9/30/2014

Viven las migrantes mayor vulnerabilidad en México

Huyen de sus países, pero aquí se topan con más discriminación

La migración femenina podría ser consecuencia de la iniciativa de miles de mujeres por poner fin a la pobreza y discriminación en sus lugares de origen; no obstante, los países de destino, como México, no les garantizan condiciones dignas de asilo ni de movilidad humana que refuercen su empoderamiento, señalaron especialistas.

Genoveva Roldán Dávila, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, dijo que 48 por ciento de la población migrante en el mundo son mujeres, y que el mayor porcentaje de este flujo se dirige hacia los países de occidente.

Al participar en el foro “Movilidad humana y trato igualitario en la Ciudad de México. Retos, experiencias y buenas prácticas”, expuso que también existe un incremento en el número de mujeres que emigran de los países del sur de América Latina al sur de México, quienes padecen situaciones críticas de discriminación y violencia.

Es muy probable, destacó Roldan Dávila, que la migración femenina sea un efecto del empoderamiento de las mujeres frente a las condiciones críticas de pobreza, discriminación y violencia que viven en sus comunidades, ya que muchas de ellas emigran en busca de empleo.

No obstante, la situación que encuentran en los países de destino, de los que México ostenta uno de los principales lugares, no garantiza la protección de sus derechos y en lugar de fortalecer su autonomía las somete a una mayor vulnerabilidad que la que padecían en sus países, abundó.

La especialista enfatizó que las migrantes enfrentan una situación distinta a la de sus pares varones, ya que a la violencia y la discriminación que padecen por no tener documentos de estancia legal o no ser connacionales, se suma su condición de mujer, indígena o la pobreza, lo que las sitúa en una vulnerabilidad más extrema.

Así, consideró Genoveva Roldán, la población femenina en contextos de movilidad humana en México experimenta graves índices de violencia sexual, secuestros, trata de personas y otros flagelos.

No obstante, criticó la investigadora, en la mayoría de los casos estas mujeres son culpabilizadas por los funcionarios, incluso por quienes elaboran las políticas públicas en México, de las problemáticas que enfrentan, lo que hace invisible su condición e inhibe la generación de programas y acciones que fomenten el respeto a sus Derechos Humanos (DH) desde un enfoque de género.

Roldán Dávila señaló que la mayoría de la migración femenina tiene su origen en la demanda de empleo; no obstante, la oferta que encuentran por ejemplo en el sur de México se ciñe (como consecuencia de los roles tradicionales de género) al sector servicios, como trabajadoras del hogar remuneradas o enfermeras.

La experta detalló que esta segregación laboral está vinculada con una discriminación por género que se expresa en condiciones indignas e inhumanas del trabajo, ya que a muchas de ellas se les retienen los documentos, se les hace trabajar jornadas extenuantes, no tienen un salario justo y no cuentan con protección social.

También criticó que la Ley de Migración y la Ley de Movilidad, Interculturalidad, Atención a Migrantes y Movilidad Humana en el Distrito Federal aún carecen de un enfoque de género efectivo que reconozca la situación actual de las mujeres, sobre todo en el tema del trabajo y la salud.

Por ello urgió a las autoridades mexicanas a imitar buenas prácticas que han desarrollado otros países, para disminuir no sólo la discriminación contra la población migrante, sino también la desigualdad de género que aún impera.

Como ejemplo, Genoveva Roldán recordó que Costa Rica sindicalizó a las trabajadoras del hogar migrantes para que defendieran sus derechos laborales y tramitaran su estancia legal.

Nancy Pérez García, directora de la organización civil Sin Fronteras, apuntó que es necesario que las autoridades mexicanas generen mecanismos de exigibilidad y denuncia accesibles para las y los migrantes, y se instaure un régimen respetuoso de los DH de esta población.

Asimismo, detalló, es importante reconocer el tema migratorio como una prioridad de la agenda pública para que se desarrollen políticas de inclusión que combatan la discriminación y la xenofobia recurrentes en México.


CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.- 


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