En la tarde del
mismo miércoles en que Andrés Manuel López Obrador había anunciado, por
la mañana, su decisión de procurar que los periodistas Carmen Aristegui y
José Gutiérrez Vivó vuelvan a tener programas en la radio comercial, la
famosa actriz Verónica Castro levantó la mano, por la vía tuitera, y
con tres palabras alargó la extensión posible de las decisiones
políticas contra el veto y el autoritarismo en ciertos medios de
comunicación, sobre todo los electrónicos: ¿Y yo qué? Verónica Castro,
como es sabido, sufrió la condena al ostracismo en Televisa, como ha
sucedido con otros artistas y personajes que en su momento entraron o
fueron llevados a terrenos de conflicto con la poderosa televisora que
establecía relaciones contractuales o factuales de exclusividad con sus
estrellas. En mayo de 2017, bajo la firma de Mayra Mangal, la revista People en español (derivada de la publicación en inglés, fundada por la estadunidense Time) publicó una relación de
Famosos que fueron vetados por Televisa, en la cual se incluyó a Luis Miguel, Juan Gabriel, Laura Flores, Eugenio Derbez, Lucero, Lucía Méndez, Humberto Zurita, Laura Zapata, Kate del Castillo, Héctor Suárez, Kalimba y la misma Verónica Castro (https://goo.gl/Us7Rxh).
Los vetos y las exclusiones no son un asunto que quede en los
veleidosos vericuetos de la farándula. Forman parte del autoritarismo
característico de las décadas de un sistema que fue llamado a imperioso
cambio el pasado uno de julio. En casi todos los ámbitos de la vida
nacional se han impuesto las decisiones arbitrarias de
jefesque han inhibido o cancelado las posibilidades de desarrollo de muchos mexicanos.
En ese sentido es interesante el controversial anuncio de López
Obrador, al constituirse como procurador oficioso de avenimientos entre
partes en litigio y buscador de reinstalaciones laborales radiofónicas.
El poder presidencial (o cuasipresidencial, pues AMLO entra en funciones
el próximo uno de diciembre) ha servido para causar mal y, ahora,
podría ser utilizado para causar el bien. El anuncio hecho por el
tabasqueño en Telerreportaje, el programa radiofónico que se difunde
desde Villahermosa, generó de inmediato una sensación positiva entre los
muchos mexicanos que desean el retorno de Aristegui, en particular, y
de Gutiérrez Vivó.
Aristegui, como es sabido, sufrió un golpe laboral que puso freno a
una creciente tarea periodística de crítica y denuncia que había tenido
su punto más alto en la revelación de los entretelones de la adquisición
de la famosa Casa Blanca, con Angélica Rivera en el centro del
escándalo (esposa de Peña Nieto, pareja de escenografía cada vez menos
frecuente, conforme se acerca el fin del plazo sexenal). Caracterizada
como una persecución política, por encargo o para congraciarse con
poderosos ánimos revanchistas, la salida de MVS de Aristegui y su equipo
causó una pausa en ese trabajo periodístico, que luego fue rencauzado a
través de las redes sociales, en el portal Aristegui on line.
Ya especificarán los dos periodistas, Aristegui y Gutiérrez Vivó, su
anuencia o su distancia respecto a la disposición componedora de López
Obrador. De entrada, junto al júbilo de un segmento social por la
apertura de posibilidades del retorno de ellos a la radio (de Gutiérrez
Vivó, desde hace semanas se habla de la posibilidad de que se integre al
Instituto Mexicano de la Radio), hay también quienes consideran
impropio que el poder presidencial intervenga en relaciones entre
particulares y trate de influir en aspectos de contrataciones y
similares.
Un aspecto importante del anuncio obradorista y de la reacción de
personajes como Verónica Castro (que ha retomado presencia en la
pantalla de Netflix, con La casa de las flores, serie en la que destaca,
al igual que Cecilia Suárez y su peculiar tono de voz actuada) es
justamente el de poner sobre la mesa la necesidad de que los medios de
comunicación se abran a nuevas voces y expresiones y, también, que
levanten vetos y prohibiciones que no deben caber en nuevos tiempos.
Han sucedido muchas
cosas desde aquel 5 de junio cuando el entonces candidato Andrés Manuel
López Obrador se reunió por primera vez con los miembros del Consejo
Mexicano de Negocios, que preside Alejandro Ramírez. Circularon cartas
que algunos de sus miembros habían enviado a sus trabajadores
sugiriéndoles que reflexionaran su voto para
no perder lo ganado. En una reunión privadísima se dijeron sus cosas, en una especie de catarsis, porque había mucha historia atrás, pero al final acordaron trabajar juntos si AMLO ganaba la elección. No sólo ganó, arrasó. En el tiempo transcurrido ya recibió constancia como presidente electo; entró en contacto vía telefónica con Trump (dice Trump que es
todo un caballero); sus equipos respectivos están interactuando; se reunió en dos ocasiones con Peña Nieto en muy buen plan ambos; desayunó con el candidato que fue de los banqueros, José Antonio Meade; ha esbozado los grandes trazos de lo que se propone hacer en su mandato. Y, algo muy importante, no sucedió la temida debacle económica y financiera. Mañana López Obrador volverá a reunirse con la cúpula empresarial en un ambiente distinto. En la reunión de julio los empresarios se comprometieron a apoyar al futuro gobierno con un programa de empleos para los jóvenes.
Lula
El Partido de los Trabajadores registró a Lula da Silva
como candidato para las elecciones presidenciales de este año, aun
cuando está preso. Cumple una controvertida sentencia de 12 años de
cárcel por presunta corrupción, aunque no se han presentado pruebas
fehacientes en su contra. Una multitud acompañó a los líderes del
partido a registrar su candidatura. Sin embargo, se prevé que el
tribunal electoral lo excluya, porque la legislación margina a
candidatos cuya condena se haya ratificado en una apelación, que es la
situación de Lula.
Armas
¿Tres compras de armas en un solo año? ¿Helicópteros,
misiles, cohetes, torpedos? ¿Para qué necesita tamaño arsenal el
gobierno mexicano, a tan poco tiempo de que termine el sexenio? Además
de la adquisición de ocho misiles que acaparó la atención pública estos
días, con valor de 41 millones de dólares, el Departamento de Estado de
Estados Unidos habría aprobado en abril la potencial venta de ocho
helicópteros Seahawk, de acuerdo con una información escrita por Aaron
Metha, del portal Defense News. La posible venta, anunciada por la
Agencia de Cooperación de Seguridad, tenía un precio potencial de mil
200 millones de dólares (más de 20 mil millones de pesos). El anuncio no
significaba una venta final; el Senado de Estados Unidos debía firmar
el acuerdo para luego comenzar las negociaciones formales con los
proveedores. Y antes, en enero, había sido presentado otro proyecto de
compra de más armas por valor de 100 millones de dólares.¿Se concretaron
los negocios, o todavía es tiempo de detenerlos? No empatan con el plan
de austeridad repetidamente anunciado por el futuro gobierno.
El gobierno peñanietista
presume (al cierre de julio pasado)el registro de casi 20 millones de
puestos de trabajo en el IMSS, obviamente en el sector formal de la
economía. De ellos, 86 por ciento son permanentes y 14 por ciento
eventuales, con lo que se reporta un nivel récord.
En el detalle, la información disponible permite conocer que en el
transcurso del sexenio se han creado –así lo afirma– casi 3.7 millones
de plazas laborales en el sector formal,
el doble que en el mismo periodo de la anterior administración y por arriba de los puestos generados en los 12 añosde gobiernos panistas (Fox y Calderón; por cierto, este último se autodenominó
presidente del empleo).
De igual forma, las plazas registradas entre enero y julio de 2018 suman casi 531 mil,
el segundo mayor aumento durante ese mismo periodo en los pasados 10 años y 46.3 por ciento mayor que el promedio de periodos iguales de la década previa.
El crecimiento anual en el empleo formal fue impulsado por el sector
agropecuario con 8.1 por ciento, transportes y comunicaciones (5.9) y
construcción (5.7). Los estados de la República con mayor incremento
anual (superior a 6.7 por ciento) son Quintana Roo, Baja California Sur y
Zacatecas.
Por su lado, el Inegi informó ayer que la población desocupada
(aquella que no trabajó siquiera una hora durante la semana de
referencia de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo correspondiente
al periodo abril-junio de 2018, pero manifestó su disposición para
hacerlo e hizo alguna actividad por obtener trabajo) fue de 1.9 millones
de personas, de tal suerte que la tasa de desocupación en el país fue
3.3 por ciento de la PEA, la misma tasa que la registrada el trimestre
previo.
De acuerdo con el citado instituto, en el periodo de referencia la
tasa de subocupación fue de 7 por ciento, la de informalidad laboral de
56.9 por ciento (30.5 millones en edad y condición de laborar) y la de
ocupación en el sector informal de 27.4 por ciento.
Hasta allí la información oficial que divulga una versión
cuantitativa alentadora sobre el panorama laboral. Sin embargo, la otra
cara de la moneda es la versión cualitativa del mismo tema, y entre una y
otra la segunda es la que prevalece, pues si bien el número de
registros en el IMSS es histórico, la calidad de las plazas deja
muchísimo que desear, amén de que la tasa de informalidad es
prácticamente la misma que la reportada al comienzo del sexenio
peñanietista.
Como bien lo ha documentado el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC),
la brecha entre el número de personas que gana más de 10 salarios mínimos (apenas 0.9 por ciento de la población ocupada, equivalente a 484 mil mexicanos) respecto de las que reciben hasta dos salarios mínimos (42 por ciento de la población ocupada, igual a 22 millones 600 mil) es el verdadero muro contra la equidad. Además, “se deben considerar a 3.4 millones de mexicanos ocupados que no reciben ingreso.
Melodrama clavado de Lorna Ramos, no del todo bien escrito por cierto, Kada loko con su karma
tiene, sin embargo, el involuntario mérito (evidente a lo largo de todo
el texto, que no tuvo esa intención) de poner al descubierto la falacia
de la gran mayoría de programas de
superaciónpersonal y de
consejos, guías y orientacionesde radio y televisión, en los que cualquier analfabeto se adjudica la facultad de decir a otros lo que deben hacer con su vida.
¿Qué preparación científica tienen estos
consejeros, qué conducta, qué concepción, ya no digamos práctica, de la ética? Más directa y sencillamente, ¿cómo manejan su propia vida? Estas son interrogantes que los –hay que admitirlo– miles de seguidores de este tipo de programas no se hacen, y es lo que los farsantes aprovechan para lanzar al aire una serie de sandeces que cualquier persona medianamente pensante desecharía de inmediato pero que los obnubilados por esos medios masivos de comunicación no alcanzan a vislumbrar.
Conscientes de la
urgencia de poner freno a los ataques y amenazas del presidente Donald
Trump contra la prensa que no hace una cobertura incondicionalmente
favorable a su gobierno, más de 200 medios impresos de Estados Unidos se
sumaron a la iniciativa del The Boston Globe para dedicar su
página editorial de hoy a la defensa de la libertad de expresión. Los
diarios y otras publicaciones que hicieron eco del llamado de
advertencia sobre
los peligros del asalto de la administración a la prensavan desde rotativos de influencia mundial hasta pequeños semanarios locales.
GACM pide clausurar a empresas que atenten contra medio ambiente
Con relación con la nota
El NAICM se come el tezontle de 100 cerros, publicada este día en su prestigiado medio de comunicación, preciso a ustedes lo siguiente:
Los modos cortesanos, el
derroche y los excesos que los presidentes de la posrevolución se
permitieron durante casi un siglo en este país podrían estar siendo
enterrados ahora… y para siempre.
La reforma política de Ciudad
de México de 2016 y la publicación de su primera Constitución trajo un
gran número de cambios en torno a la organización y gobierno de la
capital. Uno de estos cambios que ha causado especial confusión es la
transformación de las 16 delegaciones de Ciudad de México en alcaldías.
Yeidckol Polevnsky, secretaria general en funciones de presidenta de Morena, ha declarado a Proceso
de esta semana que la tarea de los morenistas es institucionalizar el
partido. Más adelante, según la nota de Rodríguez García en el
semanario, Polevnsky señaló que “la prioridad partidista […] es la
profesionalización de su clase dirigente y de su base, así como dotar de
una identidad homogénea al partido”. En pocas palabras, convertir un
partido personalista y quizá caudillista en un verdadero partido
institucionalizado.
De la reunión con la cúpula
empresarial de Monterrey, el Presidente electo de los mexicanos obtuvo
un ofrecimiento extraño pero no inusual de parte del sector privado del
estado: servir de enlace entre el gobierno de Nuevo León y el gobierno
federal presidido por él.
El masivo y vasto despliegue
electoral y territorial de la población mexicana durante los comicios,
articulado por Andrés Manuel López Obrador como un movimiento
civil pacíficohacia la cuarta transformación (CT), es de trascendencia histórica nacional y regional. Podría ser mundial. Eso depende de la capacidad de articulación del nuevo gobierno-en-funciones, en la construcción social alternativa, de cara a los grandes desafíos existenciales del siglo XXI, lo que lleva consigo la inclusión de los límites planetarios a la acumulación capitalista en toda inversión pública, de forma especial, en torno a la necesaria desfosilización del transporte público de pasajeros, carga y de la generación eléctrica.
El intento frustrado de magnicidio contra el
presidente Nicolás Maduro y el alto mando político–militar chavista
forma parte de la flexibilidad de la guerra no convencional, híbrida o
de cuarta generación. Es aplicado por Estados Unidos para lograr el
cambio de régimeny el llamado golpe suave contra los gobiernos incómodos, como en Georgia, Ucrania, Brasil, Argentina y ahora Nicaragua, cada uno con sus características particulares. Parte de una concepción estratégica y táctica que se adapta rápidamente, sin complicaciones burocráticas y a bajo costo, a las cambiantes condiciones del teatro de operaciones.
Desde hace décadas
se instaló en México la posibilidad legislativa, convalidada
judicialmente, de establecer grupos de infractores que requieren un
tratamiento especial: el enemigo. La delincuencia organizada ha sido
sujeto de medidas, que en organismos internacionales se ponen en
discusión, como arraigos, cateos, intromisiones policiacas sin orden
judicial y más. Cada administración tiene su enemigo y busca atacarlo
con los pocos o muchos recursos disponibles: si el ejército no funciona,
se llama a la marina; si los jueces penales tienen mucho trabajo, se
crean los jueces de cateos y arraigos; si los medios mecánicos son
lentos para obtener esos cateos, se crean medios electrónicos para
solicitarlos, etc.
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