Antonio Gershenson
La Jornada
Antes, el día de los
comicios las cosas se hacían diferentes y se tenía un resultado
aproximado. Ahora, están detrás de un complicado sistema en el que sólo
60 diputados de los cien, se derivaron de la elección. Por si fuera
poco, la dirección del aparato electoral dijo que no habría primeras
cifras el domingo, día de la elección, sino el miércoles. Tampoco eso
fue exacto.
Incluso en el caso de los 60, siguen algunas partes en proceso. No
digamos en lo demás. Entonces, no ha faltado quien hizo sus cálculos
informales y éstos circularon. Los vamos a informar y a comentar.
No sé exactamente por qué, pero los que se dieron por los que
correspondían a la Cámara de Senadores fueron: seis al PRI, cuatro al
PAN, dos al PRD, uno al verde y otro al PT.
Por la Cámara de Diputados fueron cuatro al PRI, tres al PAN, dos al PRD uno a cada uno del verde y de PC, Panal y PES.
Los que hicieron este trabajo atribuyeron los seis diputados del
Presidente de la República al PRI, lo cual parece razonable, y los seis
del jefe de Gobierno del todavía DF, al PRD, que con tanto relajo habido
esto estaría por verse. Lo incluimos porque así están los cálculos. Un
diputado no fue aceptado por Morena, creo que con todo este desorden no
necesita explicación el por qué.
Con estas cifras, los primeros lugares serían, ya con todos los
diputados y no sólo de los electos. Nos referimos a los cuatro primeros
para que se vea el cuadro más claro. Como referencia, apuntamos primero
los diputados electos de cada partido, para que se vea la relación entre
unos u otros, y una de las causas de que más de 70 por ciento de los
ciudadanos del DF con derechos no haya ido a votar: (Ver imagen)
Veamos lo que llaman justicia:
El PRI tendrá poco más de cuatro veces de diputados que los que corresponden a su votación, que son cinco.
El PAN tendrá doble de diputados de los que le dieron sus votos.
El PRD recibe aproximadamente 50 por ciento más diputados que los de sus votos.
Y Morena, que no quiso aceptar la limosnita de un solo diputado más
que los de sus votos, tuvo los 22 de ellos, quedando atrás del PRD, pese
a haber tenido más sufragios que ellos.
¿A eso se puede llamar democracia?
Ya sé que estos datos no son oficiales, pero son una aproximación a
lo que nos han ocultado. Y ese ocultamiento lo hace más dictatorial.
Nada está claro, pero hubo también elecciones de gobernador y otros
puestos para 13 estados, sin que todo esté claro es evidente que el PRI
perdió la elección en siete estados. Y que el PAN ganó en varios. Se
están preparando para las elecciones presidenciales de 2018. Si sigue en
picada el tricolor pues que quede el blanquiazul, como
a sucedió en el pasado. De todos modos ganan la derecha y la política
económica que se ha ido cada vez más en favor de los privilegiados, en
la sucesión Zedillo–Fox–Calderón–Peña.
Entonces, al PRI en el poder le dan cuatro veces más diputados que los que ganó con votos. Al PAN,
nada másle dan el doble, ya el 50 por ciento al PRD queda casi como regalito.
¿Volveremos a aceptar elecciones que no sean rigurosamente de que se
otorgue a los candidatos un voto y nada más? ¿Volveremos a aceptar
diputados por decreto?
Lo peor es que ahora por fin vamos a tener una Constitución para la
Ciudad de México, la cual tendrá todos estos vicios desde antes de
nacer. Es el colmo que el PRI, no precisamente muy democrático, tenga 21
diputados de los cuales sólo cinco son por votación. Va a ser aprobada
por un organismo por el que más de 70 por ciento de los ciudadanos ni
siquiera quiso votar.
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