Alberto Aziz Nassif
A medida que la distancia entre discurso político y realidad se agudiza, los mecanismos de legitimación de los gobernantes resultan menos eficientes. Esta tesis puede probarse de distintas formas. Hay ejemplos que se han vuelto clásicos en los últimos años, como hacer una campaña con promesas de políticas públicas y gobernar con un proyecto diametralmente opuesto, como le pasó a Zapatero en España y a Hollande en Francia en donde tiene una desaprobación del 85%. Me llamó la atención la reciente visita de Enrique Peña Nieto a Nueva York, porque tiene varios ejemplos que apuntalan la tesis: en materia de pueblos indígenas, cambio climático y gobierno abierto.
Con el discurso político hay que saber al menos una regla: lo que se dice importa por el lugar social de quién habla. La participación del presidente Peña en la Asamblea de las Naciones Unidas obedece a la estrategia de posicionar a México en el foro internacional más importante. Para lograrlo hay que presumir los logros, reducir las dificultades y borrar los conflictos. Peña fue a presumir a un país que “se atrevió a cambiar” porque hizo 11 reformas como el logro más importante de sus primeros dos años de gobierno. Pero, fue tan contrastaste el discurso con la realidad que se convirtió en farol de la calle.
El circuito de legitimación se inició el 22 de septiembre con el discurso en la Conferencia Mundial de Pueblos Indígenas, en donde Peña planteó generalidades y dijo que México es una “nación pluricultural”, como señala nuestra Constitución y luego afirmó que el gobierno “respalda” a los pueblos originarios y que se llevan a cabo políticas transversales para mejorar las oportunidades de desarrollo de los 15 millones de indígenas que ejercen a plenitud sus derechos. ¿Cuál es la política de este gobierno frente a los pueblos indígenas? ¿En qué sentido esos grupos han mejorado su condición? Hasta hoy siguen como los pobres de los pobres. Lo que se hace es medio administrar la pobreza de esos grupos.
El 23 de septiembre siguió con la Cumbre sobre Cambio Climático, en donde México apareció —en el discurso presidencial— como un país de vanguardia, con una Ley sobre el Cambio Climático y programas para energías renovables y limpias. Más tarde el discurso continuó en la Mesa sobre Financiamiento de la Cumbre del Clima 2014, en donde se propuso un fondo verde al que nuestro país aportará 10 millones de dólares. Ejemplos en contra hay muchos, pero basta ver lo que ha pasado con las mineras y la contaminación de los ríos como en Sonora o la pasividad gubernamental frente a compañías mineras que destruyen recursos naturales y afectan la vida de cientos de comunidades en el país. ¿Qué hace el gobierno para regular a estas empresas? Se imponen multitas o se hacen fondos para reparar el daño, pero jamás se retira, ni se condiciona una concesión. Con frecuencia el regulador es capturado por el regulado, es un aliado, como en Pasta de Conchos durante el foxismo.
El 24 de septiembre Peña recibió la Presidencia para el Gobierno Abierto, lo cual implica transparencia, buenas prácticas y rendición de cuentas. No hay que olvidar la paradoja: mientras que una de las principales demandas insatisfechas, el combate a la corrupción, es desatendido por este gobierno, queda al frente del Gobierno Abierto. ¿Dónde está la transparencia fiscal? ¿Cuándo sabremos de qué forma se hizo la asignación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, que será la principal obra pública del sexenio, y se asignó en los entretelones secretos del poder?
Discursos contra realidades, una mecánica que puede servir para legitimarse en el extranjero, farol de la calle, pero que cada vez genera menos capital político en el país.
P.D. Después de varios años de lucha la comunidad indígena de Mezcala, ubicada en la Ribera de Chapala en el estado de Jalisco, ha ganado un juicio en contra de un invasor que quiso apropiarse de sus tierras comunales. La sentencia ordena la devolución material y jurídica de las tierras. Esperemos que no haya más trucos legales, impunidad y despojos de caciques, sólo así disminuirá la enorme brecha entre discurso y realidad.
@AzizNassif
Investigador del CIESAS
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