Estevez y AP coinciden en señalar que Trump mencionó el envío de fuerzas armadas a México pues considera que el Ejército Mexicano
no puede contra la delincuencia organizada. La diferencia está en lo
que cada fuente afirma sobre el tono y las reacciones durante la
llamada. Dolia Estevez se sostiene en decir que Trump amenazó a Peña
Nieto y que éste se quedó impávido. Como es de suponerse vinieron las
reacciones furibundas y los desmentidos. Incluidos los ataques
coordinados con fines de desprestigio.
Pero la polémica sobre la llamada es de suma importancia. A la luz
del contexto hay muchas razones para preocuparse. Aquí 7 de ellas:
1.- Hagamos a un lado la extraordinaria trayectoria de Dolia Estevez y
su credibilidad. Obviemos todos los incentivos que tiene el gobierno
para dar una versión rosa del asunto. Aún queda un tema para considerar.
Mis dudas sobre la versión oficial, llena de tonos conciliadores y
amables, derivan de la manía de este gobierno por mentir. Eso y que no
me queda claro por qué alguien que insulta a su oponente en campaña, a
la prensa, al presidente de su propio partido y a todo el mundo, tendría
que ser tan dócil con Peña Nieto.
2.- ¿Recuerda usted cuál fue el argumento central para extender
aquella absurda y ofensiva invitación a Trump? La necesidad de mandar un
mensaje a los mercados que se podía dialogar con él. Bajo esa premisa,
una vez que Trump triunfó, Videgaray volvió y se instaló en la
Cancillería. Pero ese objetivo y las capacidades para alcanzarlo lucen
minúsculos porque enfrente está una persona que se siente cómoda en el
caos, en el conflicto y en la contradicción. Y al que “vino a aprender”
le falta empaque.
3.- Suponga usted que efectivamente Trump sólo haya ofrecido enviar
tropas a México. Imagine (no sé cómo, pero hágalo) que lo hizo en tono
amable y conciliador. Pues bien. Ofrecer enviar tropas a otro país
supone una lectura de debilidad extraordinaria. Eso, en sí mismo,
merecía una respuesta y aclaración contundente que no salió (ni sale)
por ninguna parte.
4.- Pasada la lectura de debilidad, hay otro problema. Enviar tropas a
otro país para intervenir militarmente en un problema doméstico (aunque
tenga claros efectos transfronterizos) es un disparate en términos de
soberanía, relaciones entre vecinos, legalidad y un largo etcétera. Da
igual el tono. La posición firme del gobierno mexicano frente a ello hay
que irla a buscar (por no decir a imaginar) a 14 palabras en un boletín
de prensa. En la SRE es más importante dar extensas respuestas a Dolia
Estevez, que informar sobre lo que Peña Nieto dice a Trump.
5.- En los últimos días han salido diversas filtraciones de la Casa
Blanca. Las que se refieren a llamadas tienen un común denominador.
Muestran que Trump fue agresivo con su interlocutor, que se expresa con
ellos en privado con el mismo tono que habló en público durante la
campaña. A las filtraciones les ha seguido un patrón: los gobiernos
(tanto el de Estados Unidos como el otro involucrado) salen a defender
un tono cordial en el diálogo. Pero las filtraciones sólo tienen un lado
y su contenido suena creíble. ¿No le apesta a estrategia?
6.- Si usted no sabe quién es Steve Bannon, vale más que se aprenda
el nombre y que sepa un par de cosas sobre él. Acumula poder dentro del
gabinete de Trump. Tiene posiciones radicales, prácticamente de
resurgimiento expreso de nacionalismo blanco con aires supremacistas. Y
Breitbart –medio digital de su propiedad- aborda los temas de
inmigración y narcotráfico con mucha carga negativa. En sus perspectivas
de abordaje sobre el narco en México habla de “Narco-Terrorism”. Sí,
una categoría que junta a los dos “enemigos” más peligrosos para la
sociedad de los Estados Unidos. La base del uso de la fuerza militar y
el todo se vale.
7.- La posición de Trump sobre el narcotráfico “mexicano” fue uno de
los temas menos atendidos durante la campaña. De las amenazas de Trump
al respecto y de su posible uso para acciones más radicales y extremas
casi nadie se ocupó. Se trata de una narrativa que traslada a un solo
lado de la frontera la fuente del problema y que enfatiza en la
incapacidad del gobierno mexicano para reaccionar. Hay, además,
demasiado dinero de por medio. Ese tema lo abordamos, hace varios meses
en una videocolumna en Aristegui Noticias.
Por estas y otras razones, hay que tomarse con preocupación la llamada con Trump.
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