LENGUANTES
El 28 de mayo fue proclamado como el Día Internacional de Acción por la
Salud de las Mujeres. Cerca de esta fecha, muchas de las feministas
dedicadas a la defensa y promoción de los derechos sexuales y
reproductivos realizan acciones para reivindicar el derecho a la salud y
para exigir su garantía, pues ésta es una condición necesaria para
garantizar la vida de las mujeres.
Sin embargo y aun cuando ha habido grandes esfuerzos por accionar
mecanismos de defensa en este sentido, la realidad de muchas mujeres no
es precisamente accesible a métodos y mecanismos seguros que permitan
tomar decisiones.
Generalmente se presentan circunstancias en las que se toma la “mejor
opción” que en ocasiones pone en riesgo la integridad de aquella que
decide, por ejemplo, interrumpir un embarazo. La discriminación, el
estigma y los esquemas culturales en ocasiones hacen inaccesibles los
servicios de salud para las mujeres; no existen referencias claras sobre
salud lésbica, por ejemplo.
La ciencia médica –occidental– ha emitido su opinión sobre nuestros
cuerpos, sin tomar en cuenta nuestras necesidades particulares
provenientes de la subjetividad que acompaña nuestras vidas y nuestro
tránsito.
Frente al primer malestar se busca medicalizar “el problema” y así
“normalizarlo”; en muchas ocasiones, estos malestares no necesariamente
reflejan una “mala” salud, sino que son expresiones corporales que
proyectan vidas andadas, es decir, para las mujeres, en tanto somos
educadas para cuidar, pero no para autocuidarnos, es difícil sobrellevar
las vidas que implican el ejercicio de dos o tres jornadas laborales
que demandan el oficio o la profesión y la vida doméstica, y además
realizar ejercicios que nos permitan cuidarnos a nosotras y entre
nosotras, pues nuestros malestares no se consideran prioridad.
Frente a esta realidad que primero enferma a la humanidad para después
lucrar con el malestar y venderle “la cura”, tenemos algunas opciones:
hay diversos testimonios que dan cuenta de algunas alternativas
–homeopatía, herbolaria, partos humanizados, antibióticos naturales,
entre otros ejemplos–.
A nuestro parecer, todas ellas empiezan con el amor propio, es decir,
con aquel amor que es preciso para hablar de autocuidado. El autocuidado
feminista implica trabajar de manera intensiva con nosotras mismas,
para lograr un autoconocimiento que nos permita sostenernos saludables y
dar continuidad a nuestra vidas y a los procesos de los que formamos
parte; estos pasos permiten reivindicar la autonomía de las mujeres.
Sin duda compartir este tipo de experiencias es lo que nos permite
seguir fortaleciendo nuestras acciones en red y sostener la autonomía.
Como feministas creemos que el trabajo en equipo permite acompañar
nuestros procesos y saber que no estamos solas en la búsqueda por un
mundo mejor para nosotras y para todas; permite que el trabajo se
distribuya y el agotamiento se disminuya; permite saber que podemos
encontrar en la otra un abrazo que nos ayude a lidiar con las vivencias
que en ocasiones nos recuerdan el mundo sexista en el que vivimos.
Hablar de la salud de las mujeres, desde un punto de vista feminista,
para nosotras implica varias cosas, entre ellas, amor propio,
colectividad, acompañamiento y por tanto sororidad.
Algunas ocasiones, como feministas, como mujeres y como compañeras, nos
hemos visto en la posibilidad de acompañar a amigas, conocidas o colegas
en casos que requieren atención a la salud.
Es aquí en donde queremos rescatar la posibilidad que el ciberespacio
ofrece, pues en ocasiones el primer contacto que tenemos con los
malestares o necesidades de salud que deseamos resolver es con
información que encontramos en la red.
Entre la información y la desinformación que podemos encontrar siempre
podemos ubicar a una compañera feminista que nos haga saber acompañadas
en el proceso de tomar decisiones, ya sea para solicitar y acudir a
algún servicio, o para denunciar algún tipo de discriminación.
Twitter: @laspuntogenero
*Las Punto Género son comunicadoras feministas.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Las Punto Género*
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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