Mujeres y Política
Empezaron los prelados y siguieron diputados, jóvenes y personas adultas mayores
México, 30 oct. 18. AmecoPress/SemMéxico.- Desatada
la misoginia o es mera percepción personal. Lo cierto es que los
demonios andan sueltos y resultan peligrosos, son expresiones que vienen
de todos lados y de todos los poderes. Algunos de ellos no tan
poderosos, pero resultan igual de peligrosos.
Empezaremos por el obispo de Chilpancingo-Chilapa, Salvador
Rangel Mendoza, el mismo a quien la madre de una víctima de feminicidio
llamó a “limpiarse el hocico”, y no es para menos.
Y eso me lleva a recordar esa costumbre del gremio al que pertenezco
de poner las grabadoras a todas las personas solo porque ocupan un cargo
y su palabra parece tener mucho peso, aunque lo que digan sea
totalmente contrario a la defensa de los derechos humanos, en
específico, de las mujeres.
El obispo, como enumera la corresponsal de SemMéxico, Josefina
Aguilar Pastor, ha hecho aberrantes declaraciones en los últimos días:
el 17 de este mes llamó a participar en una marcha contra el aborto y
declara que a las mujeres que son asesinadas es porque “no andaban en
misa ni en la catedral” y tres días después agrega que son asesinadas
porque están involucradas en el narcotráfico, la prostitución o son
halcones (vigilantes de la delincuencia).
Sin duda, escuchar esto de un prelado de la iglesia católica es
alarmante considerando, como ya se ha señalado, su nivel de injerencia
en sus feligreses, resulta por ello un peligroso promotor de la
violencia contra las mujeres. Una lástima porque en este país, como en
muchos otros la violencia está directamente relacionada con la
supremacía machista que, hay que decirlo, ha propalado a lo largo de los
últimos XX siglos, la propia iglesia católica, donde las mujeres
tenemos dos categorías: santas o putas.
En Oaxaca, como dicen aparentemente solo, un hombre mayor propaga la
idea de asesinar a las mujeres “porque nos estamos reproduciendo
exageradamente por culpa de ellas”, dice en papeles que pega en los
camiones de transporte público.
“El Estado no hace nada para controlar la sobrepoblación; Guanajuato y
el Estado de México ya empezaron bien y debe seguirle Oaxaca; son más
de 67 millones, hay que bajar el número”, dice parte de los pegostes que
ese señor no identificado sigue haciendo en los camiones, donde su
objetivo es invitar a “matar una hembra”.
Esta persona, que hasta hoy se cree opera en solitario podría no
estar tan solo y su propuesta sin duda es un permiso para matar para
quienes consideran que las mujeres estamos de sobra en esta sociedad
patriarcal.
La otra, que según se explica circula en redes sociales es producto
de una escuela de la UNAM, y que sin embargo podrían encontrarse en
otras escuelas del país de todos los niveles educativos. En la foto
presuntamente tomada en un baño de la Facultad de Ingeniería de la UNAM
se invita a “violar” a las “feminazis”, además, de advertir que
“Ingeniera es para hombres”, doble acto de odio contra mujeres.
Y la última, la expresión violenta del diputado local en el congreso
de San Luis Potosí del Partido Verde Ecologista de México, Edgardo
Hernández Contreras, en contra de la diputada Beatriz Eugenia Benavente
Rodríguez a quien le dijo “me hubiera gustado que fuera hombre para
partirle la madre en esta tribuna” y amenazó a la Presidenta de la Mesa
Directiva del Congreso, Sonia Mendoza Díaz, a quien le dijo: “ojalá que
no le pase nada a su integridad física y a su familia, porque entonces
la voy a ver aquí llorando”.
En suma, la misoginia no tiene edad ni posición. Puede ser un obispo o
un diputado. Puede venir de jóvenes universitarios o de un hombre
adulto mayor, todas van el mismo sentido: odiar a las mujeres.
Y la pregunta es ¿qué están haciendo las autoridades al respecto?
Foto: Archivo AmecoPress.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario