Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto
La respuesta de Mancera a Bejarano fue elegante y política: “No tengo nada que ver con las decisiones del PRD, sería algo que incluso no se podría concebir, ya que no estoy afiliado”
(Foto: ESPECIAL)
El choque entre René Bejarano y el jefe de Gobierno del DF, Miguel Angel Mancera, tiene como fondo una disputa por el control político de la ciudad, en donde la delegación Cuauhtémoc, territorio sede de los poderes federales, aparece como un enclave que rebasa el ámbito de la política capitalina y ubica la sucesión del próximo jefe delegacional como asunto “casi de seguridad nacional”.
La designación de Ricardo Monreal como candidato a jefe delegacional por Morena fue vista desde el principio como tema de preocupación en el PRD y en el gobierno capitalino, por el colmillo político de Monreal. Al mismo tiempo, el zacatecano preocupaba también en el gobierno federal, donde su candidatura fue ubicada como “foco rojo”, pues la delegación donde se asientan los poderes federales (el Palacio Nacional sede oficial del Ejecutivo, el Senado de la República, y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, además dependencias estratégicas como la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Hacienda) “no puede estar en manos de un opositor radical como Monreal”, se le oyó comentar a un funcionario federal.
Desde la óptica federal, que un político tan cercano a Andrés Manuel López Obrador, principal líder opositor y adversario declarado del presidente Enrique Peña Nieto, gobernara la delegación Cuauhtémoc debía considerarse “casi un asunto de seguridad nacional”. ¿Te imaginas que Monreal como delegado nos clausure el Palacio Nacional o la secretaría de Hacienda?”, se preguntaba el funcionario federal.
El tema rebasó el ámbito interno del PRD. Primero René Bejarano, buscando un contrapeso efectivo para Monreal, intentó meter a María Rojo como candidata y para ello le ofreció a la popular actriz “plancharle” la candidatura y sacrificar a sus dos precandidatos Agustín Torres, diputado local bejaranista, y José Luis Muñoz Soria, el otro aspirante fuerte de la corriente IDN. María aceptó con esas condiciones, pero al ver la imposición los dos bejaranistas se rebelaron. Torres renunció al PRD y se fue a apoyar a Monreal y Muñoz Soria abandonó a Bejarano para ser cobijado por el grupo de Mancera y obtener la candidatura del PRD.
Héctor Serrano, secretario de Gobierno del DF, fue quien operó el acercamiento con José Luis Muñoz, y le ofreció respaldo a su candidatura. Al ver eso, María Rojo se sintió traicionada por Bejarano y anunció su salida definitiva del PRD. Y cuando Bejarano se quedó sin candidato se quejó públicamente de la injerencia del jefe de Gobierno del DF en las candidaturas del PRD. Y es que el poder de Bejarano en la ciudad quedó macerado (o “mancerado”) pues de 12 delegaciones políticas que llegó a controlar en la ciudad en tiempos de López Obrador y aún de Marcelo Ebrard, hoy sólo puso candidatos en tres (Azcapotzalco, Benito Juárez y Álvaro Obregón) mientras que para la Asamblea Legislativa, de la mayoría de diputados que llegó a controlar, hoy sólo lleva candidatos en seis distritos locales.
La respuesta de Mancera a Bejarano fue a la vez elegante y política: “Nada que ver”, dijo. “No tengo absolutamente nada que ver con las decisiones del PRD, sería algo que incluso no se podría concebir, ya que yo no estoy afiliado”. Luego, le recomendó a René que tiene que hablar “con su partido, no conmigo”. Así ocurrió el rompimiento entre Mancera y Bejarano, que cambió el equilibrio de fuerzas en la capital.
NOTAS INDISCRETAS… Con la designación de Jorge Luis Preciado como candidato del PAN al gobierno de Colima, Gustavo Madero prepara una interesante designación en la coordinación parlamentaria que ocupa provisionalmente Fernando Herrera. Madero anunciará la llegada del experimentado Héctor Larios al liderazgo de la bancada senatorial, quien ya ha sido coordinador parlamentario tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados. Con Larios, Madero tiende un puente de comunicación con el grupo de senadores calderonistas que ven al tapatío avecindado en Sonora como un político de respeto y neutral en el pleito con los maderistas. Así que sin menoscabo del trabajo político que hizo Preciado, que llegó de la nada y logró ganarse el respeto y reconocimiento de los senadores del PAN, ahora Larios buscaría continuar la nada fácil tarea de mantener unida a una bancada que está fracturada de origen…Se detienen los dados. Cayó Serpiente.
sgarciasoto@hotmail.com
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