Comité de la ONU se queja de la lentitud con que avanza la eliminación de la violencia
Ritual de agradecimiento a la madre tierra, en foro realizado ayer en
la Secretaría de Relaciones Exteriores para erradicar el hambre y la
desnutrición en países de América Latina y el Caribe
Al tiempo que las mujeres indígenas se han
consolidado como voceras de sus comunidades y de sus problemáticas en la
región han sido también
sumamente reprimidas, especialmente en Centroamérica, México, Perú Colombia y Ecuador, aseveró Gladys Acosta Vargas, experta del Comité de la Organización de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer.
Entrevistada ayer, tras su participación en la segunda jornada del
Foro Empoderar a las Mujeres Indígenas para Erradicar el Hambre y la
Malnutrición en América Latina y El Caribe, organizado por la Secretaría
de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(Sagarpa) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y
la Agricultura (FAO), dijo que esta situación es una de las principales
preocupaciones del comité de que forma parte.
Quienes
se perfilan como defensoras de sus comunidades sufren tremendas agresiones tanto por parte de grupos paramilitares que muchas veces defienden intereses de empresas trasnacionales o que tienen intereses extractivos o inclusive también son reprimidas por los propios Estados, señaló.
Doble discurso
Acosta Vargas dijo que estas agresiones parecerían ser parte de
una especie de doble discurso, porque por un lado se alienta su participación y su visibilidad y por el otro lado se les reprime entonces creo que no gozan de una libreta de expresión y de organización como debieran.
Expuso que estos ataques son cometidos
con mucha violencia sexual, un tipo de agresión muy propia como ha sucedido con el feminicidio, en el que
la forma en como se mata a las mujeres es muy especial, es como una especie de saña.
La experta expuso que los avances en cuanto a la eliminación de la violencia contra las mujeres, han sido
demasiado lentos para las urgencias que hay en las realidades.
En el foro representantes de diversas organizaciones de mujeres
indígenas urgieron también a que se brinden mayores oportunidades a las
jóvenes y a reconocer el conocimiento de sus pueblos.
Tarcila Rivera Zea, miembro del Foro Permanente para las Cuestiones
Indígenas de las Naciones Unidas (UNPFII), dijo que los jóvenes
indigenas migran de sus comunidades en busca de mejores oportunidades,
pero
no pueden competir de igual a igual con otras profesionales por un puesto de trabajo digno o bien remunerado.
Agregó que cuando las familias salen de sus comunidades,
las niñas, las jóvenes, muchas veces son captadas para hacer parte de la trata, de la explotación sexual y muchas veces son raptadas.
El Foro fue cerrado por la subsecretaria de Desarrollo Rural de la
Sagarpa, Mely Romero Celis, y Crispim Moreira, representante de la FAO
en México, quienes reconocieron la labor de las participantes de las
mujeres indígenas en la región.
Foto Guillermo Sologuren, Jessica Xantomila
Periódico La Jornada
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