Barcelona,
30 sep. 14. La Independent/AmecoPress.- Es común escuchar a una mujer
latinoamericana que realiza estudios en Europa, por ejemplo, que una
diferencia que valora de este continente es la libertad de poder salir
a la calle sin miedo, que eso es impagable; sin embargo, un reciente
estudio muestra que el 50% de las mujeres europeas sienten temor de
sufrir agresiones sexistas al estar en espacios públicos.
¿Es
posible que una mujer no pueda caminar por la calle o tomar un taxi en
pleno día sin temer por su seguridad? Es posible y ocurre a diario.
Pensemos bien en ello, en lo que significa y en lo que se hace para
remediarlo.
No es sufrir
un robo o un accidente de tránsito, que también le puede pasar a un
hombre; son situaciones que sólo, o principalmente, viven las mujeres y
que van desde sufrir algún tipo de acoso sexual o una violación, hasta
de desaparecer. De que alguien se la lleve y nadie vuelva a saber de
ella.
Miedo y razones
Hace unos días
se dio a conocer que el 53% de las mujeres de la Unión Europea procuran
evitar ciertos lugares o situaciones donde podrían ser víctimas de
agresiones físicas o sexuales, cosa que no ocurre con los hombres,
información basada en una encuesta de la Agencia de la Unión Europea
por los Derechos Fundamentales (FRA).
Se trata,
señalan, de la mayor encuesta realizada en Europa, con una
participación de 42.000 mujeres de 18 a 74 años de edad de los 28
Estados miembros, con una media de 1.500 entrevistas por país. Fue
llevada cabo a petición de información sobre la violencia contra las
mujeres realizada por el Parlamento europeo.
Las
entrevistas comprendían preguntas sobre violencia física, sexual y
psicológica, victimización durante la infancia, hostigamiento y acoso
sexual, incluidos nuevos medios para cometer abusos, como Internet.
La encuesta da
datos que ponen los pelos de punta, como que el 5%, es decir una de
cada 20 mujeres mayor de 15 años, ha sido violada, que el 18% de las
mujeres ha sido objeto de acoso a partir de los 15 años y que un 5% de
las mujeres lo habían experimentado en los doce meses previos a la
encuesta.
La trata es femenina
A parte del
feminicidio, que es el máximo daño que puede sufrir una mujer por el
hecho de serlo, porque implica la muerte, 40 casos en España hasta
principios de septiembre, la trata es el más atroz de los flagelos de
la actualidad con implicaciones sociales económicas y delincuenciales
en un marco de capitalismo globalizado.
Las cifras
bailan, unas entidades señalan que en el mundo hay cada año 2, 5
millones de víctimas de trata, aunque ONGs afirman que son 4 millones
las personas esclavizadas con fines de explotación sexual (la mayoría),
laboral o para la extracción de órganos.
La trata es
fundamentalmente femenina, ya que el 80% de las víctimas son mujeres
mayores de edad y entre el 11% de "niños" también hay niñas, los
varones son el 9% (las proporciones varían un poco según la fuente).
Negocio de hombres
Es la
esclavitud de la actualidad y cualquiera está en riesgo, no importa la
condición social ni el nivel de educación; además el rango de edad es
muy amplio y ocurre en ciudades y en el campo. Una táctica del tratante
es crear lazos de confianza, enamorar y prometer a la víctima o tentar
al familiar; ni el entorno próximo es seguro.
Se cree que es
una realidad oculta; sin embargo, muchas veces está ante nuestros ojos,
socialmente normalizada, por ejemplo: los viernes de fiesta con final
feliz en un prostíbulo o la explotación laboral de una persona.
Un macho
putero, y muchas personas, piensa que si la prostituta esclavizada no
pide ayuda es porque no está en esa condición; falso, las víctimas
están amenazadas, tienen miedo o no confían. También están las que no
saben que son víctimas.
Se ve a la
trata como un fenómeno delincuencial y está penado por ley; sin
embargo, sus implicaciones son económicas y también políticas porque
son el reflejo del sistema. La trata es un negocio global, que genera
40 mil millones de dólares anuales, donde las personas son mercancía,
principalmente sexual, y es un negocio patriarcal donde los
consumidores son fundamentalmente hombres.
Recuperar las calles
El acoso y las
agresiones, además de las desapariciones de personas crecen
exponencialmente cada año en todos los puntos del planeta,
supuestamente víctimas de trata porque no se llega a saber qué ocurrió.
Son los gobiernos y otros poderes del Estado quienes tienen la
responsabilidad de responder y actuar estructuralmente sobre este tema.
Una persona de
a pie siente que no puede cambiar esta situación; aunque hay
instrumentos sociales de actuación que se pueden organizar o a los que
sumarse, como protestas, manifiestos, movilización ciudadana o medidas
de presión cívicas para que ese administrador de nuestro Estado haga su
trabajo.
En los años 70
los movimientos feministas europeos lanzaron la consigna "recuperemos
la noche", para visibilizar los peligros de estas horas para las
mujeres en el espacio público. Es hora de que las mujeres reclamemos
nuestro derecho a la calle, a ir por ella con seguridad y tranquilidad
tanto de día como de noche.
Fotos: La Independent.
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