Original en Español
La
exposición de las conductas depredadoras de algunos hombres poderosos,
como el magnate de la industrias del cine Harvey Weinstein, ha abierto
el espacio para que millones de personas compartan sus historias de
acoso y violencia sexual. Y aunque todas las mujeres son vulnerables a
este tipo de violencia, aquellas mujeres que no son figuras públicas son
más propensas a sufrir represalias cuando denuncian a sus abusadores.
Analizamos cómo el abuso sexual es también algo común en los sectores de
bajos salarios, como la industria agrícola, los servicios de limpieza
de hoteles, o el sector doméstico, donde los puestos de trabajo son
ocupados de forma desproporcionada por mujeres de color y mujeres
inmigrantes, quienes son extremadamente vulnerables a al acoso y la
violencia sexual. Para hablar más sobre el tema nos acompaña Mily
Treviño-Sauceda, cofundadora y vicepresidenta de la Alianza Nacional de
Campesinas de Estados Unidos.
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org. soy Amy Goodman con Nermeen Shaikh.
NERMEEN SHAIKH:
El 6 de diciembre, la revista Time anunció que la “Persona del año
2017” son un grupo de mujeres que se pronunciaron en contra del acoso y
abuso sexual, dando inicio a un movimiento internacional. El grupo ha
sido catalogado como “las mujeres que rompieron el silencio”, e incluye a
actrices de Hollywood, periodistas, trabajadoras agrícolas y
limpiadoras de hotel. El anuncio de la revista Time se produjo después
de que el presidente Trump afirmara que él mismo estaba entre los
seleccionados para ser la “Persona del año” de la revista Time. El
presidente Trump has sido acusado de acoso sexual por al menos 16
mujeres.
AMY GOODMAN:
La exposición de las conductas depredadoras de algunos hombres
poderosos, como el magnate de la industrias del cine Harvey Weinstein,
ha abierto el espacio para que millones de personas compartan sus
historias de acoso y violencia sexual. Y aunque todas las mujeres son
vulnerables a este tipo de violencia, aquellas mujeres que no son
figuras públicas son más propensas a sufrir represalias cuando denuncian
a sus abusadores. Para hablar más sobre el tema nos acompaña Mily
Treviño-Sauceda, cofundadora y vicepresidenta de la Alianza Nacional de
Campesinas de Estados Unidos. Mily es una ex trabajadora agrícola y
organizadora sindical de la Unión de Campesinos-United Farm Workers. En
el artículo de la revista Time sobre el acoso sexual se cuenta la
historia de Isabel Pascual, aunque ese no es su nombre real, es un
pseudónimo que la mujer uso por miedo a represalias. Isabel Pascual
buscó ayuda en la organización en la que trabaja Mily. ¿Nos puede hablar
de la historia de Isabel?
MILY TREVIÑO-SAUCEDA:
Sí. La historia de Isabel Pascual, como sabemos es un nombre anónimo,
trata de una trabajadora del campo que no es la primera vez que le pasa
pero esta fue su experiencia más fuerte. Durante el trabajo, uno de los
trabajadores empezó a acosarla pero al rechazar sus propuestas y
cumplidos, él empezó a decir que ella estaba saliendo con él, que era su
novia. Ella, habiéndose separado de su esposo recientemente, eso le
estaba creando más problemas y a la vez esta persona seguía acosándola
en el trabajo. Ella se quejó y la compañía solamente la movió a otra
parte, a otra cuadrilla, dentro de la misma compañía, pero permitió que
el abusador trabajara en la cuadrilla donde ella estaba. Ella seguía con
miedo porque él la amenazó diciendo que si ella decía algo acerca de
los abusos, él iba a hacerle daño a sus hijos, y ella viviendo sola y
teniendo hijos, eso aumentó su miedo. Hasta que no habló con nosotras y
le dijimos: “Mira, tú tienes el derecho de quejarte y exigir a la
compañía que te den seguridad”. Y cuando se quejó solamente la volvieron
a mover a otra cuadrilla, y aunque no ha visto al abusador, él empezó a
acosarla fuera del trabajo, entonces lo que hicimos nosotras fue
decirle a Isabel que ella tenía derecho a hacer una queja en la corte.
Ella tiene miedo ya que su familia viene de una comunidad indígena de
México, y la comunidad en dónde viven ahora es muy chica, y se le está
creando un sentimiento de vergüenza, echándole la culpa a ella y
diciéndole que no haga nada. Nosotras la estamos apoyando para ayudar a
explicarles a los familiares y a la gente cercana que ella no está
causando el problema, sino que es la otra persona la que lo está
causando. Y ahora sus amigos están empezando a apoyarla, pero fue muy
difícil para ella. Ella está contenta que no fue violada, aunque casi
llega a ese punto, así que la hemos ayudado a que no tenga este problema
por el momento. Este es uno dentro de los muchos casos que podemos
contar en donde las mujeres han tenido experiencias aún peores, donde
han sido ultrajadas, violentadas y cuando vienen a nosotros ya ha pasado
algún tiempo, pero hemos tratado de exigirle a las agencias del
Gobierno que pongan más atención, que les den más apoyo, que estén mejor
preparadas para que la gente de nuestra comunidad pueda ayudar a estas
mujeres a que tengan la confianza necesaria para presentar una queja con
la seguridad de que se les va a apoyar, de que se va a hacer algo, de
que se va a presionar a la compañía para que les brinden seguridad a
sus trabajadores.
NERMEEN SHAIKH:
Mily, ¿cuáles son los cambios que deben ocurrir en la comunidad de
campesinas, y en las comunidades en general, para facilitar que mujeres
como Isabel Pascual, u otras víctimas de incidentes de violencia sexual
aún peores, puedan hacer sus denuncias?
MILY TREVIÑO-SAUCEDA:
Hemos batallado mucho para asegurarnos de que las mujeres se sientan en
confianza en nuestras comunidades para poder hablar sobre la situación
del acoso. El acoso está conectado con la sexualidad y con hablar acerca
de sexo, son tabúes que existen en nuestra comunidad, y hay muchos
mitos de que la mujer es la culpable de este problema y que exageramos
estas situaciones, se cree que los hombres nos hacen un favor al fijarse
en las mujeres. Lo que estamos tratando de hacer es crear teatros y
proyectos que ayuden, como el proyecto Bandana, que fue creado hace
varios años por Mónica Ramírez, quien es ahora la presidenta de Alianza,
en donde desde hace casi diez años empezamos este proyecto en el cual
le pedimos a la gente de nuestra comunidad que diseñen las bandanas
blancas con ejemplos o mensajes que hablen acerca del problema del acoso
sexual. ¿Qué derechos tienen las mujeres? y lo que hemos logrado es que
las mismas mujeres empiecen a sanar y a hablar, ya sea por medio del
teatro, donde ellas mismas son las que están ayudando a platicar de lo
que ven en el teatro es algo que es malo, que ellas necesitan más apoyo,
y de qué manera pueden tener opciones, o saber dónde están los
programas, quién las puede apoyar. Y eso está abriendo el diálogo que
buscábamos. También necesitamos asegurar que las políticas y las
regulaciones que se están tratando de crear sean también monitoreadas
por las agencias que están encargadas, porque a veces tener muchas
regulaciones no es suficiente sin investigaciones y monitoreos. Además
es importante tener agencias que estén bien preparadas para dar el
servicio apropiado, dentro del contexto de cómo se vive en estas
comunidades y tomando en cuenta la cultura de nuestra gente.
AMY GOODMAN:
Mily Treviño-Sauceda, su organización, la Alianza Nacional de
Campesinas, le escribió una carta a las mujeres de Hollywood que
rompieron el silencio y denunciaron el acoso sexual y el abuso en esa
industria. ¿Nos puede contar qué decía esa carta?
MILY TREVIÑO-SAUCEDA:
Nosotras quisimos enviar una carta a las actrices, actores y modelos
que sabíamos que también estaban pasando por lo mismo en su industria,
porque nos dimos cuenta que también a ellas les pasaba y no nos
sorprendió, porque nos pasa a nosotras aunque estamos muy aisladas y
lejos, y nos dimos cuenta que esto se ha dado porque hemos creado ese
privilegio para ciertas personas, en la mayoría de los casos hombres,
que permite que crean que pueden tratar a una mujer como quieran, de una
manera que ellos creen correcta, pero que en realidad supone un abuso.
Ellos piensan que la mujer es un objeto. Lo que nosotras sabemos que se
necesita hacer es apoyar a las mujeres para que puedan hablar y contar
lo que les está pasando, y que sepan que hay organizaciones como la
nuestra. Existen 15 organizaciones dentro de Alianza Nacional de
Campesinas que nos hemos unido, siendo Líderes Campesinas la pionera de
esta organización nacional por 25 años, durante los que hemos tratado de
darle visibilidad a este problema, y hemos creado capacitaciones para
nuestras miembros. Y cuando hemos organizado a mujeres en 11 regiones
alrededor de California, nos dimos cuenta que las mujeres están mejor
preparadas teniendo la información de dónde pueden encontrar recursos,
sabiendo cuáles son las regulaciones, cuáles son las agencias que deben
de estar monitoreando, representando y demandando para darles seguridad y
un mejor espacio para la mujer en el trabajo. Estamos tratando de
compartir toda esta ayuda e información alrededor de nuestras
organizaciones para que todas sepamos que esto sí está funcionando.
Además, lo que necesitamos es asegurar que haya fondos que nos permitan
capacitar a más mujeres, apoyar a más mujeres y hacerles saber que
estamos aquí, no estás sola, tienes opciones, hay agencias y
regulaciones, tienes derecho y el asalto sexual es un crimen, no está
bien que te acosen, el ser indocumentada no quiere decir que no tienes
derechos, al contrario, el ser humano tienes el derechos elementales.
NERMEEN SHAIKH:
Mily, usted es la cofundadora de la Alianza Nacional de Campesinas.
¿Nos puede contar su propia historia y qué la llevó a formar su
organización?
MILY TREVIÑO-SAUCEDA:
Mi historia tiene mucho que ver con que yo vengo de una familia
migrante, campesina, de 10 hijos e hijas, algunos nacimos en el estado
de Washington, otros en el estado de Idaho y otros en México. Después
nos mudamos al estado de California hace casi más de 40 años. La
situación de nosotras, las mujeres campesinas, en una industria donde la
trabajadora no tiene visibilidad, se ha creado porque estamos muy lejos
de todo. Nuestros trabajos están a kilómetros de los pueblos y las
ciudades con recursos. Entonces no conocemos todo esto. La creación de
la Alianza Nacional comenzó con la creación de una organización pequeña
en California que se transformó en una organización estatal, en donde
nosotras las mujeres empezamos a crear cuestionarios preguntándonos unas
a otras: ¿cuál es nuestra situación en nuestro entorno laboral?. Y lo
que conocimos a través de esas encuestas en que la violencia contra la
mujer era un problema muy grave. Un problema en el cual nosotras
necesitábamos involucrarnos, sin esperar que alguien más viniera a
salvarnos, nosotras teníamos que organizarnos. Eso sirvió para que
nosotras, a través de los años, empezáramos a buscar programas de apoyo a
las mujeres. Esta fue una tarea muy larga, porque al principio no
creían que mujeres campesinas, muchas de nosotras sin educación,
fuéramos inteligentes sin haber ido a la escuela. Eso no nos detuvo,
organizamos a más mujeres, hablamos, y en grupos creamos estrategias
para poder ir a hablar con las agencias y las personas con las que
necesitamos hablar, como los congresistas, para poder convencerlos de
que las regulaciones que existen son muy pobres, que necesitamos más
apoyo. Y las agencias que existen necesitan hacer mejor su trabajo. A
través de los años empezamos a conocer a más mujeres, cuando íbamos a
conferencias alrededor de Estados Unidos, y nos dimos cuenta que había
muchas mujeres que estaban interesadas en hacer lo mismo que estábamos
haciendo en California y que ya estaban haciendo algo de trabajo en sus
comunidades para combatir los problemas que enfrentamos como mujeres y
hablar más sobre lo que es la violencia contra la mujer, que es un tema
del que casi no se hablaba, y nosotras hemos podido ayudar, organizando
esta alianza, para darles a las mujeres, no solamente más visibilidad,
sino capacidad de exigir mejores regulaciones a nivel nacional, mejor
abogacía, para poder parar estas situaciones y promover que hayan
mejores normas, que apoyen a nuestra gente, y que nosotras seamos más
visibles. Si somos más visibles se nos mira más como seres humanos.
AMY GOODMAN:
Mily, quiero darle las gracias por haber estado con nosotros. Mily
Treviño-Sauceda es cofundadora de la Alianza Nacional de Campesinas, ex
trabajadora agrícola y miembro del sindicato Unión de Campesinos, y se
ha comunicado con nosotras desde Palm Springs, en California. Una de las
mujeres que aparece en la portada de la edición de la revista Time
sobre la “Persona del año” titulada “Las mujeres que rompieron el
silencio” es una mujer a quien la revista llama Isabel Pascual, una
recolectora de fresas e inmigrante mexicana que buscó ayuda en la
organización de Mily. Mily Treviño-Sauceda acaba de ganar un premio a la
creatividad de las mujeres y la vida rural otorgado por la Women’s
World Summit Foundation por su enfoque creativo para ayudar a las
mujeres campesinas a comprender y enfrentar sus desafíos diarios. Esto
es Democracy Now!, soy Amy Goodman con Nermeen Shaikh. Para ver nuestra
conversación en inglés sobre el acoso y violencia sexual con Mily y
otras invitadas, visite nuestro sitio web, democracynow.org.
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