3/11/2008

Políticas neoliberales agravan situación de las mujeres


Señala INSTRAW

Por Gladis Torres Ruiz

México DF, 10 marzo 08 (CIMAC).- Las políticas económicas neoliberales contribuyen a agravar la posición de las mujeres y a socavar el alcance de la equidad de género, señala el Instituto de Investigación y Capacitación de las Naciones Unidas para la Promoción de la Mujer (INSTRAW por sus siglas en inglés).

En el informe Género y Financiamiento para el Desarrollo, el organismo internacional informa que en el mundo hay brechas de financiamiento para poder alcanzar los objetivos plasmados en los acuerdos internacionales, los cuales existen para eliminar todas las formas de discriminación y violaciones de los derechos humanos contra las mujeres.

Estas fisuras del financiamiento se perciben cuando se analiza el impacto de las políticas macroeconómicas y los procedimientos dominantes para la estabilización macroeconómica y el ajuste estructural, porque dichas políticas, tales como el llamado Consenso de Washington, con frecuencia contribuyen a agravar la posición de las mujeres y socavar el alcance de la equidad de género, enfatiza.

A decir de Óscar René Vargas, especialista en el tema, el Consenso de Washington es la aplicación de los diez instrumentos de política económica neoliberal para llevar adelante el objetivo de un sistema capitalista mundial basado en la libertad del mercado para operar, donde predominan las y los más “aptos”, donde la vida social se concibe gobernada por las leyes de la competencia y del conflicto.

Eso ocasiona una “selección natural” de la supervivencia de las y los más competentes y la eliminación de las y los más débiles, señala Vargas, autor del libro: ¿Qué es el ALCA? Globalización, Estados Unidos y América Latina, publicado en 2002.

En este sentido, el documento del INSTRAW cita como ejemplo la búsqueda de la liberación comercial, la cual ha reducido los ingresos de las economías que dependen desproporcionadamente de los impuestos sobre importaciones o exportaciones. Los compromisos hacia la austeridad fiscal han reducido la gama de posibilidades para la financiación del desarrollo y la estimulación estratégica de las economías.

A la vez, la reducción del Estado y la privatización de la entrega de servicios públicos ha trasladados costos hacia los hogares donde con frecuencia las mujeres tienden a sustituir, para cubrir las funciones de cuidado y protección social.

En este sentido, en el documento se informa que a la fecha se ha estudiado poco la relación entre finanzas, género y distribución. A pesar de que el tema ha recibido más atención en los últimos años, se han estudiado más los efectos de las políticas y de las corrientes financieras en el crecimiento económico, y las repercusiones de éste en la distribución del ingreso.

Un defecto común de este conjunto de trabajos ha sido su premisa implícita de que el crecimiento económico (del mercado) es el principal factor causal, si no es que el único, que incrementa las capacidades humanas. De esta manera, por lo general no se toman en cuenta otras influencias importantes.

Tampoco se considera que la expansión de las corrientes de recursos financieros puede crear mayores oportunidades al costo de riesgos más grandes. En lugar de un desarrollo sostenible, sensible a la perspectiva de género y equitativo, la liberalización financiera bien puede dar como resultado el estancamiento económico o el crecimiento disparejo y asimétrico.

“Las consecuencias de las estrategias financieras en la distribución, entre los países, las clases y los sexos, sí importan”, dice el texto.

En este contexto, cada vez más economistas feministas han comenzado a explorar estos temas y han planteado la función decisiva de las relaciones entre los sexos en la determinación de los resultados del desarrollo, puntualiza el INSTRAW.

Ellas sostienen que las consecuencias finales de las decisiones políticas, económicas y financieras en lo que respecta al bienestar, dependen de la compleja interacción entre los sectores del mercado y ajeno al mercado.

Las economistas feministas hacen especial énfasis en el importante papel que desempeñan las normas de género en dicho proceso de interacción entre estas dos esferas de la economía.

“La toma de decisiones y la división del trabajo entre los sexos en el seno de las unidades familiares dependen, de manera decisiva, de las funciones de género socialmente asignadas, lo cual determina las oportunidades así como las limitaciones en la participación y el acceso al mercado, tanto para las mujeres como para los hombres”, señalan.

Está documentada la variedad de experiencias que han tenido las mujeres de distintas partes del mundo a raíz de su participación en la economía de mercado. Sin embargo estas experiencias también revelan que, a pesar de toda su diversidad, casi siempre han sido distintas de las de los hombres.

Así pues, las políticas macroeconómicas y las estrategias de desarrollo, señala el INSTRAW, pueden mantener e incluso reforzar las asimetrías y los sesgos entre los sexos, si no se tratan estos factores en forma sistemática e integral en la formulación y ejecución de las políticas.

La financiación para el desarrollo implica la transferencia de fondos entre países, sectores, instituciones, unidades familiares y entre las personas, transferencias que se realizan a través de las políticas económicas, configuradas por una amplia variedad de instituciones y estructuras que funcionan como canales, intermediarios o promotores.

Así como estas políticas influyen en la movilización y distribución de recursos para usos diversos, también determinan quién adquiere el control de estos recursos.

Es por ello que hasta el momento no se han logrado alcanzar los objetivos plasmados en los varios acuerdos como la Plataforma de Acción de Beijing de 1995; la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), de 1981; las Metas del Desarrollo del Milenio de 2000, y la Sesión 50 de 2006 de la Comisión de Estatus de Mujeres y la Reforma de las Naciones Unidas de cuestiones de género (resolución 1325 y la propuesta de crear una entidad de género), puntualiza el INSTRAW.


08/GT/GG/CV

No hay comentarios.:

Publicar un comentario