Carecen de políticas para conciliar maternidad y estudios
Vanessa Arvizu Reynaga, estudiante de maestría por la Universidad
Autónoma Metropolitana (UAM), desarrolla esta idea en su estudio “Entre
la maternidad y la educación: trayectorias y experiencias de las madres
universitarias”.
Si bien la investigación aún está en proceso, la experta observó –al
presentarla ante el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG)
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)– que las
estudiantes de nivel superior que son madres tienen trayectorias de
vida y educativas diferentes al resto de las universitarias.
Arvizu Reynaga explicó que la universidad no está pensada para ser un
espacio de maternidad y que, por el contrario, está diseñada para un
prototipo de estudiante joven y de tiempo completo.
Esta carencia –añadió– obliga a que las mujeres desarrollen estrategias
individuales, familiares, educativas, institucionales y sociales que
las ayuden a afrontar las tareas de cuidado con sus actividades
académicas y, en muchas ocasiones, laborales.
Estas estrategias tienen el objetivo de empatar condiciones con el
resto de las y los estudiantes; por ejemplo, generar redes de apoyo con
otras mujeres (madres, abuelas o amigas).
Vanessa Arvizu propuso que las universidades podrían contribuir a
facilitar la vida académica de las madres universitarias a través de,
por ejemplo, proveer de guarderías para las estudiantes como ha lo hace
para las trabajadoras.
La también licenciada en Ciencias de la Comunicación adelantó que la
trayectoria de vida de las madres universitarias podría afectar el
ingreso, la permanencia y su egreso de las universidades.
También analizó que la clase social y el lugar de procedencia son otros
factores que atraviesan las trayectorias de vida e educativas de las
madres universitarias.
La experta detalló que de acuerdo con su base de datos –que sigue en
construcción–, menos del 50 por ciento de la matrícula femenina de la
UAM Azcapotzalco (que es el universo de su investigación) ejerce la
maternidad.
Para 2012, el mayor porcentaje de madres universitarias tenía entre 25
y 30 años de edad. La gran mayoría (60 por ciento) son solteras y otro
porcentaje igual no trabaja.
La mayoría de estas jóvenes estudian carreras vinculadas a las Ciencias
Sociales y Humanidades, y sus madres tienen como máximo la educación
básica.
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-
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