Marchar nos permite visibilizar una realidad desigual e injusta. Una hondísima herida social. La negación de los derechos. Romper los silencios. Marchar es una ruptura. Un corte en la cotidianidad. Rompe y señala. Corta, y enuncia. Que las mujeres tomen las plazas y sus palabras sean escuchadas. No hablamos de cualquier cosa: siete mujeres son asesinadas cada día en México. Basta abrir los periódicos, internarnos en las redes sociales, para encontrar las insoportables descripciones de ese “cuerpo encontrado sin vida”, en medio de un paraje solitario, un tanque de agua en una azotea, la cuneta de una carretera. Una niña, una adolescente, una mujer.

Y las descripciones repetidas: abuso sexual, golpes, heridas con arma blanca, quemaduras de cigarro en el cuerpo. El golpe mortal de una piedra en la cabeza. Ser asesinada después de una interminable tortura. Leemos. Pasamos la página. Con frecuencia. Tan rápido a como podemos. La impotencia paraliza. La necesidad de negar el horror se nos impone. Sin darnos cuenta. Una noticia tras otra, tras otra. Una mujer muerta tras otra, tras otra. Como si “la serie” terminará imponiéndose y aniquilando doblemente a cada mujer. A cada persona asesinada. Allí donde el asesinó negó su singularidad, y allí donde como sociedad, en la distancia y el silencio, la negamos también.




Por eso, conocer los nombres de las mujeres asesinadas, registrarlos, darlos a conocer, se ha convertido desde el principio de los asesinatos en Ciudad Juárez, en un deber de respeto, sororidad y denuncia: No es un cadáver en una plancha en la morgue. Es una mujer (una niña, una adolescente) que tiene un nombre. Tuvo una vida, una familia, una escuela, o trabajo, un grupo de amigos. La carga simbólica de cada nombre inscrito en cada cruz, de una muy larga hilera de cruces. Sí sucede, allí está, sucede a todo lo largo y ancho del país, y es insoportable que suceda en la impunidad. Que siga, entonces, sucediendo.

Los gobiernos niegan la gravedad de la situación: “Exageran”, “Van a crear pánico social”, “Dañan la imagen del estado”.  Y los familiares de las mujeres asesinadas, sus amigas/os, los grupos de apoyo que los acompañan, avanzan de nuevo por las calles con la foto de la mujer asesinada. Con esa foto se plantan frente a los palacios municipales y de gobierno. Junto a esa foto comen y duermen, en espera de lo mínimo que podrían esperar: que se haga justicia. Y que ese crimen que los golpeó en toda su brutalidad, no golpeé a nadie más. ¿Cuál sería el objetivo de un plantón este 8 de marzo en La Victoria Alada? (Ángel de la Independencia). Unir voces, las más de voces posibles para decir: Vivas nos queremos. Ni una menos. “Hoy por ti, mañana por mí”. El principio básico de la reconstrucción social.



En el otoño del 2016, las feministas polacas compartieron la iniciativa: “The International Women Strike”, como una respuesta organizada ante la violencia que padecen las mujeres en el mundo. Detenernos para reflexionar, conversar, compartir anhelos, libros, estrategias de solidaridad y apoyo mutuo. Para hacernos escuchar. La convocatoria se fue construyendo y hoy participan en ella (para este 8 de marzo), organizaciones de 30 países, México incluido. La marcha de las mujeres en Washington (21 de enero) fue una inmensa ola de protesta. Contra Trump y sus discursos misóginos, contra las políticas que pretenden echar abajo los derechos ya adquiridos por las mujeres, en defensa del derecho de asilo, contra las deportaciones masivas. Las causas, en las marchas, se suman.

En octubre del año pasado, las mujeres argentinas convocaron a una marcha, “Nos queremos vivas”, contra la violencia hacia las mujeres y el feminicidio, con pancartas que nombraban a Lucía, una adolescente de 16 años, drogada, torturada y asesinada en Mar de la Plata. Sus asesinos llevaron su cuerpo a un centro de salud, intentando hacer pasar su asesinato como una muerte “accidental por sobredosis”.  En abril del 2016, la marcha de “La Primavera Violeta”, inundó Reforma en la Ciudad de México: “Nos queremos vivas”, fue uno de los hashtags de la convocatoria. El 10 de mayo –también- en la Ciudad de México- marcharon –como cada año- las madres de las personas víctimas de desaparición forzada.







#YoParo8M por andar en la calle sin miedo de las violencias machistas #YoParo8M porque se reconozca a las mujeres como sujetas de derechos #YoParo8M por una sociedad justa e igualitaria #YoParo8M porque el Estado garantice a todas y todos una vida vivible y sustentable #YoParo8M por el respeto a las identidades diversas y la condena a cualquier clase de discriminación #YoParo8M para manifestar mi rechazo a las políticas punitivas de control y de seguridad que justifican desapariciones y genocidios “por goteo” #YoParo8M en contra de la corrupción del Estado #YoParo8M en contra del programa neoliberal del gobierno #YoParo8M en contra del control de la sexualidad de las mujeres #YoParo8M a favor de un Estado laico #YoParo8M contra la violencia sexual”.

Que se detenga el feminicidio y la violencia contra las mujeres, con acciones eficaces y urgentes.

Por  el acceso a una educación de calidad para todas/os, que logre erradicar “la cultura de la violencia”.

Por los derechos de las/los migrantes en la frontera norte y en la frontera sur.

Por el castigo eficaz a la trata y su erradicación.

Por el derecho a la salud (física y emocional) de las/los mexicanas/os y de toda persona que
se encuentre en el territorio nacional.

Suma tus razones.


Vamos juntas/os.

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