Pedro Echeverría V.
1. Sábado 27 y domingo 28 pasados, vine pensando en la caravana
caminada y motorizada de 80 kilómetros (entre Ticul y Mérida), misma
que hicimos unos 350 profesores en la que salimos y llegamos unos 100
oaxaqueños, 150 chiapanecos, 10 michoacanos, 10 veracruzanos, 10
campechanos y dos decenas de maestros de otros estados, además de ocho
yucatecos (OCHO) Por ello no pude olvidar –ni dejar de comparar -aquel
19 de marzo de 1915 –a punto de cumplir un siglo- en que la Revolución
Mexicana se impuso “desde fuera” en Yucatán con soldados carrancistas
dirigidos por el sinaloense Salvador Alvarado.
2. Yucatán, a 1500 kilómetros de la capital mexicana, con un
poderoso clero católico y grandes terratenientes dueños de haciendas y
henequenales, no participó en la Lucha de independencia de 1810-21, no
participó en la lucha de Reforma y el Imperio en 1856-67 y mucho menos
en la Revolución Mexicana de 1910-17. Fue por ello que Carranza tuvo
que enviar desde Veracruz a Alvarado para “evitar que Yucatán declare
su autonomía guiado por la “Casta Divina” (alianza de clero, hacendados
y la derecha recalcitrante). Quizá si Alvarado no hubiese traído la
Revolución seríamos otra república asociada (por la admiración a EEUU)
al estilo Puerto Rico.
3. Así que Alvarado, que era más radical que Carranza –que no era de
Yucatán ni de la región (como hoy la CNTE)- tuvo que introducir, que
“imponer” desde fuera por la fuerza, la revolución y la liberación de
“acasillados”, porque los yucatecos no estaban ni enterados. La Revista
Yucatán (antecedente de Diario de Yucatán) era de hacendados. Alvarado
entró con su ejército por el “camino real” Campeche-Yucatán y tuvo que
resistir a los ejércitos organizados por los hacendados y los
separatistas de Ortiz Argumedo que “habían formado una junta para
defender la autonomía de Yucatán”. Pensaba: La CNTE introducía le
“revolución” sin profesores yucatecos.
4. Ni modo. En Yucatán lo único valioso que hemos tenido en lucha
social ha sido –además de Canek del XVIII, la “Guerra de Castas” de
mediados del siglo XIX. El Gobierno de Carrillo Puerto, que todos los
años festejan los priístas y los que se han ido con el engaño, fue fiel
obregonista y callista; fue un falso “socialismo” de membrete que se
manejó desde arriba. Lo del “Charras” Calderón Lara (asesor sindical)
de 1974 no fue nunca una ofensiva sino una protesta contra su
despiadado asesinato por el gobierno tonto y mafioso de Loret de Mola.
Todo ello quiere decir que el trabajo político de izquierda en Yucatán
tiene que ser profundo para no ser de mentiritas.
5. En 1989 surgió el movimiento magisterial más masivo de la
historia de Yucatán, pero sólo gracias a que la Coordinadora Nacional
(la CNTE) había logrado movilizar a gran parte del país exigiendo
salarios, la caída de Jonguitud Barrios, secretario General del
Sindicato (el SNTE), y a qué Salinas quería tirarlo para imponer en su
lugar a Esther Gordillo. Fuimos retaguardia. Éramos siete los de la
comisión negociadora y yo, 15 días después el profesor Tobías, viajamos
a México a las negociaciones en la SEP. Pero a las pocas semanas,
cuando se anunció el aumento salarial, se comenzó a venir abajo el
movimiento que llegó a aglutinar hasta a 12 mil profesores. Después
vino la traición de líderes que ingresaron al gobierno del PAN.
6. Al pueblo yucateco y a sus profesores de Yucatán, -como siempre
sucede-les ha importado un bledo lo que suceda en México, en el mundo o
a su derredor. No se protesta por los asesinatos en Siria, Guerrero o
Michoacán porque están lejos. Sus visiones siempre han sido
inmediatistas por eso culpan al vecino, al tendero de la esquina o al
compadre. Pero ese pueblo no es culpable porque es producto de la
iglesia, la escuela, los medios de información y hoy totalmente de la
televisión. ¿Cómo cambiar su mentalidad absolutamente capitalista y
clerical, sino hemos sido capaces de hacer que piense? Por ello medito
en las mil giras de AMLO que nada cambian.
7. Basta decir –para ver el derechismo yucateco- que en las
elecciones, siempre manipuladas en Yucatán, el PRI generalmente tiene
un 55%, el PAN un 40% y todos los demás partidos –incluido el PRD- un
5%. El PRI y el PAN suelen regalarles un diputado a los últimos como
premio de consolación. En Campeche -menos derechista- hace algunos años
la centro izquierda ha logró hasta 25 por ciento de los votos y en
Quintana Roo igual porque ese estado se formó mayoritariamente con no
yucatecos pacíficos. ¿Será que el trabajo de la iglesia y de los
hacendados unidos fue tan profundo que sigue repercutiendo hasta
nuestros días en pleno siglo XXI?
8. ¿Cómo cambiar a ese pobre pueblo que no tiene para comer junto a
sus hijos? ¿Cómo cambiar su pensamiento si en la iglesia le dicen que
la felicidad no es en la tierra sino en la búsqueda de dios en el
cielo? ¿Cómo cambiar el pensamiento de los niños y jóvenes si en el
hogar y en la escuela, en la familia, les enseñan a obedecer e inclinar
la cerviz ante los regaños y las leyes que se construyen contra ellos y
no a ser críticos y rebeldes? ¿Cómo carajos formar seres humanos si se
les enseña el individualismo, el consumismo y el temor? Los maestros y
demás profesionistas yucatecos son parte del pueblo, del mismo barro y
educados con la misma ideología.
9. Me decía un profesor de Oaxaca: “El profesor yucateco que vive en
Oaxaca sí lucha con nosotros; el profesor oaxaqueño que vive en Yucatán
se convierte en un yucateco más”. ¿No es acaso “natural y lógico” que
cuando un pueblo lucha en las calles, protesta contra la explotación,
hace a un lado su posible cobardía y sale a la calle? ¿No es una
realidad que cuando un estado vive agachado, se busca cualquier
pretexto para no enfrentar a los opresores aunque estén las familias en
la miseria porque se piensa siempre que “dios proveerá”? Me parece que
esta explicación –que también podría dar un guerrerense- es una forma
de entender la realidad.
10. La realidad es que la escuela en todo el mundo ha sido una
simple “correa de transmisión” de la ideología, los planes y programas
de la clase dominante, y los profesores mientras más cumplen y son
disciplinados, son más servidores y repetidores de lo que les programan
desde arriba. Yo comencé como profesor en 1960 y desde ese año la
ideología marxista me enseñó a impugnar y a rebelarme contra el
capitalismo; me hizo militante de oposición e impugnador de todo lo que
venía del poder. A los tres meses de firmar mi plaza de profesor me
hice othonista y en mi segunda asamblea delegacional en Acancéh,
Yucatán, en 1960, leí el manifiesto del MRM.
11. Muchos se preguntan: ¿Qué pasa en Yucatán que no protesta a
pesar de ser el cuarto estado más pobre y miserable del país? ¿No
tienen sangre, no tienen dignidad, …,? Yucatán es el estado más
derechista del país; mucho más que Campeche, Guanajuato, Colima o
Nayarit, en los que no hay registros de lucha social. No es que los dos
o tres izquierdistas no hagan trabajo de base. ¿Puede olvidarse en la
historia que la emperatriz Carlota, esposa del emperador Maximiliano,
fue recibida con bombo y platillo en Yucatán en la Catedral de Mérida,
en haciendas henequeneras mientras los liberales juaristas luchaban
contra el imperio? Quizá por el paso de Carlota a su regreso, se le
puso el nombre de “camino real” al camino Mérida-Campeche (30/IX/14)
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