Ciudad de México.- La pandemia de COVID-19 obligó a
suspender diversas actividades laborales pero hubo mujeres que siguieron
trabajando en labores esenciales y no primordiales, lo que puso en
riesgo su salud, aseguró la investigadora de El Colegio de México
(Colmex), Edith Pacheco Gómez Muños.
En un conversatorio virtual
realizado este miércoles, la doctora en Ciencias Sociales expuso que una
investigación que se realizó en El Colmex, con base en datos oficiales,
encontró que 43 por ciento de las mujeres que siguieron laborando
durante la Jornada de Sana Distancia, realizaban actividades
fundamentales.
Al participar en la presentación, organizada por
el Seminario sobre Trabajos y Desigualdades, de El Colegio de México, y
el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, la académica también
explicó que en este estudio se pudo ver que quienes realizan estos
trabajos tienen condiciones de trabajo vulnerables o precarizadas.
En
marzo el gobierno federal, por medio de la Secretaría de Salud, publicó
el listado de actividades consideradas esenciales, es decir, que se
mantendrían durante la contingencia sanitaria por COVID-19, entre ellas,
las relacionadas con el sector médico; la administración, manufactura y
limpieza relacionados con servicios de salud; la seguridad pública y
procuración e impartición de justicia; y los sectores económicos como el
financiero y la industria de los alimentos.
Con esta
información, la investigadora revisó los datos de la Encuesta Nacional
de Ocupación y Empleo, y clasificó los trabajos que se mantuvieron y que
eran esenciales, los que estaban encadenados a estos trabajos y
aquellos que no eran primordiales pero que se mantuvieron activos. De
esa manera midió el riesgo a la salud de mujeres y hombres que siguieron
trabajando.
La también profesora-investigadora del Centro de
Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales, encontró que 16.5 por
ciento de las mujeres que mantuvieron sus empleos tenían alta exposición
al riesgo; mientras que 14.8 por ciento de los hombres se encontraban
en esta situación.
Pacheco Gómez Muños señaló que esto se suma a
las desigualdades sociales porque las personas que realizan actividades
esenciales no contaban con derechos laborales, por ejemplo, sólo 30 por
ciento de estas personas tenía acceso a servicios de salud, pero además
esta población tenía ingresos bajos, en promedio, ganaban 49.5 pesos por
hora.
Explicó que el mercado laboral y no solo el Estado tiene
una responsabilidad en la desigualdad social porque promueve
condiciones precarias de trabajo, por eso aseguró que se tiene que
concientizar de esta situación.
La experta en mercado de trabajo y
género advirtió que los indicadores laborales del Instituto Nacional de
Geografía y Estadística y de la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social muestran que las personas no están buscando empleo porque el
mercado no lo permite, por lo que 12 millones están en el desempleo.
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