8/13/2018

Los jóvenes, sector desprotegido en lo educativo y laboral



Los jóvenes en México integran un sector ampliamente discriminado y estigmatizado, viven constantes violaciones a sus derechos humanos, no se les garantiza la permanencia en la educación, cuentan con empleos precarios, se les impide gozar su libertad y, por el contrario, se les trata de prohibir, tutelar y ordenar qué deben hacer.

Durante el foro Jóvenes, paz y seguridad, que se realizó ayer en el Museo Memoria y Tolerancia, los panelistas coincidieron en lo anterior e informaron que a escala nacional entre 600 y 700 mil chicos abandonan la educación media superior al año, mientras 22 por ciento (7 millones) no tienen oportunidades ni de empleo ni de estudios.

Daniela Dorantes, de Servicios a la Juventud, habló del abandono escolar, que no es únicamente responsabilidad de los jóvenes, sino de las condiciones del sistema educativo que no se adapta a la cultura juvenil y se esfuerza por expulsarlos.

Del total de quienes abandonan el bachillerato, la mayoría lo hace porque a la par de que estudian también trabajan, mientras muchas mujeres en esta edad dejan la escuela para cuidar a sus hijos.

Dorantes indicó que del total de profesores de bachillerato, 60 por ciento ha señalado que sus estudiantes tienen un empleo; sin embargo, sólo 50 por ciento de los docentes indicaron que adaptan su planeación académica para favorecer a esos muchachos.

Aunado a eso, agregó que el sistema tampoco genera condiciones para que los aprendizajes sean adecuados. Según datos oficiales, una tercera parte de los que cursan educación media superior en el país no logra un nivel suficiente en español, mientras dos terceras partes tiene deficiencias en matemáticas.

Gustavo Hernández, secretario de Youth Build México, dijo por su parte que no se han generado las políticas públicas para favorecer a los jóvenes que estudian y trabajan, además de que haya condiciones dignas en sus empleos.

Señaló que 60 por ciento de los jóvenes que trabajan lo hacen en la informalidad, es decir, no tienen prestaciones ni perspectiva de futuro, además que los empleos son precarios, pues ganan en promedio entre 2 mil 200 y 6 mil 500 pesos mensuales, y quienes tienen una licenciatura alcanzan apenas 8 mil.

Si no se apuesta por el reconocimiento y goce de derechos de las juventudes, echaremos por la borda el presente y futuro del país y del mundo. Agregó que México carece de una política que acerque al sector a empleos, pues las empresas exigen experiencia, pero casi en ningún espacio existe un proyecto de pasantías, todo se limita al servicio social o prácticas profesionales.

Emir Olivares Alonso

Periódico La Jornada
Lunes 13 de agosto de 2018, p. 6

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