Redacción Tribuna
“Amigos
y amigas, hermanas y hermanos, a todo el mundo que está conmigo hoy
aquí y en 370 marchas en cada estado, en este país y en 6 continentes, y
a todas aquellas personas que se unirán a la 1:00 p.m. al minuto de
silencio reivindicando la igualdad en las oficinas, cocinas, fábricas y
prisiones. Mi agradecimiento a todos y a todas, especialmente a las
visionarias organizadoras de esta marcha inclusiva, liderada por
mujeres. Una de ellas incluso ha dado a luz mientras organizaba esta
marcha…¿qué más se puede decir al respecto?
Gracias por comprender
que a veces tenemos que unir nuestros cuerpos y nuestras creencias. A
veces hacer click en “Enviar” no es suficiente. En esto también nos
unimos a quienes, en todo el mundo, no tienen ordenadores, electricidad o
educación, pero tienen los mismos sueños y esperanzas que nosotras.
Creo
que yo y mis admiradas compañeras y compañeros (“las viejas glorias”,
¿verdad?) – Harry Belafonte, Dolores Huerta, LaDonna Harris –, toda esta
gente maravillosa, probablemente los asistentes de más edad de esta
marcha. Es por ello que he estado pensando en lo importante que es
recordar otros tiempos, cuando las cosas eran peores.
Podemos
acordarnos de la época en la que creíamos que el futuro había muerto
para nosotros, junto con Martín Luther King, con Jack Kennedy, con Bobby
Kennedy, con Malcom X. Sin esas muertes, por ejemplo, Nixon nunca
habría sido elegido, y no habría habido tantas guerras como las que
hemos tenido. Hoy, líderes tan destacados como Barack Obama y Michelle
Obama aún continúan con nosotros, y nos recuerdan cuánto temíamos que no
pudieran ser lo que han llegado a ser, y las amenazas con la que
convivían. Todos ellos están con nosotros.
Y aún hoy, nuestro
honorable Bernie Sanders sigue con nosotros. Y no sólo está con
nosotros, sino que además lucha por la justicia económica y una
educación universitaria universal y gratuita en el estado de Nueva York.
Y Hillary Clinton está viva y, definitivamente, no está en la cárcel.
Ella le dijo al mundo entero que los derechos de las mujeres son
derechos humanos y los derechos humanos son los derechos de las mujeres.
Esto es crucial en un momento en el que colectivamente la violencia
contra las mujeres en el mundo ha supuesto que por primera vez haya
menos mujeres que hombres.
No estoy tratando de negar el peligro
que empieza hoy. Trump y sus manipuladores han encontrado “un zorro para
cada gallinero” en Washington. Y un dedo en Twitter no debe convertirse
en un dedo en el gatillo. Algunos médicos muy experimentados de la
Asociación Psiquiátrica Americana han escrito públicamente para
advertirnos de que, y cito [textualmente], “tiene síntomas ampliamente
reconocidos de inestabilidad mental, incluyendo grandiosidad,
impulsividad, hipersensibilidad a las opiniones contrarias y críticas y
una aparente incapacidad para distinguir entre fantasía y realidad, lo
que nos lleva a cuestionar su actitud para las inmensas
responsabilidades del gobierno”.
Esto pudo verse muy claramente en
su discurso inaugural de ayer. Según Trump, todo lo que ocurrió antes
de que él llegara a la presidencia, ha sido un desastre. Y todo lo que
él hará a partir de ahora será fantástico, lo mejor del mundo,
milagros…. todos los superlativos posibles. También dijo que estaba con
el pueblo. De hecho, dijo que él era el pueblo. Parafraseando una famosa
frase, sólo tengo que decir “he conocido el pueblo y tú no lo eres”.
Nosotras, nosotros, sí somos el pueblo.
Solo en esta marcha de
Washington de hoy han participado 1000 autobuses más que en la
inauguración del presidente de ayer. Justamente estaba hablando con
otras compañeras que participan en otras marchas como la que se celebra
en Berlín, desde donde me pidieron que enviara un mensaje especial:
“nosotras en Berlín sabemos en los muros no funcionan”.
Recordemos
que en Polonia, el mes pasado, el gobierno aprobó una ley contraria al
aborto y 6 millones de mujeres salieron a las calles y tuvieron que
cambiar la ley. Nosotras somos el pueblo. Tenemos poder y vamos a
usarlo. Todo el poder que ellos intentan eliminar. Por ejemplo, trataron
de eliminar el Comité Ético del Congreso. Tuvisteis que rehabilitarlo,
¿no? Esto es gracias al poder del pueblo. Porque esto, esto, es el otro
lado de la desventaja. Es un derramamiento de energía y democracia
verdadera como no había visto en mi larga vida. Y ya son muchos años.
Hay profundidad en la diversidad. Y recordad que la constitución no
empieza con “Yo, el presidente” sino con “Nosotras, nosotros, el
pueblo”.
Así que no intentéis dividirnos. No lo intentéis. Si
forzáis a las personas musulmanas a registrarse, nos registraremos todos
como musulmanes. Sé que hay mujeres aquí de diversas corporaciones y
medios de comunicación y todo tipo de lugares que hacen que sea un poco
arriesgado decir lo que os importa, lo que sentís y lo que apoyáis. Y
hay mujeres aquí, lo sé, supervivientes de una industria nacional y
global del sexo que especula con la invasión del cuerpo. Estamos unidas
aquí por la integridad corporal. Si no puedes controlar tu cuerpo desde
la piel, si no puedes controlarla desde la piel hacia fuera, no puedes
controlar tu vida, nuestras vidas. Y eso incluye el derecho a decidir
cuándo dar a luz sin la interferencia del gobierno.
Estamos aquí y
en todo el mundo por una democracia profunda que dice que no
permaneceremos calladas, que no nos dejaremos controlar, que
trabajaremos por un mundo donde todos los países estén conectados. Dios
puede estar en los detalles pero la Diosa está en las conexiones.
Estamos unidas, cuidándonos las unas a las otras, mirándonos en
igualdad, no por encima. Se acabó preguntarle a papá.
Estamos
conectadas. No estamos clasificadas. Y este día nos cambiará para
siempre porque estamos juntas. Cada una individualmente y juntas
colectivamente no seremos las mismas nunca más. Cuando elegimos a un
posible presidente, normalmente luego nos vamos a casa. Pero hemos
elegido a un presidente imposible, así que no nos vamos a casa.
Permanecemos juntas. Y vamos a tomar el control.
Quiero daros las
gracias desde lo profundo de mi corazón. Aseguraos de que os presentáis
unas a otras y decidid qué vamos a hacer mañana y pasado mañana y el día
después de pasado mañana, porque no vamos a volver atrás. Gracias”.
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