10/03/2014

Planeación urbana no garantiza una ciudad segura a las mujeres

Se ignoran sus necesidades específicas en vivienda y movilidad

María de Lourdes García Vázquez, Coordinadora del Laboratorio Hábitat, Participación y Género de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Desarrollo Social del DF y Ana Güezmes, representante de ONU-Mujeres en México 


El crecimiento urbano es planeado sin visión de género por lo que las ciudades, como esta capital, son lugares inseguros para niñas y mujeres, quienes viven con miedo constante de ser agredidas y sufren diversas formas de violencia en el espacio público, como acoso y abuso sexual.

En ello coincidieron académicas y expertas durante el Seminario Internacional “Ciudades Seguras Libres de Violencia contra las Mujeres. Avances en la Ciudad de México en el Contexto de América Latina”, que se realiza desde ayer y hasta este viernes 3 de octubre en la Antigua Escuela de Medicina de la UNAM.

El seminario, que reunió a expertas internacionales en diseño urbano, perspectiva de género y derecho a la ciudad, tiene como objetivo difundir entre tomadores de decisión las herramientas necesarias para formular estrategias y programas de prevención y atención de la violencia contra las mujeres en las calles y las comunidades.

En la inauguración, Ana Güezmes, representante de ONU-Mujeres en México, dijo que el DF –una de las ciudades más pobladas del mundo– debe ser un lugar seguro para las mujeres y que dentro del compromiso de combatir la violencia de género y la discriminación, y lograr la igualdad también se encuentra la obligación de crear espacios seguros para que ellas puedan vivir, transitar y trabajar.

Las ciudades albergan a más de dos tercios de la población mexicana, pues el 72 por ciento de las personas habita en las urbes, por lo que “hoy más que nunca” se deben diseñar políticas públicas con planeación urbana y desde un enfoque de movilidad, que incluyan calidad en el transporte y vivienda, así como espacios públicos y seguros para el esparcimiento y la convivencia.
“Las mujeres deben ser parte central de las decisiones que se toman en las ciudad todos los días”, pues los procesos de rápida urbanización sin planeación las han dejado, sobre todo a las niñas, ante mayores riesgos. “Ya sea que se encuentren en las calles o el transporte son constantemente agredidas”, explicó Güezmes.

Agregó que la realidad que enfrenta la población femenina en la ciudad reduce su libertad de movimiento, pues “reduce la posibilidad, energía y ánimo para ir al trabajo, la escuela, para participar en la vida pública”, además de que limita el acceso a servicios esenciales e impacta negativamente en la salud y bienestar, e impide el acceso a esparcimiento.

La arquitecta Olga Segovia Marín, coordinadora de la Red Mujer y Hábitat América Latina, dijo que actualmente todas las ciudades se enfrentan a la inseguridad y violencia, así como a la pobreza, discriminación y desigualdad, de la cual aunque son víctimas todas las personas, tienen un impacto mayor en las mujeres, quienes también se enfrentan a una violencia especifica “por el simple hecho de ser mujeres”.

Por lo que es necesario replantear las políticas de planificación urbana para incluir a las mujeres en ellas, así como el hecho de crear infraestructura (que incluye servicios y transporte) que responda a las necesidades específicas de las citadinas.
La doctora María Ángeles Durán Herrera, catedrática del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, España, abordó el miedo que enfrentan todas las mujeres a transitar y vivir en las ciudades, y que se les inculca desde que son niñas, pues a esa edad se les señala “que no deben salir a la calle solas, que deben de ir acompañadas, o que no deben pasar por ciertos lugares”.

A decir de la especialista, además de que de manera implícita hay un control del espacio para las mujeres, ya que no pueden disfrutar y acceder a todos los lugares, también existe un control del tiempo, pues “hay horas peligrosas” para ellas.

Agregó que en muchas ocasiones las mujeres deciden romper ese miedo y se enfrentan a “sentimientos de culpa”, toda vez que si algo llega a sucederles por “quebrantar esos límites”, se piensa que es su responsabilidad.

La especialista expuso que si el diseño urbano de las mujeres está realmente enfocado en lograr una ciudad segura para todas y todos, debe considerar las necesidades de todas las mujeres, dependiendo de sus características, por ejemplo, edad, discapacidad y origen étnico, entre otras.

Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Desarrollo Social del DF, reconoció que la Ciudad de México es aún un espacio inseguro para las mujeres, pues constantemente se cometen delitos en su contra y en mayor medida padecen discriminación.

Por ello la funcionaria capitalina anunció que el Gobierno del DF en breve presentará ante la Asamblea Legislativa una iniciativa para que el Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial se convierta en ley y así no corra el riesgo de desaparecer.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 2010, en la Ciudad de México habitan 8 millones 851 mil 80 personas, de las que las mujeres suman 4 millones 417 mil 297, es decir el 52 por ciento.


| CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- 

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